La lucha de clases no sólo existe, sino que es mi clase la que la está ganando. Warren Buffet, la tercera persona más rica del mundo en 2017.

El escenario político está preñado de campaña electoral. Nada hay definido, se prevé una compulsa pareja. Por un lado, la continuidad de un plan país exitoso al transferir en tres años de gobierno 1.000 millones de dólares en retribuciones salariales y jubilatorias percibidas hasta 2019 hacia el sector financiero y agroexportador.1 Por el otro, un proyecto que debería revertir esto e intentar realizar un cambio de matriz productiva con justicia social.

Expondremos aquí algunas ideas fuerza que a nuestro juicio colocarían a Antel en consonancia con los objetivos anteriormente mencionados del segundo proyecto. Esperamos aportar un granito de arena en dirección a ir torciendo el diagnóstico hecho por Warren Buffet.

Uruguay, parte de un mundo en cambio

A partir de 1990, Estados Unidos impulsó una plataforma económica para el mundo, el llamado “Consenso de Washington”. Los organismos de crédito internacional (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros) pusieron proa a imponer al resto del mundo este programa:

  • Liberar el comercio exterior.
  • Limitar el déficit fiscal.
  • Liberar la inversión extranjera.
  • Privatizar toda empresa estatal.
  • Desregular el mercado laboral.

El intento –derrotado en las urnas– de privatizar Antel del anterior gobierno herrerista en 1992 se inscribió en este esquema.

Poco más de 20 años después, las consecuencias son vistas críticamente por la dirigencia americana. La financiarización extrema de las economías occidentales llevó, impulsada por la búsqueda del mayor rendimiento posible para el capital, a trasladar masivamente puestos de trabajo hacia países con mano de obra barata. Por el mismo motivo Occidente perdió el control sobre cadenas de suministro estratégicas: China aporta el 80% de las tierras raras que consume Occidente. Emergió China, una economía dirigida por el Estado, como gran contendor global. La iniciativa de la “Ruta de la Seda” preside lo que algunos no dudan en calificar como la mayor reorganización de Eurasia desde Genghis Khan.

Jake Sullivan,2 consejero de Seguridad Nacional y principal arquitecto de la política exterior de Joe Biden, luego de reconocer que los beneficios otorgados en el período al sector golpearon la capacidad industrial de Estados Unidos y provocaron una excesiva dependencia del actual contendor sistémico, propone cambiar el “Consenso de Washington” por un nuevo “New Deal”. Sustituir el concepto de “eficiencia” por el de “resiliencia”, una estrategia industrial que identifique sectores críticos para el crecimiento económico en que la industria privada por sí sola no sea capaz de realizar las inversiones necesarias y desplegar allí fuertes inversiones públicas.

Los uruguayos hemos demostrado en diversas oportunidades el papel estratégico que les asignamos a las empresas estatales como herramienta de desarrollo, soberanía y justicia social. No hay duda de que en el terreno del cambio en la matriz productiva jugarán un rol subrayado. El movimiento a escala mundial hacia una mayor intervención del Estado en la economía resignificará el concepto en el medio local, ya que el discurso en contrario quedará constreñido en el período a un apriorismo ideológico. El punto de vista de este trabajo no es el de promover la estatización de esferas de la economía que hoy actúan en el dominio privado, sino la actuación de las empresas del Estado en áreas que requieran un importante uso de conocimiento de alta calidad e importante respaldo financiero de origen.3

Tres dimensiones de una estrategia para Antel

1. Continuidad del Antel batllista

La participación de Antel en el mercado de las telecomunicaciones es extremadamente relevante. En su papel como empresa estatal asegura el servicio tanto en telefonía móvil como en ancho de banda fijo y acceso a internet como un derecho humano universal. En el desarrollo de su actividad obtiene retornos significativos que se destinan a Rentas Generales y son fundamento material para el conjunto de las políticas sociales. Su importante envergadura le permite al país tomar decisiones soberanas en la materia que le ocupa.

