Ayer falleció un tipo emprendedor, inteligente y multifacético, que se dedicó entre otras cosas a las ciencias económicas y al arbitraje de fútbol, pero que será recordado sobre todo por su papel de animador de la cultura relacionado con el cine y, en los últimos tiempos, también con la televisión.
Ronald Melzer fue crítico en el semanario Brecha (en el que también escribía de fútbol, con el seudónimo Harry Hinkle) y en otras publicaciones, dueño y factótum de Video Imagen Club, un verdadero centro cultural (no sólo por la magnitud, diversidad y calidad de su catálogo, sino también por un estilo de atención personalizada que buscaba contribuir a la educación de los clientes, por las buenas o las peores), distribuidor, editor y productor de películas e impulsor de la reapertura de salas. También era provocador, caprichoso y, detrás de ésas y otras corazas extravagantes, un ser humano valiente y honesto, confiable y querible. Lo vamos a echar de menos.