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Con reforma electoral de Vázquez ex presidentes podrán ser intendentes y legalización del aborto habilitaría respuesta militar

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El mandatario quiere concluir el camino que empezó al impulsar “el mamarracho de las alcaldías”, que volvió imperiosa una reforma del sistema electoral.

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Como ocurre en cada elección, los periodistas estuvieron presentes cuando las principales figuras de la política votaron en sus respectivos circuitos. “Éste es el punto alto de la cobertura que realizamos. El segundo es cuando, luego de generar una gran expectativa durante varios minutos, mostramos a qué candidato pertenece el primer sobre de votación abierto. No está mal para 12 horas”, explicó un notero de un programa televisivo presente en el club Arbolito, lugar donde en cada elección vota el presidente Tabaré Vázquez. En una improvisada conferencia de prensa, Vázquez comenzó agradeciendo “a la diosa Fortuna, que hace que en todas las elecciones, a diferencia del resto de los uruguayos, me toque votar en el mismo lugar, que casualmente es un club que yo mismo fundé”. Pero lo que más repercusión generó fue su anuncio de que impulsará una reforma del sistema electoral que permita acortar el ciclo electoral, que actualmente comienza a principios de junio con las internas y finaliza a mediados de mayo del siguiente año con las municipales. Otro de los puntos importantes del nuevo sistema es que permitiría a los ex presidentes presentarse como candidatos a intendentes. “Es una lástima que toda la experiencia que acumulamos -perdón: que acumula un presidente- se pierda cuando deja su cargo”, opinó.

Además, de prosperar la iniciativa, la aprobación mediante plebiscito de la despenalización del aborto (que comenzará nuevamente a ser penado por un decreto presidencial) habilitaría la intervención de las Fuerzas Armadas, para “garantizar el regreso al orden institucional”. “Cuando el derecho a la vida es cercenado, el resto de los derechos pasan a segundo plano”, explicó. Y finalizó explicando que la concreción de estos cambios sería “la conclusión de un largo y trabajoso proceso que comenzó cuando impulsamos el mamarracho de las alcaldías, que volvió indispensable una reforma electoral para erradicar ese engendro”.

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