El llamado del cardenal Daniel Sturla a que los católicos no se queden con el “balde laicista” que “hace 100 años se le ha impuesto a este país” generó críticas en el Partido Colorado, cuya principal figura histórica, el ex presidente José Batlle y Ordóñez, fue un importante protagonista de la separación de la iglesia y el Estado en el Uruguay.
El prosecretario del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado, Max Sapolinsky, escribió en Twitter que estas expresiones de Sturla buscan “atacar principios básicos del Uruguay moderno”.
En una misma línea, el diputado Conrado Rodríguez consideró que lo de Sturla obedece a una “actitud divisionista que contraría los valores que dice defender”. También en Twitter, el legislador sostuvo que “con la laicidad el país ganó en tolerancia y libertad”, y recordó que el proceso de secularización comenzó hace más de 100 años, con la presidencia del nacionalista Bernardo Berro.
El senador José Amorín Batlle sostuvo en declaraciones a Montevideo Portal que la mención de Sturla fue “innecesaria y agraviante”. Según dijo, el cardenal tiene “el derecho y la obligación de trabajar para que la fe católica crezca”, pero “agraviando a una forma de ser del Uruguay y a un sector político como el batllismo, se excede”. Además, dijo que la laicidad del Uruguay “está definida y para siempre”, y eso no lo cambia “Sturla ni nadie”.
El diputado Ope Pasquet también consideró en declaraciones a ese mismo medio que los dichos de Sturla fueron “infelices y desatinados”. El legislador recordó que cuando se creó la Constitución de 1917 todos los partidos votaron a favor de la laicidad del Estado y la libertad de culto, y eso “ha marcado uno de los rasgos más claros de la identidad nacional: absoluta libertad religiosa y estricta laicidad”. Pasquet lamentó los “mensajes agresivos” de Sturla, “contrarios al espíritu que debe reinar” en estas fechas.