La Expo Shanghai 2010 será la feria “más importante” realizada hasta el momento, durará seis meses, tendrá lugar en un predio de 528 hectáreas, participarán 192 países y se espera la visita de entre 70 y 100 millones de visitantes.
El atractivo es obvio teniendo en cuenta que China es la principal economía emergente, cuyo rol en el mercado internacional, y también en el comercio local, es cada vez más relevante. Por este motivo, el gobierno busca capitalizar la instancia para “profundizar lazos económicos, comerciales, sociales y culturales”, al tiempo de “consolidar la imagen país Uruguay Natural”.
En este marco fue que ayer se realizó una reunión informativa en el Ministerio de Relaciones Exteriores ante empresarios interesados en participar en el evento, en la que hicieron uso de la palabra el canciller Almagro, el director de Asuntos Económicos de esa cartera, Gonzalo Könke, y el director del Instituto Uruguay XXI y subcomisario de la Expo Shanghai 2010, Roberto Villamil.
En su presentación, Almagro destacó que “hay países que significan mucho, y China significa muchísimo”, destacando su nuevo rol de potencia económica. Subrayó que su relevancia también se observa en el comercio local, ya que, pese a la crisis, las exportaciones hacia ese destino crecieron 34%, y si se consideran las colocaciones realizadas desde los exclaves aduaneros, China es el segundo destino de las ventas del país (al respecto ver la diaria del 25/08/09). El ministro resaltó el trabajo “asociado entre los sectores público y privado”.
Könke remarcó el “esfuerzo colectivo” realizado desde el gobierno en sus distintas esferas para consolidar la participación de Uruguay. “Es un punto de encuentro para la economía mundial, de concreción de negocios, y sobre todo un escaparate por el que se estima que van a pasar entre 70 y 100 millones de personas”, apuntó.
Por su parte, Villamil brindó los detalles de la participación uruguaya, recordando que se contará con un stand de 324 metros cuadrados, cuyo diseño fue licitado el año pasado (ver la diaria del 04/12/09, página 11); además, contará con un restaurante gestionado por el Instituto Nacional de Carnes y con acceso a una sala de conferencias donde los empresarios y autoridades del gobierno podrán mantener reuniones con sus pares chinos. El director de Uruguay XXI valoró como “una oportunidad única” la posibilidad de participar en la feria, y detalló que los costos no son elevados para las empresas, dado que oscilan entre 3.000 y 4.000 dólares por cada dos semanas de presencia (mínimo establecido), dependiendo del tipo de participación. Asimismo, adelantó que quienes opten por participar contarán con una “intensa agenda” de contactos organizada por Uruguay XXI, sea con empresarios o con funcionarios del gobierno, de acuerdo a las necesidades particulares.
El trencito del este
En conversación con la diaria, Almagro detalló que esta feria internacional está particularmente enfocada “al sector exportador y a aquellos sectores que tienen la posibilidad de atraer inversiones a Uruguay”. En este sentido, explicó que los rubros son muy variados, pudiendo ir “desde la transformación primaria, que son rubros muy importantes para Uruguay y que hacen la base de la colocación de productos uruguayos en China, hasta productos más sofisticados, como el software”. “Creo que vamos a tener posibilidades muy variadas y vamos a tener que trabajar mucho para conseguir las contrapartes apropiadas en cada caso y facilitar los medios logísticos, técnicos y tácticos para hacer efectivos esos negocios”, evaluó el ministro.
Indicó que el objetivo es “tratar de acceder al mercado chino con bienes de mayor valor agregado”, y, particularmente, señaló que “hay espacio para los lácteos, los vinos y para otros productos vinculados al sector servicios, como el turismo y el software”. Almagro también manifestó que se debe aprovechar la instancia para buscar inversiones en infraestructura, “tanto para la adquisición de maquinaria a un excelente precio como para continuar atrayendo inversores al país”.
En concreto, manifestó que uno de los grandes proyectos anunciados por esta administración, tal como el reacondicionamiento de la red ferroviaria, requerirá la experiencia de la potencia asiática en la materia. “Sin dudas vamos a tener que pasar por China, tanto en lo que significa montaje y mantenimiento de vías férreas como en el tema de las locomotoras”, adelantó. Además, recordó que desde el sector privado “se han identificado oportunidades en China desde hace bastante tiempo, y toda la renovación de maquinaria que se ha hecho en el sector industrial de Uruguay en los últimos tiempos ha sido fundamentalmente realizada en China”.
En materia comercial, destacó que “hay margen para crecer [...]” ya que se trata de “un mercado con 1.300 millones de personas, de las que se estima que unos 200 millones tienen la posibilidad de llegar a una categoría de nivel [económico] alto en los próximos años”. “Si no apuntamos ahí es porque estamos mal”, remató el canciller.