En un pasaje de El guardián entre el centeno (JD Salinger, 1951), el adolescente Holden Caulfield reconoce que los libros que le gustan son aquellos que, al terminarlos, lo hacen pensar: “quisiera ser amigo del autor y poder llamarlo por teléfono”. En las últimas décadas, lo más próximo a ese ideal son los espacios que ofrecen, por ejemplo, las ferias internacionales del libro, como la que comienza hoy en la explanada de la Intendencia de Montevideo.
La novedad de esta 39ª edición es que contará, por primera vez, con un país invitado de honor, Perú. Desde allí llegarán dos exposiciones plásticas, una serie de películas y varios escritores, entre ellos Jaime Bayly, también presentador de televisión (viernes a las 19.00) y Fernando Ampuero (domingo a las 19.00), reconocido autor con una peculiar trayectoria. Se trata de alguien cuya obra puso en peligro su vida, pero no fueron los libros, como ocurrió con el británico Salman Rushdie, sino el trabajo periodístico. Como jefe de la unidad de investigación del diario El Comercio, se dedicó a denunciar a narcotraficantes y a políticos y empresarios corruptos, y debido a ello tuvo que pasar a convivir con dos guardaespaldas. Como escritor cuenta con una obra muy consolidada, sobre todo en el género del cuento: uno de sus relatos más famosos, “Taxi Driver sin Robert De Niro”, se convirtió, más allá del título ocurrente, en un verdadero documento de la realidad callejera peruana.
De todos modos, la estrella de la delegación peruana que visitará Montevideo es, sin duda, Alfredo Bryce Echenique, que conversará hoy a las 20.00 con Jaime Clara. Este limeño nacido en 1939 vivió décadas en Europa: se diplomó en La Sorbona, y residió en varios países europeos, en los que escribió la mayor parte de su obra. Considerado uno de los escritores latinoamericanos post boom más interesantes, Bryce Echenique ha desplegado, a partir de celebradísimas novelas, como Un mundo para Julius (1970) o La vida exagerada de Martín Romaña (1981), una narrativa muy propia, marcada por un fino humor y un particular uso de la oralidad.
En un extenso perfil de la revista Gatopardo, el autor del libro de antimemorias Permiso para vivir (1993) reconoció que, paradójicamente, vivió su inmediato éxito como una gran pesadilla: “La fobia, la depresión, la tristeza, la ansiedad que me produjo Un mundo para Julius fueron aterradoras. Entré en un manicomio. Estuve en un hospital psiquiátrico en Barcelona, y me juré a mí mismo no escribir más. Era una decisión ya tomada, y seguí un tratamiento psiquiátrico que dura hasta el día de hoy”, confesó. Para goce de todos sus lectores, lo que no duró fue su alejamiento de las letras.
En 2006, Bryce Echenique volvió a ocupar las primeras planas de los medios de comunicación, pero en esa ocasión porque fue acusado de plagiar numerosos artículos en sus publicaciones en prensa. Fue condenado a pagar unos 50.000 dólares, pero más caro le salió el escándalo, que no puso en duda la autoría de su obra de ficción, pero cuestionó su ética. Cuando la prestigiosa Feria del Libro de Guadalajara le otorgó en 2012 su mayor premio, el mexicano Juan Villoro estuvo entre quienes consideraron inaceptable que recibiera esa distinción. En una nota titulada “La ética de un oficio”, escribió: “Aprecio a Bryce Echenique como persona y como el memorable autor de Un mundo para Julius y La vida exagerada de Martín Romaña. Su destino está asegurado, sus libros se seguirán leyendo y sus chistes, ya legendarios, seguirán animando nuestras reuniones. Pero hay algo que no puede soslayarse: Bryce robó al menos 16 trabajos ajenos. El plagio es el equivalente literario del dopaje deportivo o la negligencia médica”. Más allá de este cuestionamiento, su visita a Montevideo se convirtió en un gran acontecimiento, y Bryce Echenique continúa siendo un autor al que realmente vale la pena leer -o escuchar-.
