-¿Cómo te contactaste con Sebastián [Teysera] y Juan [Casanova]?
-En el cumpleaños de mi hijo, Carlos [Taran] me dijo que estaba produciendo junto con algunos grupos de Montevideo un tributo o una celebración de Legião Urbana. Me pareció increíble esa idea de que armaran un repertorio aquí y ensayaran entre ellos 20 canciones. Y querían que yo y [Marcelo] Bonfá tocáramos juntos en diez de ellas, con diversos cantantes. Me pareció una idea diferente y enseguida la aceptamos, dijimos: “Bueno, vamos a salir un poco de Brasil, que la cosa está medio quieta”. Yo tenía una relación muy emocional con Montevideo porque viví aquí cuando era niño y la única vez que Legião Urbana tocó fuera de Brasil fue aquí...
-Eso fue en Montevideo rock 1 (1986). ¿Ésa fue la única vez que salieron de Brasil con la banda?
-Sí, por eso era una idea muy motivante: salir de Brasil y volver a ver Montevideo. Y volver a ver Montevideo por intermedio de algunos de los actores principales de la escena musical de la ciudad. Entonces conocí el repertorio de bandas como No Te Va Gustar, La Vela Puerca, artistas como Martín Buscaglia y Mateo Moreno, a la gente de Bajofondo como Gabriel [Casacuberta], Juan [Casanova] y Luciano [Supervielle], en fin... Fue una cercanía inmediata y muy interesante percibir lo que estaba sucediendo en la sala de ensayo, ver que muchas de las bandas y músicos nunca habían tocado entre ellos, y que se amalgamaran alrededor de Legião.
-Es un verdadero fenómeno, porque Legião era una banda casi desconocida cuando tocó acá. Pero es un fenómeno que también se da allá, donde la banda está actualmente vendiendo tantos o más discos que cuando aún existía...
-Creo que sí, que el legado de Legião Urbana es un fenómeno brutal de masas. Es algo que tiene que ver con la fuerza que aún tiene la banda, no con su historia. Ese repertorio es lo más rico que tiene. El año pasado, una colección de temas de Legião Urbana fue publicada por un diario y vendió casi un millón de copias... Pero lo sorprendente fue llegar aquí y escuchar las historias relacionadas con nosotros. Que Casanova contara que estuvo en aquel show del 86 con su banda -Los Traidores-, que era muy importante, y él me dijo que el público estaba muy xenófobo con respecto a nosotros. Y ese show fue un poco tenso, no fue un buen show... fue una experiencia medio traumática.
-Yo estuve ahí y recuerdo que Renato Russo estaba bastante irritado...
-No estaba a gusto, definitivamente. Había un clima raro encima del escenario. Fue una experiencia de no saber cómo cautivar a la audiencia. Pero cuando terminó el show Renato bajó y se sentó detrás del escenario, en una escalera, muy desolado y enojado, y Casanova fue y le dijo: “Loco, fue lo mejor que haya visto en vivo en mi vida”, y Renato lo miró y dijo: “¿Cómo...?”. No teníamos ni idea del efecto de Legião Urbana fuera de frontera.
-Es irónico que hayas vivido en Montevideo, que vuelvas en el único show de la banda fuera de Brasil -y que sea un desastre- y que luego aquí mismo surja esta suerte de revival.
-Pasa eso... la presencia de Uruguay en mi vida es muy intensa.
-¿Te acordás de tu infancia en la ciudad?
-Claro, de la calle Francisco Vidal, en Pocitos...
-Era un tiempo complicado para los diplomáticos.
-Sí, fue cuando secuestraron a un consejero durante ocho meses. Fue muy raro para la familia tener policías uruguayos armados en casa como protección. Fue un drama, tuvimos que salir del país, pasar un mes en Belo Horizonte, después volver... Salí de aquí en 1971. Casi 40 años después estaba comiendo con mi hijo y de pronto pasa alguien y dice: “¿Dado?”. “Sí”. Y se acerca a saludarme. Era el consejero... una figura emblemática para mí... “¿Te liberaron...?”.
-Y ahora estás siguiendo esta conexión con la banda (junto al bajista de Barão Vermelho y el baterista de Titas) de temas de rock rioplatenses con la que vas a grabar.
-Bueno, después de tres o cuatro años conviviendo con el rock del Río de la Plata, uno se da cuenta de lo fuerte que es el repertorio, lo bueno que está, cómo tiene canciones increíbles, cómo la cultura del rock de ambos lados del Plata es intensa y significativa para América entera. Menos para Brasil. Entonces es interesante ver por qué esa relación no se llega a dar, justamente al ver cómo Legião llega hasta aquí y a Buenos Aires también, donde hay muchos fans, como Ciro [Pertussi], de Attaque 77, que ya grabó algunos de nuestros temas y piensa grabar un disco entero... ¿Y por qué nosotros, por qué Brasil está tan cerrado, tan alejado de toda esa gente? ¿Es la lengua...?
-Bueno, Brasil siempre fue muy autosuficiente.
-Sí, se hace mucha música allá, en muchos formatos distintos. Desde el forró del interior hasta la música fuerte y urbana.
-¿Cuál es la idea musical de las versiones?
-Esperamos respetar el origen de las canciones pero traer más hacia nuestra cultura, la de Brasil, las ideas, los sentidos y la poesía. Hay versiones que son más literales y otras que son más libres. Por ejemplo, estamos haciendo “Spaghetti del rock”, de Divididos, y es una canción muy linda, con una melodía muy bonita. Pero de repente lo de “barrilete” y “spaghetti del rock”, algunas frases... no tienen mucho sentido traducidas literalmente al portugués.
-También estás haciendo un disco solista, es un período intenso.
-Realmente, es un momento muy intenso de mi vida. Lo estoy terminando, es mi segundo disco solista, y lo estoy mezclando, pero al mismo tiempo estoy aquí, con La Vela... Pero todo bien.
-Siempre me pareció que tenías una forma muy particular de tocar la guitarra, porque viniendo del punk y de la música brasileña, tenés una forma muy europea, muy clásica de arpegiar y armonizar.
-En realidad, mi escuela viene básicamente del rock. Empecé con Beatles, pero después me colgué con el punk rock; ahí conocí de verdad el rock, que impregnó mi sistema y modeló mi personalidad hasta hoy. Sex Pistols, Clash, Gang of Four, por ahí va... Young Marble Giants; cosas que entraron y no salieron nunca más.
-¿Qué te pareció la versión final de “Indios” (tema de Legião Urbana) -en la que tocaste- del disco Rêverie, de Luciano Supervielle?
-Sensacional, me pareció maravillosa.
-Es raro, porque vos también estabas en la versión original, que se considera un clásico definitivo.
-Pero Luisa [Pereira Hors, cantante de la versión] se la apropió. Ella la cantó de una forma… con una onda... otro espectro. Es una canción un poco dura [canta]: “Quem me dera / Ao menos uma vez”. Pero la forma en la que ella la canta tiene algo sublime; es más dulce, más leve, me pareció mucho mejor...
-¿Cómo fue esa experiencia de hacer el tributo a Legião Urbana y tocar frente a un millón de personas en Fortaleza? Sebastián Teysera me dijo que fue algo que daba pavor, que nunca había visto tanta gente junta...
-Fue muy loco y pasaron muchas cosas increíbles. La canción que canta Sebastián, “Hoje a noite não tem lugar”, es en verdad una canción de Menudo. Cuando tocamos en La Trastienda, Sebastián dijo que quería cantar ese tema, que le producía una nube de emoción y que se la quería dedicar a una chica que iba a estar en la audiencia. Y yo le dije: “Bueno, Sebastián, ¿sabés que esa canción es de Menudo, no?” Y él abrió los ojos y dijo: “¡No! Es imposible”. Pero la cantó en una versión increíble. Y cuando arrancó el piano vino un rugido de un millón de personas, y él paró y dejó que el público cantara solo. Fue increíble, y era la primera vez que esa canción era tocada en vivo por nosotros en Brasil. Mágico... Pero, bueno, las fronteras se abrieron y creo que eso estaba escrito muchos años atrás, con mi pasaje por aquí, con Legião pasando por aquí, con el volver aquí...