Ingresá

Metallica pone fin a su larga enemistad con Youtube

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Han sido unos cuantos los artistas severamente restrictivos en cuanto a la difusión gratuita de su música por medios como Youtube; entre ellos, por ejemplo, y muy notoriamente, Bob Dylan y Prince (y no es casual que sean casos de músicos que, debido a su prestigio y sus éxitos, contaron con medios para montar los dispositivos requeridos a fin de mantener la vigilancia de lo que aparece en internet, plantear con rapidez pedidos de que el material sea retirado, y eventualmente proceder a acciones legales). Pero no debe haber una banda más conocida por su enemistad con ese tipo de medios de difusión que Metallica, famosa por el juicio que entabló en 2000 contra Napster (que, para quienes ya la han olvidado o no llegaron a conocerla, era una popular red para compartir archivos de audio en formato mp3, que tuvo que dejar de operar debido a una sucesión de demandas en su contra) y porque su mánager llego a calificar a Youtube, en abril de este año, de “el diablo”.

Sin embargo, parece que todo eso ya es cosa del pasado, dado que los popes del thrash metal decidieron no sólo promocionar su nuevo disco, Hardwired... to Self Destruct, mediante ese conocido sitio de videos, sino también directamente subir a Youtube la totalidad de las 13 canciones que lo componen, cada una de ellas con su correspondiente videoclip.

La hostilidad del grupo hacia la difusión de su trabajo en internet sin pagarles derechos de autor dañó más que nada la reputación de Metallica, que para una generación que creció escuchando música en la web, y naturalizó la idea de que estaba muy bien hacerlo gratis, se volvió sinónimo del artista egoísta, codicioso y, además, anticuado, a lo que se debe agregar que, en los últimos años, una seguidilla de discos de nivel irregular no ayudó nada a mejorar la imagen del otrora intocable combo metalero. Sin embargo, las cosas parecieron haber comenzado a revertirse un poco con la acogida más bien amable que tuvo su fonograma Death Magnetic, de 2008, y esta nueva obra ha sido aun más bienvenida, de modo que el largo purgatorio de la banda entre los rockeros más críticos tal vez esté llegando a su fin.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura