El lunes pasado, el Banco Central de Suecia designó los ganadores del premio Nobel de Economía de 2013. Los estadounidenses Eugene F Fama, Lars Peter Hansen y Robert J Shiller, fueron galardonados por su contribución a la compresión teórica y empírica de la formación de los precios de los activos.
Desde hace años los tres comparten las quinielas de los probables ganadores, pero en ternas distintos. Este año, el comité decidió unirlos por su contribución a comprender cómo se forman los precios de los activos financieros, con la particularidad de que este tema es analizado por cada uno desde distintos puntos de vista, tal vez motivado por la controversia generada con el escándalo de las subprimes, lo que desencadenó la Gran Recesión.
El Profesor de la Universidad de Chicago Eugene Fama estableció en la década del setenta que el precio de un activo financiero podía ser predecido a través de su rendimiento futuro esperado. Así, el precio de cualquier activo financiero se aproxima con la simple suma de los dividendos esperados. La idea, de que las expectativas futuras afectan las variables económicas en el momento actual, ponen a Fama en el grupo de académicos -junto con Lucas, Prescott y Sargent- que introdujeron las expectativas racionales y sentaron las bases del actual análisis dinámico de la economía. Fama llamó a su trabajo “Hipótesis de los Mercados Eficientes” ya que los mercados financieros reflejan toda la información existente con mayor rapidez que cualquier otro. Más por el nombre elegido que por los conceptos, sus ideas fueron y son frecuentemente blanco de críticas en los medios de comunicación. La más recordada es la que a partir de la última crisis financiera, le propinó otro ganador del Nobel en 2008, Paul Krugman. También, en el análisis estático, Fama introduce nuevos factores de análisis al Modelo de Precios de Activos de Capital (CAPM por sus siglas en inglés), que en su versión original explica los precios de activos solamente en función de la relación (covarianza) entre el rendimiento realizado y el mercado.
El también profesor en la Universidad de Chicago, Lars Peter Hansen, desarrolló a inicios de la década de los ochenta el llamado Método Generalizado de los Momentos (GMM, en inglés) con el fin de estudiar las ecuaciones de precios en el sistema financiero. A través de estas estimaciones, Hansen plantea que los precios de los activos financieros fluctúan demasiado en el largo plazo para poder ser explicados por la teoría tradicional. Hoy, este método estadístico ha trascendido y se utiliza en toda la disciplina económica, principalmente a la hora de estimar modelos semi-paramétricos. Hansen es quien presenta un perfil más bajo desde el punto de vista mediático, con trabajos más enfocados en la matemática y menos a la intuición económica.
Finalmente, el Profesor Robert J Shiller de la Universidad de Yale, parte de la paradoja que deja las ideas de Fama: como los agentes tienen una preferencia excesiva por los bonos -que la literatura considera una inversión libre de riesgo-, en un ambiente de competencia, el precio relativo de otros activos financieros es demasiado bajo. Si el precio refleja los dividendos esperados, éstos también tendrían que ser bajos, lo que se explica porque los agentes tienen una percepción del riesgo alta. Dentro del marco teórico de Fama, esto se explicaría si los agentes presentan una aversión por el riesgo mucho más alta que aquella estimada empíricamente. Al igual que Hansen, pone el énfasis en la excesiva volatilidad de precios con respecto a la volatilidad de los dividendos.
Shiller avanza usando la idea de exuberancia irracional, acuñada por el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, e introduce otros factores que explican el comportamiento de los agentes, como por ejemplo la moda. Junto con el también ganador de Nobel en 2001 George Akerlof, explora los aspectos psicológicos de la toma de decisiones, y son autores del libro de divulgación: Animal Spirits: Como influye la psicología humana en la economía.
También es el autor de la principal base de datos sobre activos inmobiliarios, conocida como Case-Shiller, fuente de información para todos aquellos estudios sobre el mercado de la vivienda y sus derivados en los últimos años.
Siete años después de la crisis financiera, el premio Nobel de Economía intenta enviar, con esta decisión salomónica, un mensaje: los fenómenos financieros son demasiados complejos para ser entendidos en el estadio actual de la disciplina, pero al día de hoy tomamos por buenos una serie de factores que nos ayudan a entenderlos mejor.