De 1919 a 1929 se reunió, a diario, con los otros miembros del Algonquin Round Table, entre los que vale la pena recordar a Harpo Marx, Ruth Hale, Heywood Broun, Robert Benchley, Alexander Woollcot y George S Kaufman, que una vez sentenció: “Todo lo que he dicho en mi vida será atribuido a Mrs. Parker”. Mientras comían, los “viciosos” entablaban conversaciones a base de humor ácido y chistes directos, casi siempre ocupándose de hablar mal de determinadas personas o situaciones: a menudo, partes de las conversaciones terminaban en las columnas que los participantes tenían en diversos periódicos. Su fama creció de año en año y llegaron a escribir y poner en escena una obra teatral llamada No Sirree!, cuya única función se consumó en 1922. Parker, para ésta, escribió el texto de una canción paródica, “The Everlastin’ Ingenue Blues”. Sin embargo, muchos años más tarde, admitió que “la Round Table no era nada más que un grupo de personas que contaba chistes y proclamaba cuán maravilloso era…”. Además de sus escritos, tanto la película documental The Ten-Year Lunch (1987) como la de ficción Mrs. Parker and the Vicious Circle (1994) -ambas centradas en las actividades del Algonquin Round Table- revelan claramente la estatura de Parker como fina humorista. Acá va un pequeño muestrario de su ingenio mordiente, frases “pescadas” de diferentes fuentes.
Detesto escribir, me encanta haber escrito.
No me importa lo que se escribe de mí en la medida en que no sea cierto.
Un poco de mal gusto es como una buena pizca de páprika.
Lo primero que hago de mañana es lavarme los dientes y afilar mi lengua.
No me mires con este tono de voz.
El dinero no compra la salud, pero me conformaría con una silla de ruedas incrustada en diamantes.
Esta mujer habla 18 idiomas, pero no sabe decir “no” en ninguno de ellos.
Katharine Hepburn dio una increíble performance, cubriendo todo el espectro de las emociones, de A a B.
¡Todos estos escritores que escriben de sus infancias! Si yo escribiera de la mía, no te sentarías en el mismo cuarto conmigo.
No soy una escritora con problemas de bebida, soy una bebedora con problemas de escritura.
El único “ismo” en que cree Hollywood es el “plagiarismo”.
Vivir bien es la mejor venganza.
Nunca voy a lograr nada, me queda perfectamente claro. Nunca seré famosa. Mi nombre nunca se escribirá en grandes letras en el cartel Aquellos Que Hacen Cosas. No hago nada. Ni una sola cosa. Solía comerme las uñas, pero ahora ni siquiera hago eso.
El salario no me importa: sólo quiero lo suficiente para tener separados cuerpo y alma.