Indignación de los uruguayos con los dirigentes de la Conmebol se interrumpiría durante la Copa América

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El proceso judicial iniciado contra siete altos dirigentes de la FIFA, entre los que se encuentra el uruguayo Eugenio Figueredo, ocupó buena parte de los espacios dedicados al deporte en diarios, radios y televisión. “Todo el mundo sabía que Figueredo coimeaba. Pero claro, si uno no tiene pruebas no puede andar lanzando acusaciones así como así. Por eso nos dedicamos a alcahuetearlo todos estos años”, aseguró un periodista de la radio Sport 890. Sin embargo, las críticas a los dirigentes implicados en el escándalo, y especialmente a los sudamericanos, no sólo provinieron de la prensa, sino también de la opinión pública, que en forma casi unánime los condenó en encuestas de portales de internet, informes de noticieros y talk shows vespertinos. “Esto es indignante, es un escándalo. Esa gente se aprovecha de que el fútbol es el deporte más lindo y más grande del mundo para llevársela toda. Hay que hacer una limpieza a fondo desde ahora y hasta el 11 de junio, ahí parar un mes para ver la Copa América, y arrancar de nuevo el 4 de julio”, aseguraba ayer un transeúnte ante las cámaras de un noticiero. Si bien se considera que la mala imagen de la Conmebol ante los aficionados va a demorar en revertirse, también se espera que durante el torneo haya una pausa para celebrar la fiesta del fútbol continental. “Yo ya me compré la tele, imaginate que ahora no voy a dejar de ver un campeonato solamente porque haya sido organizado por algunos de los corruptos más grandes del continente. Pero ojo: cuando se termine la Copa América, ahí sí me voy a enojar. Caiga quien caiga”, aseguró un participante de un conocido talk show televisivo. Este fenómeno no ocurre solamente en Uruguay. Un editorial publicado en un diario deportivo español aseguró: “Que la FIFA organice el próximo mundial en un país semiautoritario como Rusia a cambio de sobornos es un escándalo. Esperemos que de acá a 2018 la democracia rusa mejore. Si no, no tendremos más remedio que dedicarnos a ver alegremente una fiesta del fútbol junto a violaciones a los derechos humanos”.