El encargado de presentar el informe del sindicalismo fue el representante de este sector en la cúpula del organismo, Ariel Ferrari, que ponderó la relevancia de tales “instancias de diálogo que le hacen bien a la democracia”. Explicó que los trabajadores organizados reivindican “la necesidad de una reforma estructural del sistema de seguridad social, [mediante] cambios que deben ser discutidos y de aplicación gradual”. En su primera parte el informe presenta un balance de la seguridad social, detallando que el número de cotizantes en el BPS creció entre 1991 y 1998, cayó entre 1999 y 2002, y a partir de 2003 comenzó a crecer nuevamente, marcando expansiones y contracciones en directa relación con la actividad económica.
En materia de cantidad de jubilaciones y pensiones otorgadas, se aprecia una “caída permanente entre 1998-2008 como resultado de mayores exigencias de edad y años de servicio”. En 2009 hubo “un moderado aumento, en parte por la ley de flexibilización de 2008, que habilitó la generación de la causal jubilatoria a un mayor grupo de trabajadores”.
El monto de las jubilaciones mostró una “fuerte caída” desde su pico en 1999 hasta 2004 debido a la baja registrada en ese período por el Índice Medio de Salarios, su referencia de ajuste. De 2005 en adelante se logró una recuperación de las jubilaciones por el crecimiento económico, la mejora de los ingresos por la convocatoria a los Consejos de Salarios, el aumento sustancial del Salario Mínimo Nacional y el otorgamiento de aumentos diferenciales a las jubilaciones de menores ingresos. Sin embargo, si bien mejoraron, aún no alcanzan los niveles de 1999. En lo que refiere a las cuentas de capitalización individual, se critica su origen en el “paradigma neoliberal”, que, “desde el punto de vista ideológico, reivindica el individualismo como uno de los valores a resaltar y consagrar en la sociedad”.
Te propongo
En concreto se presentaron cuatro propuestas: la primera apunta a derogar el artículo 178, sobre empresas unipersonales y su utilización por empleadores para evitar relación de dependencia. La central sindical señala que la norma ha sido “nefasta en lo que refiere al goce de los derechos laborales y de seguridad de los trabajadores”. Ese artículo establece que “si luego de analizada la situación por el BPS se determina que hay una relación de dependencia, recién desde ese momento la empresa se encuentra obligada a cumplir con sus obligaciones de seguridad social, pero sólo hacia futuro”. Se entiende que el 178 no es necesario y debe ser derogado.
La segunda iniciativa aboga por la derogación del artículo 8, que permite a los trabajadores cuyos ingresos no superan los 5.000 pesos a valores de entonces (22.229 pesos actuales) optar por su inclusión en el régimen de AFAP, lo que, vía decreto, se consagró irreversible. En el PIT-CNT consideran que esto es ilegal y reclaman que aquellos trabajadores puedan desafiliarse.
La tercera modificación remite a los decretos en torno a Baremo, que “constituyen la base sobre la cual se dispone de cobertura o no de la discapacidad, el pago o no de una prestación de invalidez”. “Han sido parte de los reclamos de los trabajadores desde su sanción, ya que encierran una profunda injusticia, además de […] constituir un instrumento profundamente desactualizado”. Por ello demandan una “humanización” de los Baremos considerando las distintas situaciones. La cuarta propuesta busca aumentar los topes del subsidio por enfermedad, llevándolos de las 3 BPC (6.183 pesos) actuales a 8 BPC (16.488 pesos), y que cubra el 100% del salario en lugar del actual 70%.
No me simpatizas
El coordinador sindical Juan Castillo destacó que la ley nunca fue “querida” por la central, que intentó evitar su aplicación y que, pese a no haberlo logrado, “no” se quedó “llorando” sino que optó por “elaborar propuestas”. “Estuvimos y estamos en contra de las AFAP y no compartimos que el actual gobierno las siga manteniendo: vamos a seguir mostrando nuestra posición y a proponer ideas para que ese régimen cambie”, puntualizó.
En igual línea se expresó Waldemar González, secretario ejecutivo de Onajpu, quien aseguró que los cambios introducidos fueron “para peor”. “Las AFAP son empresas que sin costo alguno reciben el fondo y lo invierten”, criticó. Al respecto, Ferrari añadió que “las AFAP no pagan nada”, detallando que “no sólo es cuestión de recaudar y mandarles el dinero […] sino que cuando una empresa no paga hay que poner todo el sistema administrativo del BPS para reclamar” esos incumplimientos. González valoró que “lo perverso […] es el egoísmo individualista promovido por el sistema neoliberal”, y convocó a “resolver las herencias graves del pasado, aumentar las jubilaciones y pensiones mínimas, que están por debajo de la línea de pobreza”.
Por su parte y sabiendo su condición de visitante, Domínguez destacó la importancia de la instancia y el hecho positivo de transmitir la visión del sector privado. Hizo mención a las principales variables del sistema y presentó “objetivamente” las posiciones a favor y en contra; explicó que durante 2009 hubo reuniones y discusiones entre los empresarios para buscar posiciones comunes en varios temas, siendo uno de ellos el sistema de seguridad social y las AFAP. Si bien se logró debatir, “no se alcanzó un consenso ni una posición común del sector”.