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¿Qué comemos? Plantas domesticadas y otros mutantes invita a recorrer historia y curiosidades de los vegetales comestibles

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Hace tiempo que los libros que podrían agruparse en esa categoría tan laxa como abarcativa a la que llamamos “de información” son cualquier cosa menos aburridos o densos. Los ejemplos abundan y abarcan un abanico de estilos tan amplio como los temas que abordan. Suelen ser la oportunidad de investigar no sólo en la materia que se expone sino en el vehículo comunicativo al que se echa mano para que esas páginas sean al mismo tiempo atractivas y desafiantes para el lector, que favorezcan una lectura activa, que planteen interrogantes y caminos de búsqueda.

En esa línea se inscribe este Plantas domesticadas y otros mutantes, que aborda el universo de los vegetales comestibles desde una perspectiva peculiar que desde el título siembra la curiosidad al involucrar dos adjetivos inesperados e intrigantes: domesticadas y mutantes. Si no era suficiente con poner en juego estos dos conceptos en combinación, en la introducción el autor promete que el libro intentará responder “algunas preguntas que aún no sabías que te hacías”. Es decir, va directo al corazón de un espíritu curioso.

De la mano de una ilustración gozada a cargo del historietista chileno Alberto Montt, el libro hace un abordaje del universo vegetal desde diversas perspectivas y con una mirada cuestionadora. La información, precisa y abundante, no abruma y es presentada de manera atractiva tanto en el texto como en la ilustración y en las viñetas que hacen un contrapunto y dejan picando nuevas preguntas. Desde la variedad de especies vegetales comestibles, la diferencia entre silvestres y domesticadas, las adaptaciones de las especies tanto a las circunstancias naturales como a las artificiales, las modificaciones hechas por los humanos, hasta datos curiosos como el parentesco del brócoli con la mostaza, interrogantes acerca de cómo serán los vegetales del futuro y cuestionamientos como el gasto energético que implica transportar alimentos desde sitios lejanos y las implicancias ambientales de la ganadería, el abanico es ancho y lo mejor es que, lejos de pretensiones de ser exhaustivo, plantea los temas como invitaciones a seguir explorando.

El tomate, el choclo, el kiwi y el boniato no serán lo mismo después de navegar por estas páginas y descubrir su origen y peculiaridades. A partir de elementos tan cotidianos como el plato de comida se abre un universo tan diverso y complejo como poco evidente y sorprendente.

Plantas domesticadas y otros mutantes, de Iban Eduardo Muñoz y Alberto Montt. Flamboyant, 2021. 46 páginas. $ 1.150.

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