Los banderines de colores en la fachada mostraban desde lejos el clima de festejo: este miércoles se inauguró La Casa de los Sueños, una propuesta sociocultural dirigida a personas en situación de calle.

La casona, ubicada en la esquina donde se entrecruzan las calles José L Terra y Martín García, estaba abierta de par en par y las personas recorrían las distintas propuestas que se ofrecerán a la comunidad. En una de las paredes se habían anotado todas las actividades que se realizarán de lunes a viernes, que van desde clases de yoga hasta talleres de serigrafía.

Walter Ferreira, uno de los coordinadores de la iniciativa, contó a la diaria que junto con Luis Parodi, exdirector de la Unidad 6 de Punta de Rieles y referente en materia penitenciaria, hace mucho tiempo que vienen trabajando en unir “ambos recorridos”. “Él con su trabajo en educación en cárceles, lo productivo y la salida, y yo que vengo trabajando con lo sociocultural en relación con la situación de calle en el programa Urbano y junto con la Universidad de la República en la generación del colectivo Ni Todo Está Perdido”, relató.

El objetivo de ambos fue “recrear” sus “propias prácticas” para poder trabajar en “los deseos de las personas”, que muchas veces “quedan de lado”. “En la puesta en práctica de cualquier dispositivo se trabaja más desde el emergente y desde determinados relatos, que son los relatos de la carencia, y no se toman en cuenta todas las potencias y los poderes que tiene esta gente”, explicó Ferreira.

Presentaron su propuesta a un llamado de innovación social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y resultaron seleccionados. La casa es un espacio abierto para que las personas “caigan con lo que tengan y puedan poner en palabras o en imágenes cuáles son sus deseos”, indicó Ferreira. Por medio de la “herramienta sociocultural, del arte y de la cultura”, se acompaña a la persona a buscar la mejor manera para que ese “sueño se transforme en un proyecto”.

Ferreira reconoció que “dicho así parece ambiguo”, pero en la práctica la idea es que “la gente que cae a la casa enseguida se empiece a relacionar y a pensar en cómo bajar a tierra algunas cosas que ya están presentes, latentes, en su existencia cotidiana. Todos y todas quienes llegan acá tienen alguna noción de para dónde arrancar, qué necesitan. Eso está”.

El colectivo acompaña esos procesos, hace un seguimiento de “los deseos y los pasamos a proyectos”. Por ejemplo, actualmente se está trabajando para crear una “comparsa de candombe, que esté liderada por las personas negras con las que hemos venido trabajando y que tienen toda la cultura de candombe”.

La autonomía de la iniciativa

El ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, estuvo presente en la inauguración de la casa y dijo que era una alegría encontrarse con “el entusiasmo y las ganas de salir adelante”. “No lo sabemos todo y por eso pedimos que nos presenten proyectos de innovación social. ¿Para qué? Para que entre todos pensemos opciones alternativas para la mejora”, contó. Lema apuntó que decidieron apoyar el proyecto porque apoyando La Casa de los Sueños se apoya “al país”, que se “construye de uno a uno, casa a casa y persona a persona”.

Ferreira contó que el acuerdo es por un año, con posibilidad de extenderse a dos, pero el objetivo es que los proyectos tengan “vida propia”. “Si sale un proyecto textil para hacer ropa para una o muchas comparsas, eso necesita ser financiado. Entonces tenemos una línea de laburo que consiste en conseguir financiación para ese tipo de proyectos que emerjan de acá. Y ya hay varios; por ejemplo, una editorial alternativa pero que edite libros de gente que ya trajo sus libros para publicar”.

“Cuando nosotros no estemos más, que puede ser en un plazo de dos años, la idea es que esto siga funcionando, que tenga autonomía. Ese es el gran desafío, esa sería la innovación”, valoró.