La directora del Centro de Ingreso, Diagnóstico y Derivación (ex Cárcel Central) del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Mary González, aseguró que tiene la “conciencia tranquila” respecto a la fuga del mafioso italiano Rocco Morabito de dicho establecimiento penitenciario, y sostuvo que había pedido el traslado de este recluso varias veces, e incluso había advertido de una posible fuga.
“Las condiciones edilicias no eran las adecuadas y más teniendo en cuenta el perfil de esta persona y todo lo que conllevaba”, sostuvo González en una entrevista con Radio Carve.
La directora aseguró que había informado varias veces de una posible fuga de Moravito, sin respuesta: “Nosotros informamos, pero hay una cadena de mando, y si yo informo una situación y no tengo respuesta, no puedo salir con el interno y llevarlo a retiro donde quisiera que estuviera para salvaguardar la identidad”.
Según González, la situación es una “responsabilidad compartida” con el INR, el Ministerio del Interior, la Guardia Republicana, el jefe de Policía y “hasta el propio Estado de Italia porque ellos estaban informados perfectamente que ya se había pasado el tiempo y continuaba la persona acá”. La jerarca aseguró estar con la “conciencia limpia”.
Además, informó que ya había pedido el traslado de Morabito porque “hacía muchísimo tiempo que estaba” en la ex cárcel central, a la espera de su traslado definitivo a Italia. Según dijo, el edificio de la antigua cárcel no tenía las condiciones más adecuadas, al punto que el propio recluso reconocía la situación.
Además, aseguró que había sido informada en “varias oportunidades” -y principalmente el año pasado- de una posible fuga del recluso, por lo que había advertido a sus superiores muchas veces de la situación. “Este año nosotros informamos porque habíamos encontrado una cuerda, habían intentado salir por unas de las ventanas”, sostuvo.
La jerarca describió que al momento de la fuga “había dos funcionarios de la Guardia Republicana apostados en el piso”, que “sabían cuál era su tarea”.