La Fiscalía especializado en Delitos Económicos y Complejos de tercer turno investiga desde mediados de 2023 el paso por Uruguay de tres posibles espías rusos, que poseían documentación brasileña y tramitaron pasaportes uruguayos, según informó Búsqueda con fuentes de los servicios de inteligencia.
Un artículo de The New York Times publicado este miércoles abordó el trabajo de un equipo que agentes federales brasileños llevaron adelante durante los últimos tres años para desmantelar la operación de espionaje ruso en ese país, con alcance a otros países de la región, entre ellos Uruguay.
Según el medio estadounidense, los agentes descubrieron al menos a nueve oficiales rusos que operaban encubiertos con identidades brasileñas, en el marco de una investigación que abarca unos ocho países y que se basa en “inteligencia proveniente de Estados Unidos, Israel, Países Bajos, Uruguay y otros servicios de seguridad occidentales”.
Brasil emitió, en los últimos meses del año pasado, alertas azules de Interpol en busca de información sobre una persona, que incluyeron los nombres, fotografías y huellas dactilares de los espías rusos y fueron enviadas a los 196 países miembros del organismo independiente. “Interpol, como organismo independiente, no se ocupa de cuestiones politizadas como el espionaje. Para evitar eso, las autoridades brasileñas dijeron que los rusos estaban siendo investigados por usar documentos fraudulentos”, explica el artículo.
María Luisa Domínguez Cardozo y la pareja formada por Federico Luiz González Rodríguez y María Isabel Moresco García –que ingresaron a Uruguay desde Brasil en 2023– son los tres sospechosos rusos que, utilizando partidas de nacimiento brasileñas, obtuvieron pasaportes en Uruguay. Estos nombres figuran en la investigación de The New York Times, que, al igual que el semanario Búsqueda, informó que Interpol emitió alertas a pedido de Uruguay sobre los espías, cuyos nombres reales serían Roman Olegovich Koval, Irina Alekseyevna Antonova y Olga Igorevna Tyutereva.
“Con sus identidades registradas en las bases de datos de la Policía y sus verdaderos nombres marcados por los servicios de espionaje, lo más probable es que los operativos nunca puedan volver a trabajar como espías extranjeros”, asegura el medio estadounidense.
Fuentes del caso dijeron a Búsqueda que la alerta se enmarca en la investigación de Fiscalía, que presenta “pocos avances”. La expedición de pasaportes para estos sospechosos no está vinculada a la organización por la que se abrió la causa en torno a quien fuera jefe de la custodia presidencial del expresidente Luis Lacalle Pou, Alejandro Astesiano, que falsificaba documentos para facilitar la expedición de pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos.