Los estudios Aardman son sinónimo de calidad en películas animadas por el método de stop motion o claymation, en los que figuras (en este caso, de arcilla) son fotografiadas cuadro a cuadro para generar la sensación de movimiento. Entre sus películas más famosas se encuentran Pollitos en fuga (2000), Wallace y Gromit: la batalla de los vegetales (2005) y Shaun, el cordero: la película (2015); estas dos últimas son continuaciones de envíos televisivos.
A punto de estrenar una secuela de Pollitos en fuga, el estudio llegó a la prensa británica por un supuesto problema en su horizonte, aunque la cosa no sería tan grave. Desde sus comienzos en la década de 1970, Aardman utilizó un material llamado Lewis Newplast, inventado por un profesor de arte apellidado Lewis, para construir sus personajes.
Según informa The Guardian, la sustancia es fácil de moldear y se mantiene en forma bajo las luces de un estudio, pero la única fábrica que la producía cerró en marzo. Ni bien se supo del cierre, Aardman compró todas las existencias de Lewis Newplast, que serían suficientes para la nueva película de Wallace y Gromit a estrenarse en 2024. Luego de eso deberán encontrar un respuesto.
El resto del texto del Guardian, firmado por el periodista y crítico Robbie Collin, se centra en la producción de Pollitos en fuga: el origen de los nuggets, que debutará en Netflix sobre fines de este año. La voz del protagonista (el gallo de circo Rocky Rhodes) había estado a cargo de Mel Gibson, quien en los últimos años se ha convertido en una figura demasiado polémica como para encabezar una película para niños, así que fue sustituida por Zachary Levi. “Es justo decir que Mel ya no es la estrella de cine de ojos azules que alguna vez fue”, dijo el director Sam Fell al citado periódico.
Poco importaron los avatares del estudio o los adelantos de la aventura que se viene; las redes se llenaron de comentarios acerca del fin de la icónica arcilla de Aardman. Tanto, que la cuenta oficial de los estudios salió a poner paños fríos y asegurar que la magia no se detendrá por un inconveniente tan pequeño como ese. “Estamos conmovidos por la reciente preocupación sobre el futuro de nuestras queridas creaciones de arcilla, pero queremos asegurarles a los fanáticos que no hay nada de qué preocuparse”, escribieron en diferentes redes sociales.
“Contamos con altos niveles de stock de arcilla para utilizar en actuales y futuros proyectos, y, al igual que Wallace en su taller, hemos estado experimentando detrás de cámara por un buen tiempo, con planes que permitirán una transición fluida a nuevos suministros para continuar realizando nuestras icónicas producciones”.