Cada vez más, la realidad y la ficción condensan formas de la violencia física, simbólica, política o social, como parte de un mundo convulso, injusto y feroz. ¿Cómo explorar la violencia o cómo sustraerse a ella? Esta cuarta edición montevideana del Festival de Literatura de Buenos Aires (FILBA) se propone interrogar las formas de la violencia y sus marcas en la escritura. “La violencia es una fuerza antagónica, pero también es resistencia, porque finalmente es sobrevivencia. Con ella nos sentimos vivos, porque nos queremos vivos”, plantean los organizadores.
Así es como llega una nueva entrega del FILBA (que se realizará, con entrada libre, en Escaramuza, el Centro Cultural de España, el Museo Nacional de Artes Visuales y la sala Zitarrosa), el festival que se hace en paralelo entre Montevideo y Buenos Aires, y que alterna literatura, cine, música, plástica, escritores y lectores, ofreciendo nuevos formatos de intercambio con el público. En sus ediciones, el festival se plantea cruzar las fronteras de géneros, de idiomas y de tiempos, siguiendo el inusual devenir de la literatura. Pero sus particularidades trascienden las geografías, ya que se ha convertido en un encuentro no sólo entre lectores y autores, sino también en un espacio de reflexión, de debate, de difusión y de seducción. Porque de eso se trata: del placer que promueve la literatura.
Según adelantó a la diaria el coordinador uruguayo del festival, Alejandro Lagazeta –al frente de las librerías Escaramuza y La Lupa–, este año el FILBA se acercará a nuevas propuestas: el slam de poesía –un stand up competitivo– esta vez se realizará dentro del festival, y el sábado 23 comenzará una feria de 20 editoriales independientes –entre ellas, Auch, Banda Oriental, Civiles Iletrados, Ediciones CdF y Cal y Canto–, desde la que se trazará un mapeo de la literatura publicada en Uruguay. En ese sentido, Lagazeta sostuvo que el FILBA ha ido incorporando distintos proyectos. Este año “sumamos otro colectivo como es el Club de Lectura [grupo de personas que lee al mismo tiempo un libro], que viene funcionando muy bien en el Instituto Nacional de la Juventud, y esta vez participarán en una actividad específica, interpelando a los escritores Sebastián Míguez Conde y Vera Giaconi. A la vez, hemos profundizado modelos del FILBA como las lecturas uno a uno, y los cruces habituales entre nacionales y extranjeros, sumando otras expresiones, como la musical”.
Cada día tendrá su cierre musical: el viernes participarán Papina de Palma y Garo Arakelian, al día siguiente se presentará Boomerang, y el cierre del festival se hará de la mano de Julieta Venegas y Martín Buscaglia (la entrada será un libro infantil, que luego se donará a la biblioteca del Parque Rodó).
Lagazeta destacó que el FILBA ocupa un espacio propio y distinto, porque si bien en octubre se realiza la Feria del Libro, lo que se hace en ella es agrupar a todo el mercado editorial y presentar novedades de distintos autores, mientras el FILBA no presenta ningún libro, sino que discute sobre literatura o temáticas específicas, “y si se presenta a un autor, lo que se hace es hablar sobre su carrera, sin énfasis en su última obra. En la feria de editores se busca que todos cuenten con el mismo espacio y que circulen las publicaciones que ellos seleccionen. Esto y la convocatoria de escritores extranjeros son dos diferenciales”, dijo, y explicó esta estrategia por su vínculo originario: en general, la “poca circulación de autores internacionales no tiene que ver con una deficiencia uruguaya”, sino con la dificultad que implica el tránsito, y con que algunas instancias -como la Feria del libro- no coincidan con sus pares porteños. En ese sentido, el FILBA montevideano se realiza en paralelo al argentino, lo que impulsa y facilita la circulación.
Este año, el uruguayo que viajará a Buenos Aires para participar en la edición porteña será Daniel Mella. Al coordinador local le “hubiese gustado –y para los próximos años hay que trabajarlo– que fueran más autores uruguayos, ya que en las anteriores ediciones en las que participó Chile el intercambio fue mayor. Lo ideal sería que fueran cuatro o cinco, pero es un trabajo a desarrollar”, comentó.
Entre los invitados internacionales se encuentra el celebradísimo escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez, estrella del realismo sucio caribeño que se ha dedicado a explorar las variantes del sexo y la desolación, y cuyo talento tantas veces se comparó con el de Charles Bukowski: hasta Roberto Bolaño, poco antes de morir, escribió: “La crítica lo llama el Bukowski de La Habana y, en efecto, hay muchas cosas que el cubano comparte con el norteamericano: una vida de múltiples trabajos, [...] un éxito tardío, una escritura sencilla, [...] unos temas comunes, como las mujeres, el alcohol y la lucha por sobrevivir una semana más”. Y no hay dudas de que, como él mismo admitió alguna vez, dentro de 100 años se continuará leyendo su libro cumbre, Trilogía sucia de La Habana (1998). A él se sumará la uruguaya –radicada desde niña en Buenos Aires– Vera Giaconi, cuentista excepcional que explora la inquietante extrañeza que rodea al devenir cotidiano, y a quien Marcelo Cohen, en la contratapa de su libro Carne viva (2011), inscribe en una corriente de narradoras estadounidenses como Flannery O’Connor y Eudora Welty, que “viene poniendo el realismo en ascuas”. También participará uno de los escritores franceses más célebres del momento –sin ser Michel Houllebecq o Emmanuel Carrère–, Jean Echenoz, que ganó el premio Goncourt en 1999 por su libro Je m'en vais, así como la británica Claire-Louise Bennett, la italiana Teresa Cremisi, el premiado finlandés Kjell Westö y las argentinas Gabriela Cabezón Cámara (que en 2009 publicó su reconocida ópera prima, La virgen cabeza) y Diana Bellessi.
Entre los uruguayos estarán los dramaturgos Sergio Blanco –que abrirá el festival con una conferencia sobre violencia y literatura– y Anthony Fletcher (con un taller sobre la violencia en el teatro inglés); Hugo Fontana (que dará un taller de narrativa policial), Hugo Achugar, Rafael Courtoisie, Alberto Gallo y Carolina Bello, entre otros. El programa estará disponible en la web del festival, www.filba.org.ar.