Luego de dos años de obras, el jueves pasado se presentó el buque Grande Hermine, una embarcación de origen francés que fue acondicionada especialmente para tener una tripulación de hombres y mujeres a bordo. La actividad se realizó en el Puerto de Montevideo y contó con la presencia del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Mónica Bottero, y del presidente de la Administración Nacional de Puertos, Juan Curbelo.

La historia del buque en Uruguay comenzó hace dos años cuando lo compró la empresa procesadora y pesquera uruguaya Ciupsa, que integra la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU). En un comunicado que difundió la empresa, se cuenta que las obras se realizaron con mano de obra uruguaya y trabajaron cerca de 40 personas. En el texto se recoge una cita de Gino Settin, director de Cipusa, que explica que durante la reforma “se instalaron seis túneles de congelamiento, dos armarios de placas, instalación frigorífica completa, además del acondicionamiento general en las comodidades para la tripulación y en las artes de pesca”.

En diálogo con la diaria, Settin señaló que la tripulación está conformada por 31 personas, de las cuales siete son mujeres. El buque zarpó ayer desde el Puerto de Montevideo y, de acuerdo a Settin, se preparó para que esté 30 días en el mar, pero esperan que termine el viaje antes. El director de la empresa relató que la iniciativa de que la tripulación del buque fuera mixta surgió mientras hacían las reformas: “Por las características del barco teníamos un piso libre, entonces dijimos: 'qué bueno sería llevar más mujeres'. El piso tenía la posibilidad de llevar 10 o 12 personas y un vestuario separado del piso principal, entonces ahí se nos ocurrió la idea”, explicó.

Agregó que en la planta de procesamiento de la empresa el personal que trabaja con el pescado “es más femenino que masculino”. Entonces se les ocurrió empezar a preparar a las mujeres para poder trabajar en los barcos. Para hacerlo, la empresa financió cursos en el Instituto Técnico Marítimo, que duraron 15 días, para las mujeres que quisieran embarcar. Según Settin, desde la empresa se comunicaron con mujeres que pudieran estar interesadas en ser parte de la tripulación y luego, a través del “boca a boca”, llegaron más mujeres interesadas en la propuesta.

Consultado por las tareas que realizarán las mujeres en la embarcación, Settin respondió que, “en primera instancia, buscamos los lugares que le queden más cómodos a ellas, que entendemos que son los lugares de moldeo y clasificación. Eso para empezar, después por supuesto que hay mujeres que tienen aptitudes para ocupar otros cargos, pero les estamos dando un poco de tiempo”. “Estamos todos contentos. Han demostrado que el trabajo lo pueden hacer, veremos a dónde nos llevan”, añadió.

“Contra viento y marea”

En una rueda de prensa durante el evento de presentación del buque, Bottero apuntó que “seguimos acortando las brechas de desigualdad, las oportunidades de acceso al empleo, que son importantes en actividades como estas que están tan masculinizadas”. La jerarca añadió que las mujeres tradicionalmente han trabajado en tierra dentro del sector, pero no en barco: “Es una experiencia de convivencia entre hombres y mujeres en una tarea que es muy comprometedora, porque este barco va a estar un mes en el mar, eso lleva algunos desafíos. Nos parece que es una experiencia de iniciación que está buena, porque esta es una industria importante para nuestra economía”, planteó.

También se refirió al tema Mieres, que apuntó que los puestos de trabajo a los que accedieron las mujeres de la tripulación “son sensiblemente mejor remunerados que los que, tradicionalmente, en el mundo de la actividad pesquera, le habían tocado a las mujeres”. El ministro manifestó que es un gusto “acompañar esta señal que va en una dirección que desde el MTSS no podemos hacer más que apoyarla y celebrarla”.

En el documento que emitió Cipusa, también se cita a Juan Riva-Zuchelli, presidente de la CIPU, que celebró “la incorporación de personal femenino en las tripulaciones” y “la renovación de la flota pesquera uruguaya”. Apuntó que la iniciativa es un excelente ejemplo de “cómo los empresarios del sector invierten a pesar de las enormes dificultades” y planteó que generan “empleo y riqueza para el país, contra viento y marea”: “Cada paso que damos encontramos obstáculos, pero seguimos adelante. Esperamos que se resuelvan pronto aspectos clave que están poniendo en riesgo toda nuestra actividad”, concluyó.