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Carta envenenada enviada a Donald Trump no hubiera podido lograr su objetivo porque el presidente hace siete años que no lee

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Los agentes del FBI destruyeron la misiva “por pura precaución, ya que iba a terminar en la papelera del Despacho Oval sin ser abierta”

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Una carta destinada al presidente Donald Trump que llegó ayer a la Casa Blanca despertó las sospechas de los servicios de seguridad, que al analizarla descubrieron que contenía un veneno letal llamado ricina. De todas maneras, desde el FBI aclararon que el mandatario “nunca corrió peligro de vida”, ya que “él hace siete años que no lee, así que no había chance alguna de que abriera la carta”. Los agentes destruyeron la misiva “solamente por precaución, porque iba a terminar en la papelera del Despacho Oval sin ser abierta. Repetimos: la salud del presidente nunca estuvo en riesgo, simplemente no queríamos que algún funcionario de la limpieza terminara envenenado”.

Varias fuentes de la Casa Blanca coincidieron en señalar que Trump abandonó completamente el hábito de la lectura. “No lo vi nunca leer, y él mismo les dijo a sus asesores que hacía siete años que no lo hacía. De hecho, a esta altura tiene serias dudas de que pueda recordar cómo se leía, así que optó por no intentarlo más”, reveló un ex funcionario gubernamental.

Un agente del FBI confesó de todos modos que el riesgo de que el presidente resulte envenenado “es algo que está siempre presente, pero no por los atentados terroristas, sino porque en algún momento puede intentar beber los venenos que recomienda contra la covid-19. Nuestra teoría es que él no cree en ellos, pero también sospechamos que puede estar empezando a confundir la realidad con la ficción”.

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