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El desafiante Michel Houellebecq estuvo en Buenos Aires

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El siempre polémico y provocador escritor francés Michel Houellebecq estuvo unos días visitando Buenos Aires, y cientos de personas hicieron cola para escuchar una conferencia suya el sábado. Desde que pisó Aeroparque anduvo con custodia policial, como lo hace desde enero de 2015, cuando el lanzamiento de su última novela, Sumisión (en la que narra la llegada de un partido islamista al gobierno de Francia), coincidió con el atentado mortal contra la revista de humor Charlie Hebdo, que en su último número antes de esa tragedia había lucido al propio Houellebecq en la tapa. Subió al escenario flanqueado por dos guardias, y espetó: “La izquierda está en situación de pánico total y en el horno”.

“Los intelectuales abandonaron la izquierda pero sin unirse a la derecha; en el medio encontraron la libertad de pensamiento”, afirmó. Fiel a su estigma, Houellebecq se definió como un “reaccionario”, disparó contra la democracia representativa, criticó a popes de las letras francesas como Jean-Paul Sartre y Marcel Camus, y sostuvo: “Entre las elites y el pueblo hay que hablar de odio, y también es de odio mi relación con algunos diarios, en especial Le Monde. No pierdo la esperanza de asistir en vida a la muerte de algunos diarios”. Además, aseguró que el viejo continente está en las últimas, porque allí muchas historias de amor se quiebran y las consecuencias son terribles: “Sin querer ser groseramente materialista, hay menos niños que nacen, y entonces el país muere. Por eso, Europa se está muriendo. Este es para mí un tema muy importante, más importante que los temas políticos habituales”.

Otra perla: “Puede que sea un poco machista, pero yo digo que me gustaría que encontráramos un sistema que funcione. El patriarcado no fue sustituido por un sistema que funcione. La palabra de los hombres ha desaparecido, porque el hombre se dio cuenta de que era más prudente callar. Porque se arriesga a no gustarle más a las mujeres. Se calla, disimula, y la mujer piensa tontamente que cambió”. Y de postre: “Abolir la prostitución es uno de los aspectos del suicidio europeo”.

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