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Daniel Estulin.

Foto: Nicolás Celaya

Creer o reventar

7 minutos de lectura
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El ruso Daniel Estulin, que alerta sobre conspiraciones varias, pasó por Montevideo.

Mucho de lo que dice Daniel Estulin (Vilnius, Lituania, 1966) despierta sospechas. No le importa: según él, el asunto es inquietar a la opinión pública. En cierto punto lo ha conseguido: sus libros, que denuncian la existencia de un grupo reducido de personas que operan por el control de los recursos naturales del planeta, se venden bastante bien. Hace unos días estuvo en Montevideo promocionando esos libros, que el mismísimo Fidel Castro ha sabido elogiar.

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Habla perfectamente español castizo y usa muchas expresiones rioplatenses: hace tiempo que vive en España y su esposa es argentina. Él mismo podría ser confundido con alguien de esta región, pero es ruso. De hecho, le molesta que se lo considere lituano, ya que su nacimiento en lo que ahora es un país independiente obedecería a una coyuntura puntual: sus padres debieron trasladarse allí porque "fue uno de los pocos lugares de la Unión Soviética que los nazis dejaron en pie, ya que el gobierno había colaborado con ellos".

Estulin juega con la misma indeterminación para referirse a su pasado personal. Agente de contrainteligencia de la KGB, habría conseguido abandonar la organización y mantener algunos contactos con ella para así obtener documentos inaccesibles para el resto de los mortales. Gracias a esto y a sus propias investigaciones, comenzó hace menos de una década una exitosa segunda carrera como autor de no ficción.

La razón o la fuerza

El más conocido de sus libros, La verdadera historia del Club Bildenberg, le valió notoriedad internacional. Allí Estulin expone los verdaderos cometidos de un grupo que desde su fundación en 1954 controlaría el destino del planeta. Nunca se trató de una organización secreta -es la reunión anual de una centena de personas influyentes de Europa y EEUU-, pero "cuando apareció el libro tuvo el efecto de una bomba atómica, porque hasta entonces la gente hablaba de ellos, pero no se sabía mucho", dice Estulin.

Su hábil tratamiento del "asunto Bildenberg" distingue a Estulin de otros voceros de las conspiraciones. En El imperio invisible: la auténtica conspiración del gobierno mundial en las sombras -título explícito si los hay- cuenta cómo se enteró de que los Bildenberg planeaban desmembrar Canadá; lo interesante es que, aunque la independización de Quebec sigue en la agenda, la predicción no se cumplió. Paradójicamente, este tipo de fallas le confiere cierta credibilidad al resto de las afirmaciones de Estulin, que no se considera infalible: "no te estoy diciendo la verdad, te estoy diciendo que lo compruebes", aclara. Otro aspecto atractivo de las denuncias de Estulin es que las sitúa en el marco de un conflicto más que milenario, que sin embargo no es místico ni fantástico, sino político. Formado en filología, Estulin es capaz de remontarse a los pensadores griegos para esbozar un combate que pone de un lado a quienes se apegan a la razón y buscan el bien común, y del otro a la aristocracia que intenta mantener sus privilegios. En su visión, los estados-nación son el necesario freno al avance de la "Empresa mundial SA" que quiere imponer el Club Bildenberg, que en ese esquema admite ser leído como una metáfora de "elites".

No habría lugar para una oposición del tipo socialismo-capitalismo. ¿Tiene que ver con que Estulin haya nacido en la antigua Unión Soviética y que no le guarde mucha simpatía a su sistema de gobierno? No le parece relevante. "Entiendo que izquierda y derecha, socialismo y capitalismo, no existen, no existieron nunca, es una falacia de gente como Fidel Castro y él también entiende que no existe, lo que pasa es que el pueblo necesita este opio. Si tú miras las reuniones del Club Bilderberg, tienes gente de extrema izquierda, extrema derecha, centro, todos. Es simplemente un sistema de control, nada más: cuando tú controlas los dos lados, tú controlas el sistema, entonces el concepto de izquierda y derecha no existe".

Lo que queda claro es que Estulin defiende cierta noción de patriotismo ("amo a mi país") y justifica el surgimiento de líderes como Vladimir Putin. "No le defiendo, porque Putin ha hecho unas cuantas putadas a un amigo mío, Víctor Bout", dice en referencia a ese ex agente de la KGB que, aunque fue considerado el mayor traficante de armas de la historia, está ahora en libertad tras haber sido detenido por orden de Interpol. Sin embargo, "hay ciertas cosas que si no fuera por Putin en aquella época esto habría desaparecido hace mucho tiempo".

Para Estulin, lo que le hicieron a Rusia en los 90 es lo mismo que le están haciendo a muchos países europeos hoy en día. "Un chupapija, al que no eligió nadie, viene a Grecia desde el Banco Central Europeo y le dice al presidente, -un tipo elegido por el pueblo, que puede gustar o no gustar pero no es un puto jefe de una tribu africana con un hueso en la cabeza- qué debería vender, qué importar, dónde, a qué viejo debería matar y qué islas debería vender. Y éste es el concepto de Empresa mundial SA, pura y dura. Se están creando uniones mundiales, por eso los que entendemos lo que está pasando queremos volver a ser estado nación, Europa de las patrias. La Empresa no puede permitirse el lujo de que Grecia salga, de que España salga, porque entonces se rompe".

