Este miércoles se presentó en la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) el proyecto piloto del primer edificio de madera que se construirá en Uruguay. Según contó el presidente de la ANV, Klaus Mill, la estructura se ubicará en Durazno, tendrá siete niveles y se hará a base de madera maciza de origen nacional. El objetivo es que las obras comiencen sobre fin de año, antes de la licencia de la construcción, y que finalicen alrededor del tercer trimestre de 2024.

El presidente de la ANV destacó que actualmente se están desarrollando capacitaciones para obreros, mediante un convenio realizado con el Instituto Cuesta Duarte y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional. De acuerdo a su relato, “esto es muy importante” porque despierta el interés de las empresas de la construcción y le aporta relevancia a un método “sustentable” en el que “interviene la industria forestal”.

Por su parte, el ministro de Vivienda y Desarrollo Territorial, Raúl Lozano, consideró que “este es un mojón más dentro de la hoja de ruta de la madera”. El jerarca dijo que en Rivera, San Gregorio de Polanco y otras localidades del país ya existen viviendas construidas con este material y que si no se desarrolló hasta ahora, fue “por la simple razón de que evidentemente Uruguay no era un país que tuviera madera”. Sin embargo, “ahora sí hay muchas áreas forestadas y tenemos la madera suficiente para poder dar trabajo a nuestra gente”, afirmó.

En ese sentido, el objetivo es “continuar desarrollando la industria” para aumentar el trabajo de la población, señaló Lozano. El ministro consideró que esta “se tiene que complementar con la industria privada”, pues es un sistema que funciona y que ha permitido desarrollar las distintas viviendas promovidas. Además, se refirió al cambio climático y expresó que el uso de este material colabora en la absorción de hidrógeno de carbono, “al revés de lo que la construcción tradicional hace” al emitirlo.

“La industria en madera tiene que ser una realidad”, afirmó Lozano. Ante “la sensación de que estamos exportando troncos y casas o muebles de madera”, surge la convicción de que “hay que sumarle valor agregado para darle trabajo a nuestra gente”, manifestó.

Diferencias

Por otro lado, durante la presentación del proyecto se explicó que el costo del metro cuadrado de madera no es más barato que el de los materiales usados convencionalmente. De hecho, el monto del plan piloto ronda los 3.200.000 dólares y “tiene el mismo costo que un edificio de estas características en construcción tradicional”, dijo Mill. Aun así, “hay que sumarle el tiempo”, porque “un edificio tradicional demora unos 15 meses aproximadamente”, mientras que uno de madera puede estar terminado en diez. Por lo tanto, “estamos bajando costos”, además de “aportando a la sustentabilidad, porque va a haber menos desperdicio de obra”, aseguró el presidente de la ANV.

Asimismo, consultado sobre el mantenimiento del material, Mill subrayó que sólo la estructura será de madera y que el revestimiento usará “casi los mismos materiales que se ven en la terminación de cualquier edificio”. Respecto de la posibilidad de que el plan sea replicado, el presidente de la ANV expresó que “hay una cantidad de factores que lentamente se van a sumar a este proceso”, pues, “sin duda, acá hay todo un cambio conceptual”.