Sin embargo, la perspectiva estratégica es poco halagüeña. Los dos grandes negocios de Antel han estado o están por alcanzar su nivel de saturación. La cobertura en fibra óptica al hogar ya se acerca al 100%, hay 4,5 millones servicios celulares a nivel nacional para una población de 3 millones de habitantes. Las posibilidades de crecimiento son marginales. Price Waterhouse ya en 2016 predijo la reducción paulatina del retorno en los operadores globales de telecomunicaciones.4

En la práctica –por ahora– el monopolio sobre la fibra óptica al hogar existe de hecho. Pero el abuso sobre una renta monopólica agregada a los resultados de la operativa podría precipitar la activación de otros actores, seguramente enmarcada en una campaña que dañaría fuertemente a la empresa. Sólo la creación de nuevas líneas de negocio permitirá que la empresa mantenga su liderazgo en el mercado y pueda seguir cumpliendo su rol “batllista”, tan caro a los uruguayos.

2. Los nuevos negocios

Nuevas aplicaciones. En la gestión anterior había conciencia de las dificultades mencionadas, por lo que se comenzó con la puesta en práctica de nuevos negocios “atípicos” –en el sentido de la práctica histórica de la empresa–, apoyados en el prestigio de la marca Antel y en la ventaja de ser el operador con mayor penetración de mercado.

Tales fueron los casos de emprendimientos como Tickantel y la billetera electrónica (TuApp). Como era previsible, la actual administración abandonó por completo la apertura de otras iniciativas.

Recuperar la iniciativa en la elaboración de este tipo de servicios requerirá de una actitud empresarial que asuma riesgos y acepte los fracasos inevitables en cualquier ambiente de innovación.

Contenidos. Este es un tópico en el que Antel ha incursionado de forma aún bastante tímida. El porte económico de Antel debería permitirle negociar con los poseedores de los derechos con mucho más peso que cualquier competencia nacional. El cuidado de la posición de los cableoperadores ha perdido significado por un tema de reciprocidad, luego de su habilitación legal para incursionar en el negocio de la banda ancha al hogar.

Computación en la nube. Los centros de procesamiento de datos (CPD) que posee Antel –y que pueden ser ampliados– han funcionado muy bien, alojando servidores de importantes empresas, y ofrecen garantías de seguridad acordes a la normativa internacional. La proximidad geográfica y la alta calidad de la red de Antel aseguran estándares de ancho de banda y latencia que dan cierta ventaja sobre operadores globales –por ejemplo, en materia de videojuegos, telemedicina quirúrgica humana o animal– o aplicaciones asociadas a equipamiento o maquinaria donde los retardos sean fatales. La cercanía humana ofrece al cliente local una flexibilidad que no va a encontrar en operadores internacionales. La mesa está servida para extender esta área, que se potenciaría fuertemente con el resto de las líneas de negocio.

Analítica de datos, uso de inteligencia artificial. El análisis del tráfico en la red aporta información altamente valiosa. Potenciada con el uso de inteligencia artificial, puede darnos proyecciones certeras en cuanto a las direcciones de crecimiento a futuro, conocimiento indispensable para la planificación de inversiones. Puede también dar perspectivas más probables de fallas en el equipamiento, de modo de poder afinar en el criterio de urgencia de los puntos a atender de la red, modificando el paradigma de la atención regular y periódica, que implica un gran recurso humano. Estos ejemplos de aplicación en procesos internos de la empresa tienen valor económico obvio y cuantificable. Pero también puede pensarse en análisis de datos que tenga valor para diversos tipos de clientes. El desplazamiento geográfico del tráfico sería una herramienta insustituible para planificar los recorridos del transporte colectivo, la sincronización inteligente e instantánea de los semáforos, la logística de plazas en hoteles y restaurantes y un sinfín de aplicaciones imposibles de imaginar en este momento. Esto representa un cambio en el paradigma de comercializar productos previamente diseñados y terminados, llevándonos a la idea de ejecutivos de venta que puedan diseñar productos a medida del –y junto al– cliente. Trae también problemas en el terreno de la ética y el derecho que habrá que tomar seriamente. Simultáneamente, la automatización de procesos técnicos y comerciales obligará a estudiar con sumo cuidado la reducción de la jornada de trabajo.

La red 5G e internet de las cosas. La optimización de la red 5G en cuanto a acceso a internet de baja latencia y gran ancho de banda requiere una alta densidad de radio bases –pudiendo llegar a una por manzana–, el uso de la red de fibra óptica y mejoras en el equipamiento ya existente. Las exigencias del pliego de la subasta de espectro –70 estaciones en un año, dos estaciones por departamento al segundo año, etcétera– no prevén un desarrollo rápido de la tecnología. Sin embargo, existen otras aplicaciones para 5G que no requieren de ese despliegue territorial. Las redes 5G privadas permiten la automatización de procesos a gran escala (industria 4.0, puertos, grandes corredores de transporte ciudadano). El diseño y soporte técnico de tales procesos de automatización abre un nicho de negocio importante para Antel. Asimismo, el concepto de internet de las cosas, referido mayormente al control o soporte técnico a distancia de maquinaria o procesos humanos, tales como la telemedicina, que puede tener menores requerimientos en cuanto a latencia y ancho de banda que los asociados al 5G, puede incrementar la oferta de servicios a medida para un sinnúmero de clientes potenciales de la empresa.

