En los últimos días se produjo una polémica que rápidamente escaló al nivel de viral, con cientos de reposteos y compartidos por usuarios. La senadora Graciela Bianchi respondió a un tuit de una usuaria que expresó malestar por la falta de cargos para maestras debido al cierre de cursos por la merma en la matrícula de la educación pública:

Esta respuesta provocó indignación y apoyo en las redes porque vinculó la Ley 18.987 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, sancionada en 2012 en Uruguay y aplicada desde 2013 en adelante, con la merma en la natalidad y, luego, con la baja en la matrícula. Cientos de usuarios se encolumnaron e incluso varias veces recibimos el pedido de verificar esa afirmación en nuestro BOT. Según los datos disponibles oficialmente y todos los estudios académicos consultados, no existe correlación entre uno y otro tema.

La fecundidad en Uruguay es históricamente baja, explicó a la diaria Verifica la doctora en demografía y antropóloga Wanda Cabella, que ha estudiado la baja en la fecundidad en los últimos años. La misma se produjo especialmente desde 2016 y, según la evidencia disponible y citada por la especialista, se debe a la mejora en el acceso a cuidados reproductivos por parte de un grupo poblacional que quedaba marginada de la posibilidad de planificar su maternidad: “Lo que ocurre en el mediano plazo es que las mujeres pobres empiezan a poder unir su ideal reproductivo con la realidad. Algo que antes no ocurría”.

“Desde 2013 hasta ahora el número de abortos sigue igual, y los estudios en los cuales se buscaba entender cuánto impactó el aborto en el descenso de la fecundidad mostraron que es muy poco. Impacta sobre todo en adolescentes y lo que impacta afecta muy poco la caída de la fecundidad. Y tampoco es fácil medirlo porque se implementaron muchas medidas de salud sexual y reproductiva y la que realmente impactó es la oferta pública y gratuita de los implantes subdérmicos, que empezaron en 2014 en plan piloto y luego en 2015. Esto sí tuvo un efecto importante en la fecundidad de las mujeres sub 30. Sobre todo en adolescentes”, explicó Cabella.

El número de abortos en Uruguay, que según datos del Ministerio de Salud Pública oscila en torno a los 10.000 anuales -con leves avances en 2022, cuando llegó a 10.500- desde la implementación de la ley IVE, era antes casi tres veces más grande. Si bien el cálculo de los abortos en clandestinidad siempre fue un número complicado, el MSP explicó en 2014 que entre 1995 y 2002 se realizaban cerca de 33.000 abortos anuales en el país.

Entre 2013 y 2023 se realizaron 95.733 abortos dentro del sistema de salud, según pudo saber la diaria a través de datos del MSP obtenidos a partir de un pedido de acceso a la información pública. Según un informe de 2023 de la UNFPA, organismo poblacional de la Organización de las Naciones Unidas, junto a la Facultad de Medicina de la Udelar, Uruguay tiene una de las tasas más bajas de abortos anuales: diez Interrupciones Voluntarias de Embarazo (IVE) cada 1.000 mujeres entre 14 y 44 años. En dicho informe también señalan que “los cambios legislativos con la Ley de Salud Sexual y Reproductiva de 2008 y los ocurridos a partir de la Ley IVE facilitaron un contexto legal que sustenta la defensa y el ejercicio de los Derechos Humanos en el marco de los Derechos Sexuales y Reproductivos (DDSSRR)”.

Alertada por las respuestas a su mensaje original, Bianchi realizó otro posteo unas horas más tarde en el que buscó matizar el tema, se manifestó a favor del aborto e incluyó en las causas de la merma en la fecundidad, además de la ley de IVE a la Ley 18.426 de Salud Sexual y Reproductiva.

Sin embargo, poco después reposteó la publicación de un usuario que señalaba los 10.000 abortos anuales de Uruguay como “un suicidio lento”. Consultada por la diaria Verifica, Bianchi señaló que realizó el segundo posteo porque no se había entendido bien lo que había querido decir, aunque luego reconoció: “En el primero claramente no me expresé bien. Quise darle una mano a la pobre chica que estaba preocupada. Lo que sí ha pasado es que a partir del control del embarazo adolescente ha bajado la natalidad. Y celebro eso”.

Foto del artículo 'Es falso que la baja en la natalidad pueda asociarse a la interrupción voluntaria del embarazo'

Evidencia fecunda

Con relación a la idea de la baja natalidad como un problema, Cabella llamó la atención sobre la “idea un poco romántica de que el dinamismo de una sociedad va acompañada de una fecundidad alta, que es una mirada antigua. Hay razones sociales, económicas y culturales que hacen que las personas decidan tener menos hijos o no tengan. En Europa hay un 25% de mujeres que terminan su vida reproductiva y han decidido no tener hijos, es muy grande el número, y eso acá no ocurre”. Pese a que identificó que “llegado un punto” podría ser un problema que la población no se renueve, señaló que demográficamente se analizan “procesos y dinámicas de largo plazo” e incluso observa posible que la natalidad “se recupere porque las mujeres que han dejado de quedar embarazadas de adolescentes pueden estar postergando su maternidad”.

En los últimos años, la propia Cabella ha llevado a cabo diversas investigaciones y publicaciones sobre el impacto de las políticas de salud sexual y reproductiva con hallazgos contundentes en relación al impacto de los implantes subdérmicos en la tasa de embarazo adolescente y la baja incidencia del aborto en tal sentido (Cecilia Velázquez y Wanda Cabella, 2022. Abortion Legalization in Uruguay: Effects on Adolescent Fertility," Cedlas, Working Papers 0298, Cedlas, Universidad Nacional de La Plata).

A la vez, Rodrigo Ceni, Cecilia Parada, Ivone Perazzo y Eliana Sena, economistas del Instituto de Economía de la Udelar publicaron en 2020 un trabajo en el que también mostraron el impacto cuantitativo de la política de anticonceptivos reversible (aquellas que pueden echarse atrás y permiten al ciudadano recuperar su potencial fecundidad), sobre todo en mujeres jóvenes y especialmente en adolescentes. Analizaron la fecundidad durante 20 años y la cantidad de implantes que se utilizaron en el sistema público y observaron que esos implantes podían explicar al menos un tercio de la disminución en la fecundidad (Ceni, Rodrigo; Parada, Cecilia; Perazzo, Ivone; Sena, Eliana. Birth Collapse and Long-Acting Reversible Contraceptive Policies [en línea]. Serie Documentos de Trabajo; 14/20. Montevideo: UR.FCEA.IECON, 2020).