El sábado de tarde en el MAPI (25 de Mayo 279) se estrena Aguaviva, versión dramatúrgica del libro Agua Viva, que Clarice Lispector publicara en 1973, “en el ápice de su exitosa carrera literaria, logrando un texto que al mismo tiempo resume en ese sentido de destilación química toda su obra, e inaugura de modo contundente las marcas características de lo que será la escritura de Lispector durante esos años 70 que son fundamentales para una transformación del estatuto de la ficción en la literatura contemporánea”, escribe Florencia Garramuño en el prólogo a la edición que en 2010 hizo el sello argentino El Cuenco de Plata.
Apenas un fragmento que da cuenta del tono de Lispector: “¿Mi tema es el instante?, mi tema de vida. Busco estar a la par de él, me divido millares de veces en tantas veces como instantes que ocurren, fragmentaria que soy y precarios los momentos –sólo me comprometo con vida que nazca con el tiempo y que con él crezca: sólo en el tiempo hay espacio para mí”.
Se trata del primer unipersonal de Camila Parard, quien empezó a rumiar la idea hace tres años mientras residía en San Pablo, donde estudiando el arquetipo de Lilith tomó contacto por primera vez con la obra de Lispector. “Cuando llegué a Agua viva tuve esa intuición, me visualizaba actuando el texto, que entra en ciertos lugares existenciales, pero al mismo tiempo eso lo trae al momento presente. De hecho, Lispector escribía mucho, en su cotidianidad, con su cuerpo, eso se ve mucho en su escritura. Y había algo de ese desdoblamiento que hablaba mucho de la actuación”, cuenta.
Parard apeló a la ayuda de su compañero de generación, Felipe Ipar, para trasladar la tan densa como poética novela de Lispector. El texto es una reducción de la voz de la escritora brasileña de origen ucraniano: “Ella reflexiona mucho sobre la vida, sobre la creación, y lo que hicimos fue cambiar; cuando en Agua viva la pintora escribe, nosotros pusimos que actúa. Entonces todas las imágenes se transforman ahora en una actriz que está actuando”, explica, ante la dificultad de transferir un espectáculo en palabras.
En cuanto a la puesta en escena, adelanta que en el proceso dieron voz a los distintos rubros en un formato de laboratorio, en el que cada área propuso y se trabajó con esa materialidad.
La pieza fue mutando, y junto con ella el concepto de instalación, que se vincula directamente con el dispositivo escénico resultante, con el nuevo lenguaje hallado, que apunta a una experiencia inmersiva. La descripción parece opaca porque refiere a una obra abstracta y sensible, como la describe su codirectora e intérprete, Camila Parard.
Cuando el público llegue al MAPI, la actriz ya estará ocupando el pequeño escenario allí montado. “Cuando diagramamos este proyecto tenía un carácter más instalativo, después fue mutando y la verdad es que es una obra de teatro”, agrega, reordenando las palabras.
Aguaviva, con adaptación y dirección de Felipe Ipar y Camila Parard. Sábados a las 18.30 hasta el 16 de setiembre. La sala tiene capacidad para 40 espectadores. Entradas $ 500 por el correo aguaviva.entradas@gmail.com.
De revueltas que vuelven
Este sábado a las 21.00 es la última oportunidad para experimentar de cerca la historia de la anarquista lituana Emma Goldman (1869-1940) en el teatro Victoria (Río Negro 1477). Tras el rescate de Sabina Spielrein en el intenso despliegue que fue Ser humana, la dupla que forman Angie Oña en actuación y Freddy González en dirección decidió ahondar en la vida de otra protagonista de sucesos históricos, alguna vez apodada “la mujer más peligrosa de América”.
Como resultado de dos años de investigación y una puesta en escena de mucha libertad, delinearon Onírika, si dejamos de soñar morimos, un viaje al pasado, con constantes guiños a la actualidad.
Vuelta a clases
Sala de profesores, de Lucía García, vuelve en su tercera temporada al teatro Alianza, el 4 de agosto a las 21.00, y continuará los viernes en ese horario. La reposición llega con un elenco bastante cambiado: Dahiana Méndez, Carla Moscatelli, Martha Vidal, Fernando Amaral, Adriana Do Reis, Martín García y Sabrina Speranza.
La obra se estrenó en 2019 y fue vista por más de 5.000 personas. Es que la trama tiene todo para enganchar a más de una generación: en el liceo Héctor Mininni el cuerpo docente confluye a la hora del recreo, que está convulsionada, ya que la institución está siendo ocupada por los estudiantes. A eso se agrega que los profesores quedan encerrados y la consigna la proponen los alumnos: para poder salir tienen que hacer una lista de diez razones por las que tiene sentido ir a clases.
Feria fotográfica de invierno
Este sábado y domingo desde las 13.30, el Foto Club Uruguayo organiza su Feria Invernal en La Cretina (Soriano 1236), con talleres, venta de copias y revistas, fotografías de autor y música en vivo a cargo del Coro Yulelé y el dúo El Baile de los Monos.
Entre las múltiples propuestas, habrá talleres. “La fotografía como soporte del collage”, revisiones de portfolios a cargo de Pablo Bielli, Pata Torres, Leo Mainé y nuestro compañero Iván Franco, presentaciones didácticas (“Sopa de retratos”).
Todas las actividades son gratuitas, excepto las mesas de opinión e intercambio.