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Se encontró una composición perdida de Gustav Holst

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Aunque el nombre del inglés Gustav Holst (1874-1934) no es tan conocido fuera de los ámbitos de la música clásica como los de algunos de sus coetáneos (como Igor Stravinsky, Maurice Ravel, Béla Bartók o Arnold Schoenberg), alcanza con escuchar dos o tres compases de “Marte”, de su épica composición de 1916 Los planetas, para reconocer su energía bélica, que a algunos les recordará a Wagner, a otros las composiciones de John Williams para Star Wars, y a algunos rockeros a Emerson, Lake & Palmer o Black Sabbath, bandas que versionaron obras suyas o se inspiraron en su trabajo. En todo caso, Holst es, especialmente en el mundo anglosajón, un nombre recurrente en las salas de concierto y los programas de música clásica europeas, de modo que la noticia del hallazgo de algunas partituras olvidadas del compositor es, en algunos círculos, una noticia extraordinaria.

También es una noticia con algunas curiosidades, ya que estas partituras fueron encontradas en la librería de la Sinfónica de Bay of Plenty, en la costa este de North Island (Nueva Zelanda), y fueron escritas y presentadas en vivo en 1906, tras lo cual se las creyó perdidas durante más de un siglo. Se trata de unas composiciones de corte folclórico llamadas Somerset Folk Songs (pero son canciones sin palabras), que fueron estrenadas en vivo por una orquesta conducida por el propio autor, que luego él mismo desechó, aunque reutilizó algunos fragmentos en la suite A Somerset Rhapsody (1907). Aunque el trabajo orquestal modernista del autor es lo que más sobrevivió al paso del tiempo, este hallazgo es un recordatorio de que Holst fue –junto a su colega y amigo Ralph Vaughan Williams– responsable del rescate y archivo de decenas de composiciones folclóricas, en el marco de una corriente de nacionalismo musical previa a la Primera Guerra Mundial. Paradójicamente, su obra más conocida, Los planetas, suele ser considerada una reacción a la primera de las grandes conflagraciones europeas del siglo pasado, durante la cual fue estrenada, aunque su inspiración provenía de la astrología y del trabajo compositivo de Schoenberg.

Las partituras de Somerset Folk Songs, que se encuentran en perfecto estado y cuya autenticidad ya ha sido verificada, serán devueltas a Inglaterra, no sin antes ser interpretadas nuevamente –luego de más de diez décadas– por la orquesta neozelandesa de Bay of Plenty.

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