Los domingos son días laborables en Cisjordania, pero el último fue una jornada de paro general. La medida fue convocada por Al Fatah, el partido del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, y varios sindicatos en repudio a una operación militar lanzada por Israel en el campo de refugiados de Nur Shams.

Este operativo, que comenzó el jueves 18 y se extendió por más de 50 horas, impidió a las ambulancias acceder al lugar hasta la noche del sábado y terminó con 14 muertos, tres de ellos menores de 18 años. Fue la mayor acción armada que ha desplegado Israel en Cisjordania desde que comenzó la guerra en otro territorio palestino, la Franja de Gaza.

La operación en Nur Shams, donde viven desde hace décadas palestinos que fueron desplazados de lo que hoy es el territorio israelí, incluyó aviones no tripulados, tropas terrestres y también excavadoras.

El ejército de Israel argumentó que se trató de una acción “antiterrorista” en la que abatió a diez milicianos y encontró armas y explosivos. Sin embargo, la oficina del alto comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recibió “informes según los cuales varios palestinos fueron asesinados ilegalmente y las fuerzas de seguridad israelíes utilizaron a palestinos desarmados para protegerse de los ataques y mataron a otros en aparentes ejecuciones extrajudiciales”, dijo su portavoz, Ravina Shamdasani. Agregó que durante la ofensiva se registró una “destrucción sin precedentes y aparentemente gratuita del campo y su infraestructura”, y decenas de personas fueron detenidas.

Un corresponsal de la agencia de noticias Efe informó que en una vivienda de Nur Shams, destruida por dentro y con sus pertenencias revueltas, pudo ver, junto a manchas de sangre, una pintada en hebreo en un armario. “¡¡¡Venganza!!!”, decía. Cerca estaba escrita la fecha “7/10”, en referencia al 7 de octubre, cuando Hamas lanzó un ataque en Israel en el que mató a 1.200 personas y secuestró a otras 240.

El operativo en Nur Shams no fue un caso aislado. Desde octubre las incursiones del ejército israelí se volvieron más frecuentes, al tiempo que aumentaron los ataques de colonos israelíes armados establecidos en tierras palestinas. Según cifras de la ANP, 486 palestinos murieron a manos de militares o colonos desde octubre, 159 de ellos en lo que va de 2024.

“La violencia de los colonos ha continuado con el apoyo, la protección y la participación de las fuerzas de seguridad de Israel”, denunció Shamdasani.

El lunes fue detenido un palestino de 21 años, Ahmed Dawabshi, sospechoso de haber matado a un israelí de 14 años, Benjamin Achimer, cuyo cadáver se encontró a principios de abril. Según comunicó el ejército, Dawabshi confesó el asesinato durante un interrogatorio.

Mientras se buscaba al responsable de la muerte de Achimer, decenas de colonos atacaron unas diez aldeas palestinas, en las que incendiaron casas y vehículos. En una de ellas, llamada Al Mughayyir, mataron a una persona e hirieron a 25.

Amnistía Internacional denunció una “oleada mortal de asaltos violentos” y manifestó que accedió a videos en los que se ve cómo el 13 de abril, en la localidad de Deir Dibuan, colonos prendieron fuego un vehículo ante la mirada de dos militares israelíes que los dejaron seguir adelante, o cómo levantaron una barricada en la principal carretera de acceso a ese lugar, también frente a militares que no hicieron nada para impedirlo.

La organización señaló además que los crímenes contra palestinos cometidos por el ejército no son investigados “con prontitud, exhaustividad ni independencia”.

De acuerdo con la ONU, desde el 7 de octubre se registraron más de 700 ataques de colonos, y en casi la mitad de los casos hubo presencia del ejército. Esta violencia dejó 17 palestinos muertos, 400 heridos y, según la organización israelí B’Tselem, unas 20 comunidades locales fueron desplazadas de sus hogares. A su vez, en ese lapso murieron siete colonos en enfrentamientos con palestinos.

“Después del 7 de octubre, las autoridades israelíes aumentaron las restricciones a la libertad de circulación en la Cisjordania ocupada”, afirma Amnistía Internacional en su informe anual sobre derechos humanos en el mundo. “Aplicaron leyes y políticas de segregación, privación y desplazamiento forzoso que intensificaron el opresor sistema de apartheid impuesto contra la población palestina”, agregó.

Sanciones internacionales contra colonos

El viernes 19 la Unión Europea aprobó sanciones contra colonos a los que considera responsables de “graves violaciones de los derechos humanos de los palestinos, incluida la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, según informó en un comunicado. También los responsabiliza por violar el derecho a la propiedad y a la vida privada y familiar de los palestinos.

Los sancionados son cuatro personas y dos entidades: el grupo supremacista judío de ultraderecha Lehava, y un grupo radical juvenil violento conocido como Juventud de las Colinas o Hilltop Youth. La sanción implica el congelamiento de sus activos y la prohibición para las personas de viajar a territorio de la Unión Europea.

El Consejo Europeo, además, manifestó su rechazo a la política del gobierno israelí de seguir impulsando esos asentamientos que son ilegales según el derecho internacional. Llamó a Israel a “intensificar los esfuerzos para prevenir la violencia recurrente de los colonos contra los palestinos y garantizar que los autores de los crímenes rindan cuentas”.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, dijo el lunes que en Cisjordania “se están incrementando los ataques contra los palestinos” y advirtió que las sanciones del bloque podrían ser ampliadas.

