En un comunicado emitido hoy, la organización Hijxs y Ex Hijxs de Genocidas repudió que en Argentina la Justica esté otorgando el beneficio de la prisión domiciliaria a represores condenados por crímenes de lesa humanidad. El último caso en este sentido fue el de Miguel Etchecolatz.
La organización responsabiliza por estos beneficios a la Justicia y al gobierno de Mauricio Macri, asegurando: “hacemos extensivo nuestro más hondo repudio a todos aquellos genocidas y cómplices civiles que desde el inicio de este gobierno se han visto beneficiados por diversas maniobras por parte del poder estatal”.
“Nos sentimos decepcionados por una justicia que empieza a borrar la idea de 'Lesa Humanidad', otorgando supuestas garantías constitucionales (como si fueran 'gestos humanitarios') o condenas irrisorias, equiparando de esta manera a los genocidas con delincuentes comunes”, indica el comunicado.
“La pesadilla retorna al barrio, a hogares que conocemos, para recordarnos que alguna vez tuvieron el poder de quitar la vida en nombre del Estado. (...) Con su presencia vuelven a amenazarnos, a poner en peligro el entorno familiar, a decirnos que después de todo son más fuertes. Hoy volvemos a sentir el perfume del terror, el sonido de sus pasos sigilosos y la angustia por la justicia rota. Sentimos el miedo de andar por la calle y de vivir junto a los asesinos, que ya demostraron su poder en democracia con la desaparición de Jorge Julio López”, agrega, haciendo referencia a la desaparición, en 2006, de un testigo de las violaciones a los derechos humanos cometidas por Etchecolatz.
“No se arrepintieron nunca, no hablaron nunca, no colaboraron jamás con la memoria ni con la justicia ni con la verdad. Pretenden recordarnos su poder y de lo que son capaces. Y ellos, nosotrxs lo sabemos, son capaces de todo”, concluye el texto.
Entre los firmantes del comunicado está Mariana D., la hija de Etchecolatz, que ha condenado los delitos por él cometidos.