Mañana la Mesa Representativa del PIT-CNT considerará la postergación del XI Congreso, que estaba previsto para los primeros días de agosto. La nueva fecha podría ser entre mediados de setiembre y principios de octubre, y los argumentos esgrimidos para fundamentar el cambio son la falta de documentos previos y el retraso en la presentación de las listas de delegados, que por estatuto deben estar 60 días antes.

Que nunca

En el último Congreso, en 2008, tras intensas negociaciones se acordó una integración del Secretariado Ejecutivo (SE) que incluyó a las corrientes más críticas con la dirección del PIT-CNT. Eso significó la inclusión de Mabel Lolo (ADEOM) como titular y de José Matto (sindicato de los trabjadores postales) como suplente. Lolo dejó de asistir a las reuniones semanales, pero no hubo acuerdo en cuanto a qué corriente representaba que permitiera determinar cómo sustituirla. La anterior dirección de ADEOM entendió que el cargo era del sindicato y eso impidió que Matto pudiera acceder al SE, como estaba previsto en el acuerdo del X Congreso. “Yo no quisiera ni hablar de eso, pero cuando se fue a definir, la compañera Mabel planteó que no compartía lo que se había acordado en nuestra corriente, que eso era de ADEOM, y, sinceramente, nos dejaron pagando. El verdadero acuerdo era que si mañana esa tendencia perdía la dirección de ADEOM el cargo era para algún sector de la corriente. Lo que hicimos en el congreso pasado fue una corriente de agrupaciones y sindicatos clasistas, pero ahora hace tiempo que no nos reunimos y no sé lo que va a pasar de cara a este congreso”, comentó Matto, quien aunque no pertenece a la Tendencia Clasista y Combativa pero reconoce acordar “en algunas cosas” con esa corriente.

Pero también existe preocupación por el incremento de la confrontación por parte de las patronales en el último período y por algunas decisiones del gobierno que generan desconcierto en la interna sindical. Estos cambios coyunturales van a estar presentes en el debate del Congreso y determinan un reacomodo de las posiciones de las distintas corrientes sindicales que se expresan en la dirección de la central. Además este congreso será distinto al anterior (2008) en su conformación y plantea una serie de desafíos para la actual dirigencia.

El permanente crecimiento del padrón de afiliados desde 2005 permite que participe en esta instancia 100% más de delegados que en 2008. La mitad de los congresales nunca participaron en un congreso: son jóvenes, con experiencia sindical reciente, ajenos a las corrientes y sus disputas, y han forjado su activismo a instancias de la reinstalación de los Consejos de Salarios.

Esta constatación, según fuentes sindicales, genera expectativas positivas pero también incertidumbre, ya que podría alterarse la actual correlación de fuerzas al momento de votar documentos estratégicos y de definir la integración de la futura dirección. Pero además de estos desafíos, los últimos posicionamientos del gobierno han acercado a las distintas corrientes sindicales, generando un escenario en el que los acuerdos parecen más probables que en años anteriores.

Incertidumbres y certezas

La caracterización del segundo gobierno del Frente Amplio (FA) es uno de los debates claves en esta etapa. Gustavo Signorele, de la corriente Articulación, señala: “Han pasado muchas cosas en los últimos tiempos, como lo [ocurrido en torno] de la Ley de Caducidad y otras que no están dilucidadas. La interna del FA se ha trasladado al movimiento sindical y esto ha generado cosas que todavía no formulamos”.

En Articulación militan dirigentes del Frente Liber Seregni, de la Vertiente Artiguista, del “ala renovadora” del Partido Socialista (PS) y frenteamplistas independientes. “Queremos hacer un documento único antes del Congreso como el que presentamos cuando el paro general del año pasado”, dice Signorele.

El 7 de octubre de 2010, se produjo el primer paro general de 24 horas bajo la administración de Mujica y la convocatoria generó fuerte debate en la central. En aquel momento Articulación consideró la medida como un “error táctico” y tácitamente respaldó la gestión de Mujica. Pero las más recientes decisiones del gobierno parecen haber matizado las posturas: Signorele opina que la conducción del país es “totalmente distinta". "Hemos tenido, en lo que va de este gobierno, más diferencias que con el anterior en todo su período. Con Vázquez se aprobaron más de 30 leyes a favor de los trabajadores, en éste ya está todo ese bagaje y los temas son otros -por ejemplo, cómo generás ámbitos para la profundización de los cambios-, y no es que para el anterior haya sido más fácil, son gobiernos distintos”, señaló.

