En una conferencia de prensa realizada este lunes en Ereván, la capital de Armenia, el primer ministro de este país, Nikol Pashinyan, dijo que está dispuesto a reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán, incluyendo Nagorno-Karabaj, a cambio de que el gobierno azerí garantice la seguridad de la población armenia que vive en el enclave, algo más de 120.000 habitantes.

“Armenia reconoce el territorio de Azerbaiyán de 86.600 kilómetros cuadrados, suponiendo que Azerbaiyán esté dispuesto a reconocer la integridad territorial de los 29.800 kilómetros cuadrados de Armenia. El territorio de 86.600 kilómetros cuadrados de Azerbaiyán incluye Nagorno-Karabaj, pero nos gustaría señalar que la cuestión de los derechos y la seguridad de los armenios de Nagorno-Karabaj debe discutirse entre Bakú y Stepanakert”, dijo Pashinyan.

Stepanakert es la ciudad capital de Nagorno-Karabaj, territorio que los armenios denominan oficialmente Artsaj, un enclave situado dentro del territorio de Azerbaiyán, pero que los armenios consideran propio.

En su discurso, consignado por la agencia oficial rusa TASS, el primer ministro Pashinyan también pidió salvaguardias internacionales para garantizar la seguridad y los derechos de los armenios que viven en Nagorno-Karabaj, y expresó su preocupación por que, sin ellas, Azerbaiyán pueda llevar a cabo una limpieza étnica en la zona.

La situación empezó nuevamente a deteriorarse nuevamente en diciembre del año pasado, cuando centenares de azeríes -que supuestamente eran ecologistas que se estaban manifestando contra un proyecto minero, pero que en realidad eran en su mayoría militares- comenzaron a bloquear -y todavía permanecen allí- el corredor de Lachín, la única ruta que conecta el territorio de Nagorno-Karabaj con Armenia, y generaron una crisis humanitaria en la zona.

Si bien hay fuerzas rusas controlando el lugar, la guerra en Ucrania es en este momento la prioridad para Moscú. La distracción fue aprovechada por los azeríes, que ya habían logrado conquistar algunos distritos de Nagorno-Karabaj durante la breve guerra que se registró entre setiembre y noviembre de 2020.

En este enfrentamiento, las fuerzas de Azerbaiyán -pueblo túrquico que profesa el Islam- capitalizaron la superioridad tecnológica de su ejército y derrotaron a los cristianos armenios que habían ganado la guerra que se desató en el lugar en 1992, tras la caída de la Unión Soviética. Las declaraciones de Pashinyan de este lunes generaron conmoción en Armenia y también en las múltiples comunidades armenias que viven en el mundo, porque el paso de reconocer a Artsaj como territorio azerí es considerado una afrenta para el orgullo nacional.

En este sentido, el exministro de Estado de Artsaj Ruben Vardanyan condenó con dureza la decisión del primer ministro en un video publicado este lunes, consignado por el portal Arminfo. “El desarrollo de los hechos durante los últimos meses, cuando se pisotearon los valores más importantes, lo veo como un cruce de todas las líneas rojas. Estamos tratando de discutir temas que no están sujetos a discusión: el genocidio armenio en el Imperio Otomano, nuestros valores armenios, el monte Ararat, nuestros pilares de todos los tiempos. No sé, señor Pashinyan, cuánto tiempo seguirá siendo el líder, pero le digo: está dando pasos peligrosos. No está tratando de defender el estado armenio o su poder. Más bien, está tratando de convertirnos en esclavos y personas sin valores. Y fracasará”, expresó Vardanyan.