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Clavo mi remo en el agua

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Fin de la política salarial de recuperación; los sueldos se adecuarán al combate contra la inflación y a la preservación de la competitividad.

Las pautas políticas y económicas para la próxima primera ronda de Consejos de Salarios de la administración de José Mujica anunciadas durante los dos últimos días, así como las cifras y datos referentes al desempeño reciente de la economía del país que las sustentan, confirman que en el seno del segundo gobierno del Frente Amplio predomina una valoración altamente positiva de los lineamientos y resultados macroeconómicos de la primera administración, y que existe una firme intención de preservarlos mediante la aplicación de una política fiscal austera y una política salarial ajustada al crecimiento real de la economía.

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Es que las palabras utilizadas por el ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, para transmitir las proyecciones macroeconómicas oficiales y las pautas generales para la negociación colectiva dejaron claro que, con los salarios a resguardo de la inflación y salvo excepciones que se analizarán llegado el momento, las prioridades en materia económica pasarán por el cuidado de los precios, la competitividad de la industria y la rentabilidad del sector privado.

El secretario de Estado explicó que las tratativas tripartitas para convenir cómo evolucionarán los ingresos en cada rama de actividad deberán girar en torno a tres elementos: la inflación proyectada para el período de vigencia de los convenios, la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y el desempeño específico de cada sector y rama.

El correctivo inflacionario deberá cubrir, al caducar cada convenio, la diferencia entre la evolución de precios esperada y la verificada, mientras que otro dispositivo a incluir, la cláusula de salvaguarda, se activará en caso de que se produzcan alteraciones abruptas y externas en las condiciones de desarrollo de una rama o sector determinado. Un ejemplo citado por el jerarca es la actual crisis de la deuda griega, que ya afecta a Europa como tal, un proceso potencialmente capaz de tener consecuencias en la economía uruguaya en virtud de que un elevado porcentaje de las exportaciones tiene como destino a los mercados del viejo continente.

Cabe recordar que el objetivo inflacionario de la administración se mantiene en 5% anual dentro de un rango de tolerancia de 3%-7%, que a junio de 2011 deberá converger en entre 4% y 6%. En tanto, y según las últimas correcciones de la conducción económica, el PIB crecería 5,1% este año, 4,2% durante 2011 y 4% anual en el resto del período.

Lorenzo también ratificó que el gobierno prestará especial atención a los salarios más sumergidos, estableciendo para éstos la referencia de un Salario Mínimo Nacional (SMN) mejorado y con “adaptaciones a la realidad” (ver la diaria del 22/04/10). Éste, sin embargo, experimentará nuevos aumentos “siempre y cuando no haya manifestaciones evidentes de afectación negativa” sobre los niveles de actividad y empleo en los sectores que lo perciben, mayormente de baja calificación; actualmente, el SMN se ubica en 4.799 pesos.

Andrés Masoller, jefe de la Asesoría Macroeconómica y ex subsecretario del Ministerio de Economía, resumió la relevancia otorgada a los precios y la competitividad. “Es importante conciliar el crecimiento de los salarios con el mantenimiento de la tasa de inflación bajo control. En el pasado los salarios han aumentado significativamente por encima de la evolución del Índice de Precios al Consumo, pero es importante destacar que durante prácticamente todo el período convivimos con presiones inflacionarias.

Las expectativas de inflación durante gran parte del período estuvieron al alza y se alejaron de la meta establecida por el Banco Central”, puntualizó Masoller, aludiendo al quinquenio anterior. Es decir que, a partir de esta definición, el gobierno del presidente José Mujica dio por finalizada la política de recuperación salarial aplicada por la administración de Tabaré Vázquez, conforme a un compromiso electoral de viabilizar una recuperación promedio del 20% del poder adquisitivo de los salarios perdido como consecuencia de la crisis de 2002.

El lunes, al informar las nuevas estimaciones para la economía del país, el ministro adelantó que los salarios privados crecerán en el período un promedio de 14,5%, aproximadamente 3% anual, en tanto que habrá un incremento de 510 millones de dólares en la asignación presupuestal a las pasividades que paga el BPS. Explicó que el gobierno prevé una suba de ingresos fiscales producto del crecimiento de 2.155 millones de dólares al 2014, así como un aumento presupuestal de gastos comprometidos de 1.325 millones, con lo cual dispondría de un margen libre superior a 900 millones de dólares para cubrir gastos, contingencias o inversiones.

Lorenzo espera que el alza de precios oscile entre un promedio máximo de 6,7% durante este año y de 4,8% en 2015, en tanto que el empleo crecería 7,4% durante todo el período. Cada año hasta 2015 habrá un crédito adicional de 300 millones de dólares para cubrir las prioridades del plan de gobierno. En cuanto a la promesa electoral de rebaja de dos puntos del IVA básico, Lorenzo apuntó que su concreción dependerá del incremento en la eficiencia recaudatoria y no del aumento de la recaudación corriente. Educación, salud, infraestructura y seguridad serán los ejes centrales del próximo Presupuesto Quinquenal de Gastos de la República.

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