Ingresá

El coronavirus entra en una profunda depresión tras no haber podido acabar con Donald Trump

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

El psicólogo que atiende al virus intenta convencerlo de que matar al mandatario no es tan fácil como parece porque a la hora de curarse este confía en la ciencia.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

11 días después de haber sido diagnosticado con covid-19 el presidente de Estados Unidos fue dado de alta. El mandatario, que llegó a estar internado varios días en un hospital militar debido a la enfermedad, dio negativo en un test que le fue realizado anoche. La noticia fue celebrada por los seguidores del presidente, pero también causó desazón al coronavirus, quien reconoció haber entrado “en una profunda depresión”. “Fueron varios meses tratando de ingresar en el cuerpo de Donald Trump, así que cuando por fin lo logré y hasta fui capaz de enfermarlo, creí que lo iba a acabar. Pero finalmente no pude hacerlo. Es muy frustrante que te pase algo así. Realmente te dan ganas de abandonarlo todo”.

El psicólogo que atiende al coronavirus reconoció que este se encuentra pasando por una fase “de mucho abatimiento y desesperanza”. “He estado tratando de hacerle ver que, a pesar de que no obtuvo el resultado esperado, tiene que estar orgulloso de su esfuerzo. Es que cuando uno ve a Trump saliendo a la calle sin mascarilla, mezclándose con miles de personas y desestimando la gravedad del virus, da la sensación de que sería la cosa más lógica y natural del mundo que se infectara y se muriera. Pero no podemos olvidar que a la hora de curarse Trump apuesta cien por ciento a la ciencia contra la que despotrica. No toma hidroxicloroquina ni nada de eso. En todas las sesiones le recuerdo al coronavirus que es fácil que un seguidor de Trump muera, pero que él mismo muera no lo es tanto”.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura