El ministro de Industria, Roberto Kreimerman, destacó el fuerte crecimiento que ha tenido el sector y dijo que existe una “institucionalidad muy desarrollada”, aunque advirtió que aún necesita una mayor proyección a futuro, que permita “abrir caminos y eliminar fricciones”.
Desde su incipiente desarrollo a mediados de los años 80, el sector no ha detenido su expansión. En 2012 representó el 2% del Producto Interno Bruto (PIB), con ventas al exterior por 250 millones de dólares y otras al mercado interno por 500 millones, lo que significa una tasa de crecimiento de 10% en promedio anual, según dijo Sebastián Torres, director nacional de Industrias. “Estamos frente al lanzamiento de un sector que ya se desarrolló”, valoró Kreimerman; sin embargo, mencionó que existen áreas en las que es necesario focalizarse y destacó la promoción, información y coordinación. “Hay que trabajar sobre los accesos a mercados y clientes; intercambiar necesidades y diagnósticos, no sólo entre el sector privado y público, sino también con el mundo académico; y si es necesario, crear nuevas normativas, específicas para el sector”, resumió.
Torres fue más específico; aseguró que el objetivo es “ambicioso” en referencia a que la meta es duplicar “las cifras” del sector para 2020. Además de modificar “sustancialmente” la estructura productiva, se procurará potenciar la transversalidad, elevando la complementariedad con los grandes sectores de producción como el agroindustrial, la industria y los servicios, y mencionó la particularidad que presenta este último, ya que “no sólo se alimenta a sí mismo, sino también al resto del tejido productivo”.
El director nacional de Telecomunicaciones, Sergio de Cola, coincidió en que el consejo “formaliza algo que ya está sucediendo”, pero agregó que el desafío es “mantener el crecimiento”. El sector de las TIC, que comprende subrubros de tecnología informática, electrónica y audiovisual, se encuentra hoy en día con un cuello de botella que, según se dijo, es la disponibilidad de recursos humanos. Varios de los presentes coincidieron en la importancia que también tiene el papel de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y trabajar en la atracción de inversión extranjera, ya sea por medio de capital o de emprendimientos nuevos.
TIC conozco
Fernanda Solórzano, quien coordinará el consejo, explicó que si bien las TIC comprenden a las telecomunicaciones, en esta primera instancia se van a considerar únicamente las empresas “productoras de bienes y servicios de base informática”, es decir, las productoras de software y servicios informáticos, que incluyen consultorías, el desarrollo de aplicaciones, internet y transmisión de datos; la electrónica para consumo personal y profesional; y la producción audiovisual (spots publicitarios, televisión y videojuegos).
Las empresas del sector son pymes en su enorme mayoría y están localizadas en la capital del país. Los trabajadores tienen alta calificación, perciben salarios superiores a la media y en su mayoría son hombres jóvenes.
El objetivo que se persigue desde el Ministerio de Industria, Energía y Minería es que el sector sea “competitivo, colaborativo, innovador y creativo, reconocido a nivel internacional por la alta calidad de sus productos y servicios y, por su compromiso con el desarrollo de sus trabajadores”, indicó Solórzano.
Manifestó además que en la primera etapa se recibieron las necesidades del sector y se desarrollaron cuatro ejes estratégicos. El primero, que busca ampliar la cantidad de negocios y la transversalización, está vinculado a la necesidad de contar con mayor información, colaboración y regulación que se adapte a la realidad del sector. Para esto, se procurará que intervengan organismos como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, las universidades, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Instituto Nacional de Cooperativismo, entre otros.
El eje de inserción internacional tendrá como objetivo acompañar la tendencia mundial de internacionalización, mediante un mayor acceso a mercados y captación de inversión extranjera directa. En este caso, se trabajará con el Ministerio de Relaciones Exteriores, Uruguay XXI, el Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay y el Programa de Competitividad de Conglomerados y Cadenas Productivas de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Se intentará contrarrestar la baja oferta laboral con un eje que atienda la formación y capacitación para el desarrollo inclusivo del sector, incrementando la oferta laboral de personas calificadas y, sobre todo, de la participación de mujeres. Para esto, se convocará al Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, las universidades, el Laboratorio Tecnológico del Uruguay, el Ministerio de Educación y Cultura, Inmujeres y el Plan Ceibal.
Habrá un eje específico dirigido a las compras públicas de TIC, que intentará fomentar el desarrollo de proveedores nacionales e incrementar la calidad de “compras tecnológicas” del Estado. Para esto, se trabajará con organismos como la Administración Nacional de Telecomunicaciones, la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información, UTE y la Agencia de Compras y Contrataciones del Estado.
Solórzano explicó que a partir de estos ejes estratégicos se conformarán grupos de trabajo con representantes de las instituciones designadas, que se reunirán mensualmente. Además, se desarrollarán reuniones bimensuales del Consejo Sectorial para “comunicar lo trabajado en los grupos, ir afinando necesidades y contemplar el avance” en ámbitos tripartitos, especificó. Posteriormente, se formulará el plan industrial y sobre fin de año se espera empezar a implementarlo.