Hace más de un año, en julio de 2022, se abrió en Reino Unido una investigación oficial sobre la gestión de la pandemia por covid-19, como parte de un proceso que los expertos creen que podría extenderse hasta 2027.

Según se expresa en el sitio web oficial de la investigación, el propósito que tiene es “examinar la respuesta de Reino Unido y el impacto de la pandemia de covid-19 y aprender lecciones para el futuro”.

Según informó The Guardian, la investigación analizará la eficacia de las cuarentenas, las medidas de protección para las personas vulnerables y el programa “test and trace” (“prueba y localización”), entre otros elementos. Se le ordenó al gobierno que presente cientos de miles de documentos y se pidió que figuras gubernamentales clave presenten declaraciones de testigos.

Esta investigación pública está siendo dirigida por Lady Heather Hallett, una prestigiosa y reconocida jueza.

Este martes el exasesor científico jefe de Reino Unido Sir Patrick Vallance reveló, en una audiencia que forma parte del proceso investigatorio, una serie de notas que tomó durante la pandemia, en las que detalla un “conjunto de intercambios locos” que tuvo con el entonces primer ministro, Boris Johnson.

En agosto de 2020, Vallance escribió en uno de sus cuadernos que Johnson estaba “obsesionado con que las personas mayores acepten su destino y dejen que los jóvenes sigan con su vida y la economía”.

Otra nota recuerda que en ese momento Boris Johnson le dijo que “todo esto es patético y la covid es simplemente la forma que tiene la naturaleza de tratar a las personas mayores”.

Las anotaciones fueron reveladas durante la sesión de pruebas de Lee Cain, el exdirector de Comunicaciones de Johnson, que admitió que dudaba que el entonces primer ministro fuera la persona idónea para ocupar el cargo en ese momento tan complejo.

Cain dijo además que el exmandatario fue especialmente indeciso con respecto a la resolución de implementar una cuarentena en setiembre de 2020.

Otro estrecho colaborador de Johnson, Domnic Cummings, exasesor principal del primer ministro, fue llamado a testimoniar después de Cain. Cummings afirmó que “prácticamente todo el mundo” veía a Johnson como “un estúpido indeciso”.

Se revelaron mensajes en los que Cummings utilizó insultos muy fuertes para describir a los ministros del gobierno y, aunque se disculpó por los términos que utilizó, argumentó que esos mensajes “no dieron con la talla, como lo demostraron los acontecimientos en 2020”.

Ese año 73.766 ingleses y galeses murieron por factores relacionados con el coronavirus. En el marco de la audiencia también se revelaron mensajes de texto que Cummings mandó a Cain mientras estaba en una reunión con Johnson.

El funcionario acusó a Johnson de entrar en “modo Tiburón” -con referencia al alcalde de la localidad de la película Tiburón, que quería mantener las playas abiertas a pesar de los ataques de tiburones. Le escribió a Cain que, después de decirle a Johnson lo mismo “diez malditas veces”, estaba “simplemente agotado de hablar con él”.

Aunque Cain, cuando le tocó el turno de testificar, dijo que no se haría eco del lenguaje soez que empleó Cummings, recordó el “caos” que se generó en el gobierno cuando comenzó el brote del virus en Reino Unido.

Afirmó que fue “la crisis equivocada para las habilidades del primer ministro” y le explicó a la audiencia que Johnson implementó las cuarentenas posteriores al brote inicial demasiado tarde.

No obstante, en el entendido de que algunos de los errores cometidos durante el arranque de la pandemia podrían ser perdonados, ya que la covid era algo nuevo y se propagó de manera muy rápida, Cain aceptó que Johnson tomó “un curso de acción moral y responsable” con respecto a oleadas posteriores del virus, pero lo hizo cuando ya era tarde”.

Dominic Cummings también manifestó en la audiencia que había “preocupaciones específicas y sospechas de posible corrupción” en la relación de Johnson con algunos empresarios de medios de comunicación. Los dichos de Cummings hacen referencia, puntualmente, a que el mandatario podría haber estado “direccionando dinero hacia el Evening Standard”, un diario propiedad de Lord Evgeny Lebedev, un empresario rusobritánico, quien es miembro de la Cámara de los Lores desde 2020.

Lebedev fue designado para el cargo precisamente por Johnson, por sus acciones filantrópicas y sus aportes a los medios, decisión que generó mucha polémica en el país.