El roce de los tenedores y cuchillos sobre los platos de cerámica resonaba en el almuerzo que ofreció este miércoles la Asociación de Dirigentes del Marketing (ADM), en el que el presidente Luis Lacalle Pou hizo un balance sobre los tres años que van del período, así como del surgimiento de la coalición multicolor y de su funcionamiento, punto en el cual reconoció que hay “matices” que considera saludables.

Con los números a la vista, Lacalle Pou afirmó que puede hablar de “optimismo” porque “está claramente demostrado que se puede ser respetuoso de los dineros públicos”. Dijo que la pandemia se llevó “miles de millones de dólares” pero por fuera de la “caja estructural” del Estado, puesto que en el Fondo Covid no sólo había fondos públicos, sino también privados.

En ese marco, se animó a delinear por dónde va a ir la próxima Rendición de Cuentas, que será la última en la que el gobierno podrá aumentar el gasto. Con la atenta mirada de la encargada de llevar adelante los números, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, el mandatario adelantó que este año el aumento del gasto se lo llevará, especialmente, todo lo que refiere a salud mental y adicciones.

“Tenemos que hacer hincapié” en ello, en especial luego de la pandemia, señaló. “Quiero dejar un mensaje interno para la ministra de Economía. Ahora que se viene la Rendición de Cuentas hay que hacer un fuerte hincapié –ya era importante, pero se agravó después de la pandemia–, [en que] la proa de este gobierno rumbo a la Rendición de Cuentas tiene que estar puesta en salud mental y adicciones. Es el gran desafío que tenemos por delante. Después agarramos la calculadora”, advirtió, dando cuenta de que a ciencia cierta no está culminada la propuesta.

Lacalle Pou agregó más adelante, cuando se abrieron las preguntas al público, que Arbeleche se “va a caer de espalda” porque va a haber un aumento del gasto. “Esta Rendición de Cuentas ya tiene gasto, entramos a esta Rendición con gastos comprometidos del año pasado”, expresó, y lo graficó con los aumentos en los salarios de los militares y policías. “Son 300 millones de dólares más 150 millones de dólares [de las rebajas del IRPF y IASS ya aprobadas por el Senado]”, analizó.

La novel ministra de Salud Pública, Karina Rando, había dicho en su asunción que tendrá como prioridad para su gestión la salud mental. En cuanto a este aspecto, había comentado que ya cuenta con varias de las medidas que se van a tomar, “algunas de ellas” relacionadas a formar los recursos humanos que se desempeñan en la atención primaria para avanzar en el diagnóstico precoz.

“Los candidatos van a estar aliviados si se aprueba la reforma”

“Todo el espectro político dijo dos cosas: por un lado, que se necesita una reforma de la seguridad social y, por otro, que es urgente”. Así comenzó Lacalle Pou a hablar sobre la reforma jubilatoria que está a estudio de la comisión especial en la Cámara de Representantes y que espera que se apruebe cuanto antes. Según el presidente, antes de iniciar esta reforma hubo “diálogo” y “se consultó a todo el mundo: políticos, cámaras [empresariales], sindicatos... Todo lo que quisieron decir lo dijeron”. En ese sentido, sostuvo que están “convencidos” de que tienen que aprobarla para “generar confianza y certidumbre”. “Vamos a seguir adelante con la reforma de la seguridad social. Si yo fuera analista político diría que quien va a tener el costo político es quien no la apruebe”, señaló, en referencia al Frente Amplio (FA), que decidió no votar en general el proyecto, pero sí acompañar algunos artículos.

Según Lacalle Pou, Fernando Pereira –presidente del FA– y Yamandú Orsi –intendente canario–, que estaban sentados en una mesa a escasos metros de donde disertó el jefe de Estado, “están deseando” que se apruebe la reforma. “Los candidatos van a estar aliviados si se aprueba la reforma”, agregó luego, en alusión a Orsi, que aparece a la cabeza hasta ahora en las encuestas de intención de voto en el FA.

En una rueda de prensa, luego de la disertación del presidente, Pereira adelantó que en caso de que prospere la reforma y ellos sean gobierno en 2025, desde el FA buscarán derogar aquellos artículos con los que no estén de acuerdo. “Es un comentario político [el del costo político] que no tendría que haber hecho porque no puede estar en campaña. Cuanto más conocen los trabajadores que van a trabajar cinco años, [más] se ponen en contra de la reforma”, agregó, y se refirió a las encuestas de opinión pública que ubican al FA como primera fuerza política en intención de voto. A su vez, apuntó que, aparte del FA, quienes fueron “más críticos” con el proyecto del Poder Ejecutivo fueron los legisladores de Cabildo Abierto, quienes incluso amenazaron con no dar sus votos para que se apruebe en este período.