En una reunión en Jerusalén, en la que participaron 11 ministros del gabinete del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y 15 legisladores ultraderechistas, se llamó a construir asentamientos judíos en la Franja de Gaza y promover la emigración de la población palestina.

Según informó el diario Haaretz, un vocero de la cancillería de Francia manifestó que ese país espera que “las autoridades israelíes rechacen con claridad esa posición”. A su vez, un portavoz de la seguridad nacional estadounidense señaló que su país “no apoya una reocupación israelí de Gaza”. Este funcionario, que el diario no identificó, dijo que le toma la palabra de Netanyahu cuando dice que Israel no tiene intención de volver a ocupar Gaza, pero señaló que la retórica desplegada en la reunión fue “incendiaria e irresponsable”.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, consideró que el acto fue “una vergüenza para Netanyahu”, a quien acusó de haber sido “arrastrado sin rumbo por los extremistas”, según citó la agencia Efe. Para Lapid, hechos como este afectan la imagen internacional de Israel, “suponen un daño a un posible acuerdo, ponen en peligro a los soldados del Ejército israelí” y son “una irresponsabilidad terrible” por parte del gobierno.

Uno de los participantes en ese encuentro, al que asistió una multitud de militantes de extrema derecha, fue el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que reside en una colonia en Cisjordania. Manifestó que el gobierno de Israel “debería fomentar la emigración voluntaria” de la población de Gaza y recolonizar ese territorio palestino.

“Debemos alentarlos a que se vayan”, dijo. “Es el momento de regresar a casa, de construir colonias”, agregó. Estas declaraciones tienen lugar cuando la ofensiva israelí en Gaza causó el desplazamiento de más del 90% de la población de ese enclave y dejó más de 26.000 muertos y 65.000 heridos.

Otro de los presentes en el acto que tuvo lugar el domingo en el Jerusalem International Convention Center, convocado bajo el nombre “Conferencia por la victoria de Israel: los asentamientos traerán seguridad”, fue el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich. “Si Dios quiere, nos asentaremos y seremos victoriosos”, dijo, y agregó: “Debemos asegurarnos de que [los israelíes] regresen” a Gaza “como colonos para proteger al pueblo de Israel”.

Seis de los ministros que asistieron a este encuentro son integrantes de Likud, el partido del primer ministro. Uno de ellos, el de Comunicación, Shlomo Karhi, también llamó a “alentar la emigración voluntaria”, publicó The Times of Israel.

La reunión fue organizada por un grupo que promueve los asentamientos en territorios palestinos, Nachala, y por el Consejo Regional de Samaria, nombre que da Israel a Cisjordania.

“Millones de refugiados de guerra van de un país a otro en todo el mundo. ¿Por qué no pueden irse de una tierra que convirtieron en un infierno y desde donde amenazan con destruir Israel?”, dijo Daniella Weiss, la líder de Nachala, según citó Efe.

Esa organización presentó un mapeo de los asentamientos que quiere construir, que incluyen lugares en las principales ciudades de la Franja de Gaza: Jan Yunis y la ciudad de Gaza.

Ben Gvir se refirió a Gush Katif, un bloque de asentamientos israelíes en la Franja de Gaza que fue evacuado en 2005, cuando el gobierno de Ariel Sharon dispuso que Israel se retirara de ese territorio, al que bloqueó por medios militares. “Tenemos que regresar a casa, porque eso es la Torá, eso es moralidad, eso es justicia histórica, eso es lógica y eso es lo correcto”, dijo.

También Smotrich aludió a los asentamientos en Gaza: “Tuve el privilegio de luchar contra la expulsión de Gush Katif y del norte de Samaria. Pagué por eso con mi propia libertad”, dijo, de acuerdo con The Times of Israel.

“Recibí una paliza en octavo grado cuando nos opusimos a la terrible locura de los acuerdos de Oslo. Gritamos hasta quedarnos roncos: ‘No les den armas’, y no nos escucharon”, dijo el ministro en referencia al proceso de paz entre israelíes y palestinos de la década de 1990.

En el acto del domingo participaron también rabinos influyentes, líderes de asentamientos judíos en Cisjordania y familias de soldados desplegados en Gaza, informó The Guardian. El periódico británico señaló que en el lugar se vendían camisetas con la leyenda “Gaza es parte de la tierra de Israel”.