La planta baja de un edificio municipal de Avellaneda se convertirá en el Museo Leonardo Favio: allí reproducirán su oficina, instalarán su biblioteca y exhibirán vestuarios de películas, escritos inéditos, afiches, sus clásicos pañuelos, guiones, cortes de su producción fílmica y hasta fotos familiares, además de organizar actividades vinculadas con el cine. Según dijo Nico Favio, hijo del homenajeado director de cine, actor y cantante, “todas estas cosas necesitaban un lugar donde estar. Qué mejor lugar que una escuela de cine [en el edificio funcionan el Instituto Municipal de Cinematografía y el área audiovisual de la Universidad de Avellaneda]. Los chicos que estudian acá seguramente tienen a mi papá arriba de todo. Y todo esto va a estar acá para que él esté vivo entre la gente que más lo adora, que son los pibes cineastas”.
Favio marcó a fuego la tradición cultural argentina y alcanzó un vuelo lírico único, desde Crónica de un niño solo (1964) hasta Aniceto (2008), pasando por Juan Moreira (1973), Nazareno Cruz y el lobo (1975) o Gatica, el Mono (1993). Como cantante, logró una gran respuesta popular, con éxitos como “Ella ya me olvidó” o “Fuiste mía un verano”. En 1973 fue designado conductor del acto de recepción a Juan Domingo Perón en Ezeiza que terminó en masacre y lanzó Juan Moreira, quizá su obra cumbre, que de algún modo anticipó el baño de sangre mucho mayor que llegaría después a su país.