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Felices los 6.

Felices los 6: poliamor en clave de humor

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La serie argentina aborda las ventajas de las nuevas y las viejas formas de relacionarse afectivamente.

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Si hay tantas maneras de amar y practicar el sexo como vínculos existen, ¿por qué aún se siguen pensando las relaciones amorosas casi siempre como estructuras tradicionales y monógamas? Con esa simple pero profunda pregunta como disparador se presenta Felices los 6, la última miniserie argentina de Max que en tono de comedia navega por el complejo mundo de las relaciones humanas, el amor romántico, los celos, los mandatos sociales y familiares, los prejuicios y las diferentes formas de pensar una pareja.

Dirigida por el especialista en comedias románticas, Diego Kaplan (Dos más dos, Igualita a mí) y escrita por Javier Rozenwasser (100 días para enamorarse, Santa Evita) y Sofía Wilhelmi (Ciega a citas), narra con humor la historia de amor entre Damián (Nicolás Furtado) y Carolina (Delfina Chaves). Desde el momento en que se conocen, él se enamora y la imagina como la madre de sus hijos, mientras que ella disfruta su libertad conviviendo con Pato (Paly Duval), Trinidad (Malena Sánchez), Lautaro (Federico Salles) y Gonzalo (Juan Sorini), un diverso grupo con quienes practica el poliamor.

Damián es de Villa Devoto, de clase media y tiene el típico grupo de amigos que juegan al fútbol y a la Play y se juntan a comer todas las semanas. Su novia, con la que planeaba casarse y tener una familia, lo acaba de dejar, pero, en la fiesta de casamiento de su amigo Lucas (interpretado por el comediante Luciano Mellera), se cruza y queda impactado con Carolina, una mujer carismática, simple y directa. El mundo de la pareja tradicional de Damián entra de inmediato en conflicto con la concepción del amor libre de Carolina, y mientras ambos intentan romper con sus propios paradigmas, estereotipos y se enfrentan a mandatos culturales para amar y ser amados, ofrecen al espectador una clase de cómo es posible abordar estos temas con gracia y empatía.

Con un humor efectivo y barrial y una historia en apariencia liviana pero que ahonda con inteligencia en el mundo de las emociones humanas, se relatan las intersecciones de las nuevas relaciones sexoafectivas fuera de la heteronorma, las diferentes formas de libertad sexual y la apertura de vínculos, pero también la importancia del consenso compartido y la sinceridad al momento de encarar cualquier tipo de relación. Lo que Damián quiere o entiende como una pareja no es igual a la idea que tiene Carolina y muestra lo inevitable del choque de necesidades a través de muchísimas situaciones graciosas muy bien ejecutadas.

Felices los 6 satiriza al machista y conservador grupo de amigos varones y también al preconcepto, injustamente negativo, de que la monogamia es “aburrida”. Damián aparece siempre nervioso al tratar de encajar en este combo poliamoroso y Carolina enfrenta unos sentimientos que creía superados: los celos. La historia decodifica la atracción y el deseo, bucea en las nuevas masculinidades y en la importancia de estar listos, sin obligación ni mandatos, para explorar nuevas formas de amor mientras que, a la vez, remarca lo sano de aceptar que no todos quieren ir por ese camino de la exploración y que eso también está bien.

Ingeniosa, natural y divertida, esta es una comedia bien filmada y bien actuada que busca deconstruir los conceptos tradicionales de amor romántico y abrir el debate sobre la diversidad de los vínculos y la importancia de la comprensión, el respeto y la honestidad, sea cual sea la forma de esa relación.

Felices los 6. Ocho episodios de 30 minutos. En Max.

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