En la tarde del lunes, después de un debate parlamentario que se extendió por más de 24 horas, la Cámara de Diputados argentina dio media sanción al proyecto llamado de manera oficial Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, comúnmente llamado de manera abreviada Ley de Bases, promovida por la gestión de Javier Milei.

Tras la aprobación, el paquete normativo pasó al Senado, donde se espera que el debate sea más duro y, de acuerdo a lo que informó La Nación, no hay garantías de que vaya a ser sancionado de manera rápida.

Esto choca directamente con los intereses del gobierno que encabeza Javier Milei, que pretende que la ley quede aprobada antes del 25 de mayo, día en el que el mandatario ultraderechista pretende realizar en Córdoba el Pacto de Mayo, una especie de acto de refundación, al que el ultraderechista que gobierna Argentina prefiere describirlo como “un nuevo contrato social”.

Volviendo a lo que pasó este lunes en el Congreso, después de la votación en general, en la que 142 diputados votaron a favor, 106 en contra y cinco abstenciones, los legisladores se enfrascaron en una fuerte discusión sobre la metodología a aplicar en la votación del articulado.

El oficialismo bloqueó toda posibilidad de cambios y logró, no sin una durísima discusión mediante, que la iniciativa se votara por capítulos -no por artículo- para evitar que se rechazara o se modificara alguno de los puntos más conflictivos y la sesión finalizara en un fracaso, como sucedió en febrero, cuando Milei, al ver cómo su proyecto se iba deshilachando en la votación artículo por artículo, decidió retirarlo de la discusión para que fuera nuevamente tratado en comisión.

Julieta Strada (c), durante la sesión de la Cámara de Diputados.

Julieta Strada (c), durante la sesión de la Cámara de Diputados.

Foto: Francisco Loureiro, AFP

Pese a la presión de la oposición dura -principalmente el peronismo y la izquierda- el oficialismo y sus aliados, la llamada “oposición dialoguista”, lograron aprobar la ley, que básicamente apunta a desregularizar la economía, dejando el camino abierto a las privatizaciones de empresas públicas, dándole además al Ejecutivo facultades delegadas para reorganizar y eventualmente disolver organismos públicos.

La reforma también dejó planteada la posibilidad de llevar adelante una reforma laboral destinada a flexibilizar las condiciones de contratación en las empresas.

Además, en el plano de la reforma fiscal impulsada por el Ejecutivo, se aprobó el retorno del cobro al impuesto a las ganancias, denominación que en Argentina se le da al impuesto a la renta, y, paralelamente, dentro del paquete normativo se aprobó la disminución de las cargas tributarias a las grandes riquezas.

La aprobación de la Ley de Bases contó, obviamente, con los votos del partido oficialista La Libertad Avanza, pero tuvo el apoyo del bloque del macrista Pro –el principal aliado del gobierno- como así también del grueso de los bloques de la Unión Cívica Radical, de la coalición Hacemos Coalición Federal y de la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió.

A ellos se sumaron los ocho diputados de Innovación Federal, que representan a los gobernadores de Misiones, Río Negro y Salta, y Osvaldo Llancafilo, del Movimiento Popular Neuquino (MPN).

En contra del paquete normativo mileísta votaron los diputados de Unión por la Patria, de los bloques de izquierda y Natalia De la Sota (Córdoba Federal). En tanto, los radicales Facundo Manes, Fernando Carbajal, Marcela Coli y Pablo Juliano optaron por la abstención, junto a Mónica Frade (Coalición Cívica).