El gobierno brasileño anunció el miércoles que ha “intensificado acciones defensivas” en su frontera norte, en respuesta a tensiones crecientes entre Guyana y Venezuela, según informó Reuters. Las tensiones son el resultado de una larga disputa territorial sobre la región del Esequibo, que constituye más de dos tercios del total de la superficie de Guyana y que Venezuela reclama como propia.

La disputa se intensificó hace algunos años, después de que Guyana empezara a descubrir reservas de petróleo y gas cerca de la frontera marítima. A finales de octubre, la empresa petrolera ExxonMobil descubrió aproximadamente “20 metros de reservorio de hidrocarburos” y otros “81 metros de arenisca adicional de hidrocarburos”. Fue el cuadragesimosexto descubrimiento de tales reservas desde 2015, recordó Agence France-Presse. Además de hidrocarburos, en la región hay bauxita, oro, diamantes y manganeso. Paralelamente, el gobierno de Nicolás Maduro “sospecha” que en la zona hay también “importantes reservas de uranio, petróleo y gas natural”.

Según un informe publicado por The Brazilian Report, la diplomática brasileña Gisela Maria Padovan enfatizó este jueves que Brasil apoya una resolución pacífica a la disputa y destacó la “inadmisibilidad” de adquirir territorio por la fuerza.

Padovan dijo que es probable que los venezolanos voten a favor de la anexión porque el gobierno y el partido de oposición están de acuerdo sobre el tema. Además, la diplomática expresó que el asesor en asuntos externos del gobierno brasileño, Celso Amorim, visitó recientemente Caracas para mantener conversaciones “al más alto nivel” sobre el tema.

La votación a la que se refería la brasileña es la que se realizará el domingo en Venezuela, en la que los ciudadanos podrán participar en un referéndum no vinculante sobre el futuro del territorio en cuestión.

Tendrán que responder cinco preguntas, incluyendo las siguientes: “¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios, conforme a derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?” y “¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guyana Esequibo y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio, que incluya, entre otros, el otorgamiento de la ciudadanía y la cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?”.

Obviamente el gobierno de Guyana manifestó su molestia por la iniciativa del gobierno venezolano y afirmó que el referéndum es un acto de anexión. Según informó Associated Press, las autoridades guyanesas le pidieron a la Corte Internacional de Justicia que detuviera la votación, y se espera que revele su fallo en los próximos días.

Venezuela celebró un simulacro de referéndum el 19 de noviembre para que los votantes pudieran familiarizarse con el tema, pero no reveló el número de participantes ni los resultados. Además, el gobierno de Maduro todavía no dio información sobre cómo la región del Esequibo se convertiría en un estado venezolano ni cómo sus habitantes obtendrían la ciudadanía venezolana.

Irfaan Ali, el presidente de Guyana, describió el referéndum como “una amenaza para la paz y la seguridad en América Latina y el Caribe”, según informó France 24. Además, la semana pasada el vicepresidente del país, Bharrat Jagdeo planteó la posibilidad de establecer “bases militares” con apoyo extranjero en el Esequibo. “Nunca hemos estado interesados en bases militares, pero tenemos que proteger nuestro interés nacional”, manifestó el jerarca guyanés.

El reclamo venezolano por la región del Esequibo viene desde el siglo XIX. En 1899 se formó el Laudo Arbitral de París, que tomó la decisión de conceder a Venezuela la zona en disputa en la desembocadura del río Orinoco. A Reino Unido, la potencia colonial que estaba gobernando Guyana, se le concedieron las tierras restantes en disputa al oeste del río Esequibo, lo que representaba aproximadamente un 90% del territorio en disputa.

En 1966 los gobiernos de Reino Unido y Venezuela firmaron el Acuerdo de Ginebra, en el que los dos países acordaron que buscarían una resolución amistosa a la disputa. Los funcionarios venezolanos afirman que dicho acuerdo, firmado justamente el año en que Guyana logró su independencia, anuló el arbitraje de 1899, y acusan a los gobiernos estadounidenses y europeas de conspirar para engañar a Venezuela y así dejarla sin el territorio, según explicó Associated Press.