La violencia de los colonos ha sido repudiada incluso por el principal aliado de Israel, Estados Unidos, que ha sancionado a algunos de sus líderes. El viernes 19 sumó a esa lista a Ben Zion Gopstein, fundador de Lehava. “Bajo el liderazgo de Gopstein, Lehava y sus miembros han estado involucrados en amenazas y actos de violencia contra los palestinos”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

Dos días antes, Washington había sancionado a dos entidades, el Fondo Monte Hebrón y Shlom Asiraich, por recaudar fondos en nombre de otros colonos sobre los que ya pesaban sanciones, dos “extremistas responsables de la destrucción de propiedades, asaltos a civiles y violencia contra palestinos”, según informó un comunicado del Departamento del Tesoro. El texto incluyó un llamado a Israel a impedir esos ataques y advirtió que Estados Unidos podría adoptar más medidas.

El fin de semana, medios estadounidenses informaron que el gobierno de Joe Biden podría anunciar “en cuestión de días” sanciones contra el batallón ultraortodoxo del ejército israelí Netzah Yehuda, que Washington investiga desde 2022 por supuestas torturas y ejecuciones extrajudiciales, y que ha integrado en sus filas a miembros de Juventud de las Colinas, informó Europa Press.

En este caso, las sanciones también impedirían a ese batallón recibir asistencia o entrenamiento militar estadounidense, porque una ley prohíbe brindarlo a fuerzas extranjeras acusadas de violar los derechos humanos.

Esta posibilidad generó reacciones del gobierno de Benjamin Netanyahu y del ejército israelí, que manifestó que Netzah Yehuda “participa ahora en la guerra en la Franja de Gaza con valentía y profesionalismo” y es un “batallón líder en la integración de combatientes ultraortodoxos”, pese a que los judíos ultraortodoxos están eximidos de hacer el servicio militar en Israel.

“Nadie nos enseñará qué es la moral”, dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que afirmó que este batallón cumple con “los valores de las Fuerzas de Defensa de Israel”. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, calificó la posible decisión estadounidense como una “absoluta locura”, y el titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, afirmó: “Las sanciones a nuestros soldados son una línea roja”.

El propio Netanyahu advirtió que su gobierno actuará “por todos los medios” para evitar una medida como esta y agregó: “Mientras nuestros soldados luchan contra monstruos terroristas, la intención de imponer sanciones a una unidad del ejército es el colmo del absurdo”.

Las cárceles de Ben Gvir

La semana pasada se conmemoró en Cisjordania el Día anual del Prisionero Palestino. De acuerdo con la agencia Efe, a partir de los ataques de Hamas, el número de palestinos en cárceles israelíes pasó de 5.300 a 9.300, de los cuales 3.600 se encuentran en “detención administrativa”, una figura creada hace años por Israel que le permite detener a palestinos por largos períodos sin presentar cargos en su contra.

La Sociedad de Prisioneros Palestinos, una organización civil, informó a France 24 que 80 de los detenidos son mujeres y más de 200 son menores de 18 años.

En las cárceles de Israel murieron desde octubre 14 presos palestinos, entre ellos Walid Daqqa, cuyo caso se hizo público a comienzos de abril. Murió de cáncer a los 62 años después de pasar 38 años en prisión por el asesinato de un soldado israelí. Según denunció Amnistía Internacional, se le negó la posibilidad de acceder a un hospital civil y a un trasplante de médula ósea que podría haberle salvado la vida. El cuerpo de Daqqa, al igual que el de otros 25 palestinos muertos en prisiones de Israel, sigue retenido y no fue entregado a su familia.

La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, pidió información al gobierno sobre un deterioro en las condiciones de detención de los palestinos desde octubre. En respuesta, el ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir, manifestó en Twitter: “Continuaré haciendo que sus condiciones estén dentro de la ley y endureciéndolas aún más. Se acabaron los días en que los terroristas celebraban en las cárceles”.

Para Ben Gvir, la fiscal general “se comporta como si no viviera en el Estado de Israel y no hubiera visto lo que esos malditos terroristas nos hicieron el 7 de octubre”.

Este ministro, uno de los más extremistas en el gabinete de Netanyahu, defendió la pena de muerte para “terroristas” como medida para descongestionar el sistema carcelario, superpoblado por la detención masiva de palestinos, informó Europa Press. En su cuenta de la red X, Ben Gvir, que está a cargo de las cárceles, celebró que el gobierno hubiera aprobado una iniciativa para construir 936 plazas más en las cárceles para presos por delitos contra la seguridad nacional y agregó: “La pena de muerte para los terroristas es la solución correcta al problema del encarcelamiento, hasta entonces, estoy contento de que el gobierno haya aprobado la propuesta que traje”.

Otro de los ministros de extrema derecha, Smotrich, manifestó que es necesario que Israel actúe con mayor dureza contra Cisjordania y su gobierno. En una carta dirigida a Netanyahu, cuestionó que el gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, “le haya dado la espalda a Israel” con la “imposición de sanciones a los colonos”, y también rechazó “el tono duro de los líderes de los países europeos contra Israel en el contexto de la guerra en Gaza”.

“Es hora de abordar la hipocresía de la Autoridad Palestina”, dijo, y agregó que el gobierno de Mahmoud Abbas “está trabajando con el fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya para emitir órdenes de arresto contra altos funcionarios israelíes”.

Smotrich dijo que si esa corte emite una orden de captura internacional contra un “ciudadano o soldado israelí” o si la ONU toma “una decisión unilateral” para reconocer al Estado palestino, Israel debería cortar los fondos palestinos a la ANP y tomar medidas contra los bancos que los transfieran a Cisjordania.