La 45ª Feria Internacional del Libro (FIL) de Montevideo, que finalizó el domingo, contó con una presencia inédita: un stand del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca). ¿Por qué este sindicato aceptó la invitación a participar en esta actividad tan alejada de los ladrillos, el pórtland y los cascos amarillos? Porque desde 2020 existe la Biblioteca Central del Sunca, un espacio donde cualquier persona puede ir a retirar libros a préstamo, como si fuera una biblioteca pública, pero también un lugar donde los trabajadores de esta industria y sus familiares pueden recibir apoyo docente para la preparación de exámenes.

“Para nosotros lo de estar en la feria fue obviamente una oportunidad, y todo surge desde la biblioteca”, dijo a la diaria la coordinadora de la Biblioteca Central del Sunca, Cecilia Machado.

Contó que si bien la idea la venían “trabajando hace mucho tiempo”, la biblioteca surge en 2020, “precisamente para tener un lugar donde los trabajadores y trabajadoras de la construcción, y no sólo, porque está abierta a la comunidad, al barrio, pudieran ir a buscar libros”. Agregó que cuentan con una gran “variedad” de volúmenes, pero sobre todo se abocan “tanto a literatura como a historia iberoamericana y uruguaya, puntualmente”.

El stand en la FIL también tenía como objetivo difundir que el Sunca viene editando libros propios desde hace un tiempo, como Horacio Gelós Bonilla: Héroe de la patria, de Gonzalo Alsina y Gustavo Alsina; Albañiles: esos obreros del andamio, de Universindo Rodríguez y Silvia Visconti; Omar Paitta: Héroe de la patria, de autores anónimos; o el recientemente publicado Humanas bestias, cuya autora es la propia Machado, entre otros. Según la coordinadora de la biblioteca, el Sunca tiene sus ediciones y también ha apoyado la publicación de libros de otros sellos editoriales, porque “busca que determinada historia popular tenga su lugar y llegue a la sociedad”.

La Biblioteca Central del Sunca funciona en la sede del sindicato, en la calle Yí 1538, entre Uruguay y Paysandú. “Estamos ubicados en una zona céntrica, pero cualquier persona que se acerque puede acceder a los libros, a los editados por el Sunca, puntualmente, y a toda la colección, ya que tenemos una gran variedad”, dijo Machado. En particular sobre las ediciones del Sunca la coordinadora de la biblioteca agregó que están en pocas librerías y como el sindicato no busca hacer finanzas con su venta no los comercializa. De hecho, en el stand de la FIL no estaban a la venta, sólo en exhibición. “Lo que hacemos es que la gente sepa que esos libros existen, que los conozcan, y que se enteren que se pueden acercar a la biblioteca para leerlos, que se los prestamos. Se los podemos alcanzar e incluso mandamos al interior. No tenemos problema porque la intención es esa, que el libro llegue al lector y que no tenga por qué ser a través de una compra”, sostuvo.

“A veces hay familias para las que comprar un libro no es una prioridad, entonces, que eso no sea un obstáculo, que el libro pueda llegar y que la historia mirada desde los trabajadores de la construcción se pueda leer, que es lo que se busca, contar ese otro lado de la historia, esa otra mirada”, añadió Machado.

Todo por un libro

Cecilia Machado es hija de Guillermo, un trabajador de la construcción que fue detenido en julio de 1989 en una razia policial, sin haber cometido ningún delito, y llevado a una comisaría. El mismo día fue trasladado de la unidad policial a un hospital en estado de coma, donde falleció días después. Las circunstancias de su muerte nunca fueron aclaradas. Humanas bestias es un libro sobre su padre. “En 2016 el Sunca hace un homenaje a mi padre y obviamente se contactan conmigo y con mi familia, y ahí entro en contacto con Enrique Toto Núñez, que era el secretario de Derechos Humanos del Sunca en ese momento. Nos conocimos en el homenaje, hablamos, generamos un vínculo. Hablamos del libro porque ellos tenían la idea, querían plasmar la historia de mi padre, y Núñez me invitó a ver si lo podía hacer, si me animaba, y yo dije que sí, aunque no sabía ni cómo lo iba a hacer”, contó Cecilia.

En ese marco, Núñez también le comentó a Cecilia la idea de generar una biblioteca y le preguntó: “¿A vos te gustaría formar parte?”. “Y bueno, también le dije que sí y nos pusimos a trabajar”, recordó Machado.

Finalmente, destacó cómo el Sunca valora su historia, “cómo la trabajan, cómo se preocupan por que eso llegue a la sociedad, el respeto que tienen con ese pasado, pero desde el valor simbólico que le dan en el presente”. “Es un mundo que a veces es totalmente desconocido y lo trabajan de una manera tan altruista y con la necesidad de dejar algo, que a mí me deslumbró. Para mí en ese sentido formar parte del Sunca es un orgullo. Yo no tengo nada que ver con la construcción en lo laboral, pero tengo todo que ver con lo sentimental; [el Sunca] es un lugar maravilloso y ahora creo que ya no me puedo desprender porque forma parte de mi vida. Es algo que si no lo vivís, no sabes que eso sucede, porque no es lo habitual en otros gremios. No digo que sea mejor o peor, pero es distinto”, concluyó Machado.

Apoyo a recorridos educativos

Este beneficio que ofrece la Biblioteca Central del Sunca es para trabajadores y trabajadoras de la construcción y sus familias. Realizan préstamos de libros a estudiantes de Secundaria y/o UTU, brindan apoyo docente para la preparación de exámenes, cuentan con docentes de varias materias, y si bien la mayoría se encuentran en Montevideo, coordinan apoyo docente con estudiantes del interior mediante Zoom. Pueden inscribirse enviando un mail a [email protected] o por Whatsapp al 091 922 474.