La historia del rock es, en parte, la historia de las duplas compositivas, un esquema de trabajo que suele ser el centro vital de las grandes bandas del género. A dúos tan creativos como Lennon-McCartney, Jagger-Richards, Strummer-Jones o Morrissey-Marr se les sumaría de inmediato en el imaginario popular -de haber formado un grupo musical- la dupla de Jerry Leiber y Mike Stoller.
Leiber y Stoller eran un par de jóvenes judíos de clase media que se hicieron amigos en 1950 al descubrir su pasión común por el rhythm and blues. Stoller sabía tocar un poco el piano y Leiber tenía cierta facilidad para escribir, así que casi de inmediato se pusieron a borronear canciones que mezclaban pop con algo del entonces incipiente rock'n'roll. En 1952, cuando todavía ninguno de los dos había cumplido 20 años, escribieron una canción para la cantante de blues Big Mama Thornton. El tema se convirtió en un éxito inmediato en las listas de rhythm and blues y convirtió a Leiber y a Stoller en compositores conocidos y requeridos, pero además impresionó a un cantante blanco que decidió hacer su propia versión rockera, transformándolo en una de las canciones más populares -y, a su manera, revolucionarias- del siglo XX. La canción era, claro está, “Hound Dog” y el rockero que la hizo suya, Elvis Presley.
Sólo haber compuesto “Hound Dog” les hubiera asegurado a Leiber y Stoller su lugar en el panorama pop del siglo pasado, pero, no contento con esto, el dúo escribió para el rey Elvis una serie de éxitos -incluidos los inevitables “Jailhouse Rock” y “King Creole”- que consituyen el centro medular de la obra de Presley. Más tarde, convertidos ya en productores, Leiber y Stoller apadrinaron artísticamente a músicos como The Coasters (para quienes escribieron 24 canciones que llegaron a las listas de más vendidos), The Drifters y Ben E King. Para The Drifters compusieron la teatral y 1.000 veces versionada “On Broadway”; para Ben E King, nada menos que la perfecta y siempre emotiva “Stand By Me”.
Uno de sus discípulos más atentos fue Phil Spector, quien colaboró con ellos (escribió “Spanish Harlem” con Jerry Leiber) frecuentemente pero, a diferencia de éste -y de su famoso “muro de sonido”-, Leiber y Stoller nunca se asociaron con un género en particular y trabajaron para gente tan diversa como The Shangri-Las, Stealers Wheel y la cantante de jazz Peggy Lee, para quien escribieron otra canción monumental e inevitable, “Is That All There Is?”.
Jerry Leiber, el hombre de las palabras de todas esas canciones formidables, falleció en Los Ángeles el sábado a los 78 años.