Con la intención de generar ámbitos de encuentro y difusión para la danza contemporánea, en 2007 surgió un equipo de trabajo dirigido por la artista escénica Paula Giuria. Inicialmente, produjeron un encuentro entre creadores latinoamericanos llamado Diálogos Montevideo en el que, además de poner en escena distintas obras, generaron un intercambio fructífero entre artistas locales e internacionales.
Esa fue la semilla que germinó en 2012, cuando Giuria junto al gestor cultural Santiago Turenne se lanzaron a crear el Festival Internacional de Danza Contemporánea del Uruguay (Fidcu). La quijotada superó las expectativas y colocó a Montevideo en un lugar destacado a nivel regional.
El festival, además, se sostuvo en el tiempo. Con 2020 –el año de la pandemia– como excepción, el evento se viene realizando anualmente, con la misma motivación en torno a la necesidad de crear espacios de reflexión en torno a la creación, fortalecer el vínculo con la comunidad internacional y sostener y difundir la práctica de la danza, y logró perdurar en el tiempo y resignificar la danza contemporánea en otros ámbitos.
Hay que tener en cuenta que cuando surgió el Fidcu existían pocos centros de formación de danza, mientras la producción de obras era escasa y aislada. La creación del festival y su presencia constante fue en sí misma una forma de contribuir a tender puentes y abrir espacios de circulación. Las políticas públicas para expandir la danza fueron importantes, pero aún no son suficientes. Tomemos como ejemplo la territorialidad: están focalizadas en Montevideo y no llegan al resto del país donde el debe aún es mucho más grande.
De todas maneras, Giuria cree que en los últimos años se han mejorado las condiciones académicas que posibilitan un vínculo más fluido entre bailarines, creadores e investigadores. La Escuela Nacional de Danza del Sodre diversificó su oferta y se creó la Licenciatura en Danza Contemporánea (que, junto con el IPA, brinda la oportunidad de formalizar los estudios).
Destaques
La edición 2023 del Fidcu se desarrollará del jueves 7 al 10 de setiembre en distintas locaciones. Como es usual, en esta décima edición se presentarán varias obras, talleres y actividades. El costo de la entrada no es impedimento para disfrutar del festival, ya que hay espectáculos con funciones gratuitas con inscripción previa y otros a los que se accede mediante entradas que se encontrarán en Tickantel o en boleterías del teatro Solís y del Auditorio Vaz Ferreira.
Para esta edición 10, son diez también las locaciones que albergarán talleres y exposiciones. Hay desde instituciones oficiales a pequeños espacios, de grandes escenarios a plazas públicas: el Auditorio Vaz Ferreira, el Centro Cultural de España, el Cine Universitario, el Centro de Prácticas Contemporáneas Croma, la Escuela de Formación Artística del Sodre, Fantástico 1490, el INAE, Of. Paraná, la plaza Independencia y el teatro Solís.
Participarán artistas de Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Portugal, España y Francia. La curaduría, sostiene Giuria, “está pensada para generar ese sacudón de emociones”, en los que se impone la reflexión sobre los espacios a habitar y el orden de las obras que se exponen. “En las experiencias de la danza se juegan partes del ser que no se juegan en otros campos. Se da lugar a lo no racional, a esto de estar en lo que no sabés que es, pero es”, acota.
De los espectáculos extranjeros se destaca Auto-bio-coreografía, la obra del francés Jêrome Bel, que será interpretada por los uruguayos Magdalena Leite y Aníbal Conde, pues por motivos ecológicos el artista y su compañía ya no utilizan el avión para sus viajes. La obra se presentará en dos versiones: la original, en el Auditorio Vaz Ferreira el viernes a las 21.30, y la versión diurna, el sábado a las 15.30 en la sala Delmira Agustini.
Para el cierre del festival se presentará la obra Territorio vulva, bajo la dirección de Paula Giuria. La pieza surge de una investigación realizada desde 2019 y fue materializada por núcleos de trabajo separados en el tiempo. “La creación fue de poco ensayo y mucho pensamiento para tejer una obra minimalista que trabaja con los genitales femeninos, la temporalidad y la forma como una vía de acceso a estados mentales o imaginarios”, afirma la directora, que para cerrar cita a Idea Vilariño: “Inútil decir más, con nombrar alcanza”.
Fidcu 2023. Del 7 al 10 de setiembre en diversas salas. Programación completa en fidcu.com. Entradas en Tickantel, boleterías del teatros Solís y del Auditorio Vaz Ferreira a $ 300. Descuento presentando cupón $ 200. Bono Teatro Solís: 4 entradas a $ 600.