Peñarol se lució con un 3-0 ante River Plate en el Campeón del Siglo y volvió a confirmar su supremacía en el torneo Apertura. El equipo de Diego Aguirre sigue invicto y está despegado del resto: suma 28 porque acumula nueve victorias y un empate -el clásico ante Nacional-, mientras que Progreso, su principal perseguidor, tiene 24. Como escolta del gaucho del Pantanoso está el tricolor con 22.

Comienzo de oro

El carbonero salió con el juego ofensivo desde el vestuario y encendido, con lo que empezó a lastimar desde el primer momento del partido. Pronto el conjunto mirasol descubrió una defensa rival muy endeble y Gastón Ramírez la mandó a guardar de palomita tras el centro de Leo Fernández cuando sólo habían pasado nueve minutos de juego.

El aurinegro continuó haciendo bien las cosas y el darsenero desaprovechó las chances que se le presentaron. Los dueños de casa estaban cómodos y eso se notaba en las construcciones ofensivas, que comenzaban en la primera línea y alcanzaban su punto de ebullición en la última, luego de varios toques prolijos.

Llegando a los 20 de juego, River logró elaborar en el área ajena más de una jugada de peligro, pero como goles errados son goles en contra, tan sólo dos minutos después llegó el segundo del carbonero. Para colmo de males, en el conjunto de Ignacio Ithurralde fue un tanto en contra de Tiago Galletto, que la mandó a guardar en su propio arco cuando intentó dejarla pasar.

El segundo gol potenció al local y terminó de desacomodar a la visita. Peñarol crecía en ánimos y en rendimiento, y cuando el equipo está cómodo, los candidatos a convertir se multiplican. En esa sintonía, el palo le ahogó el grito de gol a Sequeira llegando a la media hora de juego, y Yonatan Irrazábal evitó el tercero del local cuando se iba el primer tiempo.

Otro cantar, mismo resultado

Para el complemento el darsenero cambió su desempeño, dando cuenta de que la charla de vestuario de Ithurralde tuvo efecto. Mejoró, pero el manya nunca bajó y ya era tarde.

Para rematar una mala noche para los del Prado, Peñarol disfrutó de un penal por una mano de Galletto en el área y, con la pena máxima sentenciada por Esteban Ostojich, se lució Leonardo Fernández, que mandó un remate con mucha potencia dejando sin nada para hacer a Irrazábal.

Aguirre aprovechó la situación de su equipo y realizó varios cambios pensando en lo que tiene por delante, el viernes a las 15.00 frente a Liverpool en Belvedere, por la 11ª fecha del Apertura, y el próximo martes a las 19.00 ante Caracas de visitante, por la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. La fiera aprovechó para observar a los suplentes y también para darles minutos de descanso a los jugadores que vienen tomando ritmo luego de sus volver de sus lesiones.