Con un minuto de silencio para recordar al candidato Fernando Villavicencio, asesinado a tiros el miércoles en Quito después de un acto de campaña, comenzó en la noche del domingo el debate entre los postulantes a la presidencia de Ecuador. El lugar que le correspondía ocupar a Villavicencio en el set del canal estatal Ecuador TV quedó vacío.

La organización política del dirigente asesinado, el movimiento Construye, designó el domingo como reemplazo en la fórmula presidencial a Christian Zurita, un periodista y amigo de Villavicencio que trabajó durante varios años con él en investigaciones sobre corrupción.

La designación fue determinada porque legalmente existían impedimentos para que la candidata a la vicepresidencia, Andrea González, pasara a ocupar ese lugar.

Sin embargo, Zurita no pudo participar en el debate, que es regulado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), porque su candidatura todavía está en proceso de ser ratificada por las autoridades. “Después de ver el debate presidencial, llego a la conclusión de que el CNE continuó la tarea de los sicarios: silenciar a Fernando Villavicencio”, dijo Zurita.

En el debate participaron la correísta Luisa González, de Revolución Ciudadana; Yaku Pérez, de la alianza Claro que se Puede; el empresario Xavier Hervas, del movimiento Reto; el exlegislador Daniel Noboa, de ADN; el exvicepresidente de Lenín Moreno, Otto Sonnenholzner, de Actuemos; Jan Topić, de País sin Miedo, y Bolívar Armijos, de Amigo. Todos ellos competirán en la primera vuelta del domingo. En caso de que ninguno reúna más del 40% de los votos y una diferencia de al menos diez puntos con el siguiente candidato, habrá una segunda vuelta el 15 de octubre.

Durante el debate, la seguridad fue el primero de los cinco ejes temáticos que abordaron los candidatos.

Al respecto, Jan Topić defendió la “mano dura” mediante su Plan Cero Tolerancia y afirmó: “Hay una razón por la que mis empresas de seguridad son las más grandes del país, somos la primera empresa de seguridad ecuatoriana que trabaja en varios países de la región”. El candidato defendió la creación de una compañía pública de seguridad que reemplace los servicios de privados.

A su vez, González afirmó que, durante el gobierno de Rafael Correa, Ecuador se convirtió “en el segundo país más seguro de Latinoamérica” y agregó: “[El presidente Guillermo] Lasso y sus candidatos nos hundieron en la delincuencia, permitiendo que el narcotráfico y las bandas delictivas se tomen el Estado. Nos llenaron de terror”. La dirigente prometió: “Vamos a rescatar la seguridad para ustedes, familias ecuatorianas”. Propuso “fortalecer a la fuerza pública, a las Fuerzas Armadas, sistemas de inteligencia”, y abogó por la “coordinación internacional” en materia de seguridad.

Por su parte, Armijos propuso “separar a los delincuentes” en las cárceles, dividiéndolos entre quienes cometieron delitos menores y delitos graves, y buscar una “verdadera rehabilitación” para las personas privadas de libertad. Agregó que financiará la política de seguridad con los recursos que generan el petróleo y la minería.

Otto Sonnenholzner llamó a penar los delitos contra la vida en un régimen de máxima seguridad y a limitar el ingreso al país de extranjeros con antecedentes judiciales. Por su parte, Daniel Novoa propuso dar “herramientas” y “respaldo” a las Fuerzas Armadas y “volver al sistema de jurados” para juzgar delitos de crimen organizado y corrupción.

El candidato y exvicepresidente fue acusado por su rival correísta de ser responsable de la actual crisis de seguridad: “¿Saben cuándo empezó esto? Cuando el señor Sonnenholzner le quitó 3.000 millones de dólares a la seguridad del Estado. Ahí empezaron las muertes, la tristeza y el dolor de salir a las calles sin seguridad”, afirmó.

Otro candidato, el indigenista Pérez, defendió llevar adelante “acciones preventivas, disuasivas y de represión”, con “mano firme contra el crimen organizado”, pero “a la vez también con mano extendida para llegar con maestros, con médicos, devolverles el trabajo, devolver las políticas sociales”.

A su turno, Hervas defendió la militarización de puertos y aeropuertos. Dijo que “Ecuador se volvió un país exportador de droga colombiana”, por lo cual es necesaria esa militarización, y “también un país de consumidores”, y, por lo tanto, se debe abordar “el consumo de droga como un tema de salud pública”.

Otros ejes temáticos fueron la sostenibilidad y el ambiente, la institucionalidad, la situación social y la economía. A lo largo del debate se repitieron las críticas al actual gobierno, y la defensa por parte de González a la administración de Correa.

También atravesó el debate el asesinato de Villavicencio. “Aquí nos falta un candidato que fue asesinado porque era una persona valiente, que decidió enfrentar la corrupción”, dijo Hervas.