Edgardo Oyenart, coordinador del Secretariado Ejecutivo (SE) de la central e integrante del Frente Sindical León Duarte (Partido po la Victoria del Pueblo, PVP), considera que el gobierno "arriba a una serie de cruces de caminos". "Como corriente criticamos algunas decisiones que se están tomando. El tema de los derechos humanos es el más claro. Pero criticamos los procesos de redistribución de la riqueza, que son insuficientes, es cuestionable la importancia de la inversión extranjera como motor del desarrollo. El protagonismo del Estado en las inversiones en infraestructura es trascendente”, enumeró.

El PVP integra el Espacio 609 con el MPP y tienen alianzas en varios sindicatos, entre ellos AEBU. El Frente Nacional de Trabajadores (FNT) del MPP debatirá hoy su posición respecto de la postergación. El emepepista Jorge Taborda dijo que "en primera instancia" conversarán con los integrantes del Espacio 609 y del PVP para "ver qué posibilidades tenemos de enfrentar juntos este congreso". "Pero eso no implica que después podamos hacer alianzas con otros sectores. Tenemos avanzada nuestra visión del movimiento sindical y la posibilidad de redactar un documento que defina posiciones para contraponer y llegar a acuerdos”, puntualizó.

Taborda prevé que será un congreso muy “fuerte” porque “hay inestabilidad" en la forma como plantea el gobierno su política y “últimamente ha generado más incertidumbres que certezas". "Habrá mucha discusión y si el movimiento sindical determina, resuelve y ejecuta bien, o bien va a generar confrontación con el gobierno o bien éste va a tener que recapitular algunas acciones”, vaticinó.

Las corrientes y su peso

Jorge Bermúdez, miembro del SE y del PCU, señaló que su gremio (la Federación Uruguaya de la Salud) elaboró un documento, pero es un “caso excepcional”. Esta carencia tiene que ver con una “situación de debilidad” de las corrientes. “Si tuvieran claro hacia dónde ir ya tendríamos documentos. El estatuto es muy claro cuando habla del necesario equilibrio entre las corrientes de opinión, los sindicatos y los cuadros sindicales; pero hay un desbalance porque el peso de las corrientes es mayor del que realmente tienen. Además la caracterización del gobierno especialmente favorable a los intereses de los trabajadores tiene contradicciones que están chocando con las definiciones del movimiento sindical, por lo tanto no es tan simple como decir 'éste es nuestro gobierno'”, manifestó.

Bermúdez dijo que “uno de los temas de discusión debe ser el funcionamiento de los organismos de la central, la representatividad que tienen las corrientes de opinión y cuál es el papel que tienen que tener los sindicatos de base”. Según el dirigente de la FUS, el sindicalismo ha explerimentado cambios. “Soy de un gremio con 25.000 afiliados, integro una dirección que lo dirige desde hace 15 años y que ha ganado en los últimos siete congresos, y hay compañeros que no tengo idea de a qué partido votan, entonces, ¿cuál es el peso de las corrientes de opinión?”, interrogó.

En esa línea, el 4 de junio el PS llevó a cabo un activo sindical y elaboró un documento que dice que hay “una visión referida a determinadas corrientes de opinión -cosa que es explicable- que no obstante no reflejan totalmente […] el crisol de vertientes que enriquezcan y contribuyan al necesario impulso y desarrollo de nuestra central, fundamentalmente en el interior del país”.

Óscar López (PS), del sindicato portuario, explicó: “Tenemos una visión común como socialistas y en función de eso buscaremos las alianzas con todos en general”.

López y el sindicalista Carlos Cachón no se identifican con Articulación pero participaron recientemente en una reunión de esa corriente “para tomar nota”. “Nuestra corriente es el frente sindical del PS, hay quienes están en Articulación, eso no incompatibiliza nuestra puesta en común. Lo que tenemos en el PS es una visión amplia de los acuerdos con las demás corrientes políticas. No tenemos planteado asociarnos porque sí, sino con una causa”, argumentó.

López plantea ejes fundamentales de la discusión: la Concertación Nacional para el Desarrollo como instancia de acumulación de fuerzas, la tecnificación de la mano de obra, la organización por ramas de actividad y la mejora de la comunicación del PIT-CNT, con la exigencia de contar con una onda televisiva o radial de alcance nacional.