El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que la ciudad de Mariúpol, situada en la región de Donetsk, en el Donbás, fue “liberada” pese a que sigue habiendo un núcleo de alrededor de 2.000 militares y aproximadamente 1.000 civiles que permanecen refugiados en el enorme complejo industrial de la fábrica siderúrgica Azovstal.

En este contexto, el mandatario ruso consideró “que el asalto propuesto de la zona industrial no es apropiado. Ordeno anularlo”, declaró Putin en un encuentro con su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, difundido por la televisión rusa. “Se tiene que pensar en la vida de nuestros soldados y oficiales, no se tiene que penetrar en esas catacumbas y arrastrarse bajo tierra”, afirmó Putin, quien ordenó, para terminar con la resistencia en la fábrica, que se bloquee toda la zona de tal forma “que no pase ni una mosca”.

Como símbolo de la conquista rusa, clave para poder conectar la ciudad con la península de Crimea, en poder de Rusia desde 2014, integrantes de la República Popular de Donetsk izaron en el punto más alto de Mariúpol, una torre de televisión, la bandera de esta república prorrusa reconocida por Moscú.

Durante el día, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se refirió a la situación en Mariúpol, y además de decir que todavía hay un grupo de militares en la ciudad que están resistiendo, informó que alrededor de 120.000 civiles no han podido salir de la ciudad. El alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, dijo al respecto que este jueves la evacuación fue muy escasa y que solamente tres ómnibus lograron sacar a un pequeño grupo de personas hacia la ciudad de Zaporiyia, situada sobre el río Dniéper.

También se refirió a la situación en Mariúpol el presidente estadounidense, Joe Biden, que durante una conferencia de prensa en Washington dijo que era “cuestionable” la afirmación rusa de haber conquistado la ciudad, y agregó que “todavía no había evidencia” de que la localidad portuaria hubiera caído por completo. Paralelamente, el mandatario estadounidense anunció un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por 800 millones de dólares.

Acerca de la ayuda militar, el jueves durante un mensaje al Parlamento portugués, el presidente Zelenski pidió a los países occidentales que les manden más armamento y continúen imponiendo sanciones económicas a Rusia mientras el país continúa su batalla para tomar Ucrania. El presidente ucraniano dijo que su país necesitaba 7.000 millones de dólares al mes para ayudar a combatir las pérdidas económicas provocadas por la invasión.

“Este es sólo el primer paso para hacerse con el control de Europa del Este, para destruir la democracia en Ucrania”, dijo Zelenski en su mensaje a los parlamentarios lusitanos. También este jueves en Kiev el mandatario ucraniano recibió las visitas del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.

Según informó el portal Público, durante la conferencia de prensa posterior al encuentro, Sánchez anunció el envío a Ucrania del buque de la armada española Isabel, que se encuentra camino de Polonia con 200 toneladas de equipo militar. Sánchez junto con Zelenski y Frederiksen, en el marco de un enorme dispositivo de seguridad, visitaron la ciudad de Borodyanka, situada al noroeste de Kiev, donde, según informaron autoridades ucranianas, las fuerzas rusas perpetraron una masacre asesinando a cientos de civiles y destruyendo buena parte de la localidad.

“Conmovido al comprobar en las calles de Borodyanka el horror y las atrocidades de la guerra de Putin. No dejaremos solo al pueblo ucraniano”, escribió Sánchez en su cuenta de Twitter tras pasar por el lugar.

Por otra parte, de acuerdo a lo que informó la agencia Reuters, un alto funcionario del Ministerio de Defensa de Ucrania dijo que su ejército está enfrentando un enorme desafío en esta segunda fase de la ofensiva rusa, que cuenta con más tropas y con mejor equipamiento que al comienzo del conflicto. Hanna Malyar, viceministra de Defensa, les pidió a los ciudadanos tener paciencia y advirtió que se necesitará tiempo para comprar y organizar la entrega de armas. Otra funcionaria del gobierno de Zelenski, Olena Symonenko, dijo en una entrevista con la televisión local que este jueves las tropas rusas ocuparon 42 aldeas y pequeñas localidades ubicadas en la región de Donetsk, en el Donbás.

Paralelamente, Rusia informó que rechazó la propuesta de una tregua durante la Pascua Ortodoxa –que se está celebrando desde el jueves hasta el domingo– propuesta por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués António Guterres. De acuerdo a lo que informó Dmitry Polyanski, embajador adjunto de Rusia ante la ONU, los llamamientos para que su país establezca un alto al fuego humanitario eran “poco sinceros” y únicamente servirían para que los ucranianos se rearmen para proseguir con su defensa.