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De las grandes bandas del pop/ rock del último medio siglo, quizá no haya una más insular e inclasificable que Steely Dan, un grupo –básicamente un dúo formado por Walter Becker y Donald Fagen– que todo el mundo musical reconoce como uno de los más elaborados y, en algunos ámbitos, influyentes de los años 70, pero que nadie suele identificar como parte de algún movimiento o corriente estético-cultural de su tiempo. Posiblemente este aislamiento se deba a que Steely Dan fue uno de los pocos ejemplos (junto con el trabajo en esos años de Joni Mitchell, Chicago, The Doobie Brothers y muy poco más) de un estilo de canción pop técnicamente muy dúctil y con ciertos vasos comunicantes con lo que en su momento proponían en el plano instrumental la fusión y el jazz-rock.

Walter Becker fue, junto a Donald Fagen, una de las mitades creativas de Steely Dan, además de su guitarrista, bajista y vocalista. Había comenzado su aprendizaje musical con el saxo, para luego pasarse a la guitarra, y fue alumno de Randy California (líder de la banda Spirit). Continuó sus estudios formales en el Bard College, donde conoció al tecladista y cantante Donald Fagen, que compartía con Becker la fascinación por la música negra, especialmente el rhythm & blues y las canciones de jazz, y junto con quien formó Steely Dan, que tomaba su nombre de uno de los personajes de El almuerzo desnudo (1959), de William Burroughs. Su primer disco, Can't Buy a Thrill (1972), logró un éxito que continuaría en forma ininterrumpida hasta 1980.

Steely Dan, que se completaba con sesionistas y músicos contratados, produjo éxitos como “Reelin’ in the Years”, “Rikki Don’t Lose That Number” y “Peg”, y desplegó un obsesivo y detallista cuidado formal –así como un alto grado de elaboración literaria en sus letras, no siempre notorio a la primera escucha– que haría escuela en el Río de la Plata, y particularmente en Argentina, donde su sonido se convirtió en referencia de formaciones como Serú Girán y Spinetta Jade, una conexión que sería saludada por Becker y Fagen en su disco Gaucho (1980).

El dúo se separaría luego de la edición de Gaucho, en parte a causa de los problemas con sustancias tóxicas de Becker, quien se dedicaría principalmente a la producción hasta 1993, cuando volvió a juntarse con Fagen para hacer su primera gira en casi 20 años, nuevamente bajo el nombre Steely Dan. El dúo siguió presentándose en vivo y grabando esporádicamente hasta este año, en el que suspendió una gira a causa de complicaciones médicas de Becker, quien falleció el domingo, por motivos que no se dieron a conocer. Fagen lo despidió con una carta pública en la que recuerda el sentido del humor de su compañero musical y su gran capacidad para imitar voces y formas de tocar, al tiempo que declara la intención de seguir interpretando la música que compusieron juntos durante sus años de gloria.

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