Otras fronteras
El portugués José Luis Peixoto ingresó al medio como el “nieto literario” de otro José -Saramago-, pero de inmediato demostró un mérito propio que trascendía cualquier filiación, a tal punto que se ha convertido en uno de los escritores contemporáneos de su país con mayor proyección internacional, y su obra fue traducida ya a más de 20 idiomas, entre ellos el chino.
La editorial uruguaya Hum ya había compilado dos de sus libros en Historias de nuestra casa (2009), y hace unas semanas editó su novela Cementerio de pianos (que se presenta el jueves a las 20.00), en la que vuelve sobre su escritura poética contundente, con la que llega a crear verdaderos poemas en prosa.
Desde mucho más cerca, llega el narrador, músico y poeta autodidacta argentino Pablo Ramos, autor de una obra que parece no dejar de reescribir nunca. Desde su primera colección de cuentos, Cuando lo peor haya pasado (2005), hasta su trilogía de novelas El origen de la tristeza (2004), La ley de la ferocidad (2007) y En cinco minutos levántate, María (2010), las coordenadas se reiteran. Gabriel Reyes no sólo es su álter ego, o un pibe del viaducto de Sarandí que odia a su padre y lucha con su afición al alcohol, la droga y las prostitutas; también es el protagonista de una obsesión. Esta vez, Ramos vuelve a Montevideo para presentar (el 7 de octubre) un libro de crónicas confesionales, Hasta que puedas quererte solo, organizadas a partir del programa de los “12 pasos”que utilizan organizaciones como Alcóholicos Anónimos.
También vendrá la argentina Mariana Enríquez, autora de una obra marcada por lo gótico y el horror. Si bien ya ha pasado bastante tiempo desde que publicó, a los 21 años, su primera novela -Bajar es lo peor-, que le valió en su momento ser identificada como “la escritora argentina más joven”, este año se distribuyó por primera vez una obra suya en Montevideo: el libro de cuentos Las cosas que perdimos en el fuego. En ese trabajo la argentina despliega un notable manejo narrativo, por momentos austero y oral, por otros simbólico y concluyente, y así va construyendo un mundo con distintas versiones de lo ominoso, que es quizá lo que mejor la define. A Enríquez se sumará el escritor y periodista argentino Hernán Casciari, conocido por sus charlas, su escritura en blogs y la festejada pero relativamente breve experiencia de la revista Orsai, que en esta oportunidad conversará (el domingo 9) con Daina Rodríguez.
Entre las actividades nacionales, Random House organizó dos mesas en las que se homenajeará a Tomás de Mattos: la tertulia “En Tacuarembó, si te parece”, y la presentación del libro de relatos en el que estaba trabajando antes de morir, Vida de gallos. Además, presentarán sus libros los escritores Agustín Acevedo Kanopa -premio nacional de Literatura 2015-, Mercedes Rosende, Mercedes Estramil, Gustavo Espinosa, Rodolfo Santullo, Felipe Polleri y Ramiro Sanchiz, entre otros.
Entre las incontables actividades de estos 13 días de feria (el programa se puede consultar en www.ladiaria.com.uy/ULg), se presentará la primera historieta larga del humorista gráfico argentino Gustavo Salas, Parto de nalgas, coescrita junto a Ignacio Alcuri. Se trata de un libro de 96 páginas en blanco y negro, con prólogo de Riki Musso, que el año pasado ganó un fondo concursable en su categoría. También el prometedor Un proyecto latinoamericano. Correspondencia entre Antonia Cándido y Ángel Rama, con edición, prólogo y notas de Pablo Rocca, que seguramente se convertirá en un valioso documento de la cultura y la sociedad latinoamericanas en las décadas de los 60 y los 70.
Volviendo a otro peruano, en el libro de ensayos La verdad de las mentiras, Mario Vargas Llosa defendía que toda “buena literatura es un cuestionamiento radical del mundo en que vivimos”. Aunque sus últimos libros no lo hayan demostrado, en esa prédica hay una verdad que se vuelve ineludible, y que -seguramente- aquí algunos escritores transformarán en sus propias charlas.