Sólo la creación de nuevas líneas de negocio permitirá que Antel mantenga su liderazgo en el mercado y que pueda seguir cumpliendo su rol “batllista”, tan caro a los uruguayos.

3. Nuevo perfil de ingreso y soporte a un Sistema Estatal de Innovación.

El cambio de la matriz productiva del país requerirá una fuerte concentración de conocimiento y recursos humanos. Seguramente, al igual que Antel, todas las empresas industriales del Estado tomarán rumbo hacia una alta calificación del recurso humano. Un verdadero Sistema Estatal de Innovación debería poder integrar este capital de modo de asegurar que esté disponible donde se necesite, sin necesidad de duplicar recursos. Por ejemplo, que el crecimiento de Antel en materia de Ingeniería de Telecomunicaciones, Control Automático, Tecnología de la Información, Derecho y Diseño Económico en materia de verticales de negocio –especialmente las que utilizan inteligencia artificial– sean accesibles para el resto de las empresas, y viceversa. Cierto sobredimensionamiento inteligente de este capital humano habilitaría diseños de política tecnológica en áreas donde los agujeros son bastante visibles, como seguridad y defensa. El contacto profesional entre las nuevas generaciones de personal militar o policial con buena calificación técnica y su contraparte civil podría sumar a un proceso de integración democrática de las Fuerzas Armadas y policiales, asunto no concluido aún.

Los riesgos que supone actuar en los sentidos aquí expuestos requieren de un apoyo político muy fuerte. Las empresas que innovan saben que el porcentaje de emprendimientos que salvan la prueba económica es bajo y deben superar con creces las pérdidas que generen las otras iniciativas en curso (las perdedoras, por así decirlo). La búsqueda de socios tanto en la esfera pública como la privada, ya sea nacional como global, debe ser considerada seriamente para amortiguar al máximo las consecuencias políticas y económicas del factor riesgo.

Para finalizar

El próximo gobierno coincidirá con grandes cambios de paradigma a nivel mundial: en el juego de alianzas global, en la valorización de la intervención del Estado en la economía, en los instrumentos tecnológicos al alcance. Pueden pensarse muchos escenarios en los que batallar para acercarnos a un país más democrático, socialmente justo y soberano. Todos tienen un denominador común: la construcción de un material humano de alta calidad. Está fuera del alcance de este trabajo valorar en profundidad la existencia de un sistema educativo de calidad, en particular de una universidad pública como la Universidad de la República, de larga trayectoria y prestigio en lo que refiere a investigación original. El cambio en la matriz propuesto supone la existencia del capital humano requerido, y a su vez debe producir en el propio proceso del trabajo ese capital. Las ideas aquí expuestas pretenden ser un diseño de camino posible.

Fernando Trías es ingeniero.


  1. la diaria, 30/01/23: “La pérdida del conjunto de trabajadores frente al capital sumó 1.000 millones de dólares en 2022 con relación a 2019”, Fernando Isabella. 

  2. https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2023/04/27/remarks-by-nationalsecurity-advisor-jake-sullivan-on-renewing-american-economic-leadership-at-the-brookings institution/ 

  3. Es más, una vez puesto en producción un emprendimiento así incubado, puede buscarse distintos tipos de participación posterior. No es descartable la venta de acciones reservando una parte para el Estado. Dependerá en gran medida del carácter estratégico del proyecto. 

  4. Marx explicó esto a través de la llamada Ley de Reducción Tendencial de la Tasa de Ganancia. En un mercado sin posibilidad de crecimiento la búsqueda de ganancias extraordinarias lleva a la compra de capital fijo (maquinaria, software) que elimine puestos de trabajo. El resultado es una pérdida gradual del valor generado tanto en la empresa que comienza el proceso como en la competencia, que antes temprano que tarde se pone a tiro con la tecnología. La reducción de la Tasa Global de Ganancia es consecuencia de este fenómeno, que es estructural al capitalismo.