También habría ocurrido algo similar en Argentina en 2001, pero Estulin no cree que la renegociación de la deuda y la ruptura con el FMI que consiguieron los Kirchner pueda compararse con el liderazgo de Putin: "Son neoliberales, de nacionalistas no tienen nada. El mejor territorio del país, la costa, está en las manos de los grandes imperios. Los chinos no dejan hacer esto a nadie, en Rusia ya no se puede hacer tampoco", opina Estulin, y avanza un poco más en sus teorías: "Luego están los acuerdos que los argentinos están haciendo con Brasil. ¿Brasil qué es? Es grupo Inter-Alfa, es un conglomerado de bancos que controla un 70% del dinero mundial vinculado 100% a la corona británica. No estoy hablando de la reina, esta vieja asquerosa en un asiento de plástico con una corona de plástico, estoy hablando de un sistema de control: Brasil está en manos del sistema financiero mundial.”

Pelea por el agua

Estulin cree que sus libros se venden bien porque, aunque la gente no pueda verlo con claridad, lo que está pasando en el mundo es algo "lógico": "Si tú quieres progreso y desarrollo está directamente relacionado a la densidad de población: hay riqueza, hay dinero, hay progreso científico, industrial, somos muchos más; si no, somos muchos menos. Entonces, si tú eres David Rockefeller, lo que quieres hacer es desindustrializar el mundo, reducir la población mundial, ¿cómo? A base de crecimiento cero, ¿cómo se hace eso? Lo que está pasando en EEUU ahora mismo forma parte de este plan. Ellos han montado las crisis de 2007, 2008 y 2009 y ahora lo que están haciendo es, aprovechándose de esta crisis, destrozar la seguridad social en nombre de balancear el presupuesto. Pero esto que está pasando es lo mismo que habíamos visto en 1929, la famosa gran depresión, que no era gran depresión, sino transferencia de la riqueza, porque tú y yo, nosotros, la masa sucia como nos llama esa gente, hemos perdido casas, ahorro, dinero, el poquísimo patrimonio que tenemos y viene Rockefeller, vienen los Krupp, los Morgan y compran todo por peniques.”

Pero no se trataría sólo de apropiación, sino de supervivencia: "Los Krupp son industrialistas del siglo XIX, son gente que siempre ha sido del mundo de las armas, y yo he encontrado en un extracto de una cuenta bancaria 112 mil billones de dólares, 112 trillones en inglés, yo he encontrado 3.024 cuentas del mundo paralelo. Este tipo es mucho más importante que Rockefeller, que es un mozo, porque no puedes comparar 112 mil billones con 30 mil millones. Entonces, si ellos ya manejan todo este dinero, si tienen todos los terrenos, las casas más bonitas, las mejores vistas, ¿qué cojones quieren? Somos 7 mil millones, en una generación vamos a llegar a ser 11 mil millones y luego 15 mil millones, 21 mil millones, 40 mil millones, y simplemente no hay comida para todos, entonces para que Rockefeller pueda beber su agua, nosotros tenemos que morir y ésa es la premisa de todo lo que estás viendo. Es decir, si no hay agua para 7 mil millones, cuando haya un lago para 2 mil millones ¿quién va a morir? ¿Tú? ¿O Rockefeller? "

Sin embargo, en el fondo Estulin es optimista respecto a la naturaleza del ser humano: "el dinero no hace mover el mundo, lo que hace mover el mundo es la capacidad intelectual del ser humano, lo que hace girar todo esto es nuestra habilidad de descubrir principios universales de la naturaleza que mejoran la vida del ser humano por kilómetro cuadrado contra el espacio. Por eso ellos quieren destrozar todo a través de la desindustrialización, del desmantelamiento del sistema educativo, y de todos los demás sistemas que elevan al ser humano".

Wikileaks miente

El blanco del último libro de Estulin es Wikileaks. Por un lado, vincula su financiación a organizaciones paralelas de la CIA. Por otro, más cercano a la ciencia-ficción -recuerda al argumento de la película The Manchurian Candidate o al de la novela El arcoiris de gravedad-, Estulin afirma que Julian Assange, cabeza de Wikileaks, formó parte involuntariamente de experimentos de programación mental que la CIA practicó con niños australianos. ¿No es demasiado pensar que Assange fue programado para actuar como actuó?

“No, esto sería demasiado, sería una conspiración absurda. Pero tú sabes cómo son tus clientes a lo largo y ancho del mundo y los vas utilizando: 'ahora vamos a utilizar a Bradley Manning [el soldado raso que liberó los 200.000 documentos confidenciales de la diplomacia de EEUU], que es un chaval homosexual, un tipo que se lleva muy mal con todos, no se adapta, vamos a meterlo ahí porque además sabemos que es una persona que quiere hacer bien, vamos a enseñarle unos documentos que le pondrán mal y el querrá sacarlos a luz porque es buena gente, y le vamos a dejar abrir la puerta un poquito'. Pero un tipo como éste, con acceso a información cero, ocho meses en una base secreta americana escuchando a Lady Gaga, ¿bajando información para poner en jaque al gobierno americano? No jodas, le pillan en dos segundos, acceso ilegal, pum. Alguien quería que lo sacara obviamente, lo sacó, qué útil, lo metieron en la cárcel, lo sacarán en algunos meses, se acabó la historia, pero son piezas. La gente te dice 'Ah, el gobierno americano, los medios de comunicación, la CIA, Assange, todos en una conspiración, ¿pero tú estás loco?'. Pero en la conspiración hay cuatro niveles muy por encima del gobierno y muy por encima de la CIA, aprovechándose de la CIA para llevar a cabo la operación, porque la gente poderosa no revela sus caras”, dice Estulin. Para él, los documentos blanqueados por Wikileaks son falseados. “Los agentes secretos somos especialistas en alterar documentación”, comenta absolutamente consciente de estar repitiendo la paradoja del cretense que afirmaba que todos sus coterráneos mentían.

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