Fue un debate de muchas acusaciones y poquísimas propuestas concretas. Cada uno de los candidatos expresó cuáles serían sus programas de gobierno en líneas gruesas, y en algún caso hasta coincidían, por ejemplo en cuanto a aumentar los recursos de las fuerzas de seguridad para enfrentar el narcotráfico o en destinarlos a disminuir la pobreza. El candidato de la alianza opositora Cambiemos, Mauricio Macri, responsabilizó al oficialista Daniel Scioli por las políticas que el gobierno nacional llevó o dejó de llevar adelante. En respuesta, Scioli dijo varias veces que Macri estaba allí para debatir con él. “No pierda su tiempo en querer debatir con un gobierno que termina el 10 de diciembre”, insistió.

La estrategia de Scioli incluyó poner sobre la mesa los antecedentes de Macri y sus posturas en temas como las privatizaciones, las políticas de salud y la economía. Además, aseguró que “detrás del cambio” al que el opositor alude en su campaña “hay una gran mentira”, porque “cuando se le saca el velo al cambio aparece esto: libre mercado, ajuste, devaluación, endeudamiento”.

En el primer tema, desarrollo económico y humano, Macri comenzó hablándole al televidente -“a vos, que estás en tu casa”- y subrayó que es necesario “poner en marcha” la economía argentina. Pero en los últimos 20 segundos de los dos minutos que tenía asignados, se dirigió a Scioli para reprocharle su ausencia en el debate anterior. En su turno para preguntar, Scioli dijo que las “ideas, decisiones y propuestas” de Macri son “un peligro para el conjunto de la sociedad”, y preguntó quién va a pagar los costos del ajuste que implica la política monetaria que propone el candidato opositor.

Scioli, además, recordó el pasado de Macri, dijo que no apoyó la recuperación de YPF ni de Aerolíneas Argentinas ni tampoco respaldó la creación de empresas estatales. “Aquí hay un triángulo del progreso formado por empresarios, trabajadores y Estado con políticas públicas, y otro de retroceso: fondos buitres, Fondo Monetario Internacional [FMI] y las propuestas del candidato de Cambiemos”, dijo. La respuesta de Macri fue: “Daniel: ¿en qué te han transformado? Parecés un panelista de 678”.

En el segundo tema de debate, educación e infancia, el intercambio fue en términos similares: Scioli reivindicó la participación del Estado en las políticas educativas y los programas para popularizar la educación, mientras que Macri recriminó al oficialista los problemas educativos que enfrenta Argentina en el plano nacional y le preguntó cómo podía ser que nunca hubiera “podido cumplir los 180 días de clase” en la provincia de Buenos Aires.

El tercer tema, seguridad y derechos humanos, se redujo a la cuestión del narcotráfico, sin que se mencionaran temas vinculados a los derechos humanos, ni siquiera aquellos referidos al pasado reciente. En este punto fueron llamativas las coincidencias en cuanto a la formación de las fuerzas de seguridad y el blindaje de fronteras, a la vez que se reiteraron las acusaciones mutuas: Macri preguntó a Scioli por qué no se llevaron adelante esas propuestas durante los gobiernos del Frente para la Victoria, mientras que, a su turno, Scioli le preguntó: “Si todavía no pudiste resolver el problema de los trapitos [cuidacoches], ¿de verdad creés que la gente te va a creer que vas a poder solucionar el problema del narcotráfico?”.

La amplitud del último tema, fortalecimiento democrático, permitió que los candidatos incluyeran preguntas acerca de temas que habían quedado pendientes, ninguna de las cuales fue respondida. Macri preguntó a Scioli si va a promover la aplicación de la cláusula democrática del Mercosur contra Venezuela. Scioli preguntó a Macri si va a continuar con la política de derechos humanos instaurada por los gobiernos del Frente para la Victoria en cuanto a memoria, verdad y justicia, y recordó que funcionarios que trabajaron en el gobierno de Macri fueron procesados por escuchas ilegales a víctimas del atentado de la AMIA.

Macri llamó a los argentinos a apoyarlo e insistió en que el momento es ahora, mientras que Scioli les pidió a los trabajadores que lo votaran en defensa propia.