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David Lynch (archivo, octubre de 2019).

Foto: Chris Delmas, AFP

Murió David Lynch, el artista que acercó el surrealismo a las masas

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Cineasta, pintor, músico, el creador de Twin Peaks abrió universos narrativos a varias generaciones.

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Leído por Mathías Buela.
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En noviembre anunció que tenía un enfisema y que ya no daría más entrevistas. Luego se supo que los problemas respiratorios apenas lo dejaban moverse. Este jueves sus familiares lo anunciaron: David Lynch murió cuatro días antes de cumplir 79 años.

“Con gran pena, anunciamos el fallecimiento del hombre y del artista David Lynch. Nos gustaría tener privacidad en un momento así. En el mundo queda un agujero enorme ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él diría, ‘atiendan a la dona y no al agujero’. Es un hermoso día, el sol resplandece dorado y el cielo está totalmente azul”, escribieron en redes sociales.

Es, sin duda, la muerte de uno de los grandes artistas del cambio del siglo XX al XXI. Tanto en sus primeras películas, fácilmente asociables al cine-arte, como en sus grandes producciones o sus incursiones televisivas, el estadounidense Lynch buscó representar, con sutileza creciente, el contacto de lo cotidiano con lo ominoso, en la estela de los surrealistas de las vanguardias europeas. A eso le agregó una comprensión de la comunicación masiva que le permitió estirar las posibilidades del lenguaje audiovisual.

Un posible centro de su filmografía está en el filme Blue Velvet (1986), en el que buscó yuxtaponer ambientes sosegados y maldad extrema con el encuentro entre un muchacho de pueblo chico y un criminal excéntrico. Están ahí también dos de sus actores fetiche, Kyle MacLachlan y Laura Dern (además de dos íconos cool como Isabella Rossellini y Dennis Hopper).

Ese entorno semirrural y protestante, tan pegado a la imaginería del Estados Unidos norteño, profundo y blanco, sería expandido en la serie Twin Peaks, que tuvo dos temporadas en 1990-1991 y un regreso extremo en la década pasada. Aquí MacLachlan es un detective impasible que debe resolver el asesinato de una muchacha. Por qué el FBI se involucra en la muerte de una chica local es el menor de los misterios de una historia en la que lo onírico y lo fuera de lugar son la regla: el investigador recibe “pistas” de un hombre bajito que aparece entre cortinados rojos, los amigos de la desaparecida escuchan música de otra década, el hotel en el que se aloja guarda rutinas kafkianas, mientras se multiplican los personajes a la vez extraños y familiares.

Algunos de los ribetes sobrenaturales de la historia serían “explicados” luego en el cine, en la película Fire Walk With Me, especie de precuela de la serie, pero lo notable es que aquellas temporadas originales de Twin Peaks y su enigma no resuelto se emitieron en la tevé abierta, tanto en Estados Unidos como en muchas partes del mundo.

Aquí, en Uruguay, la serie era un ritual de los domingos de noche en Canal 4, como lo habían sido –y siguieron siéndolo– para un grupo más pequeño las idas a Cinemateca a sumergirse en los mundos de Eraserhead (1977) y El hombre elefante (1980), las obras tempranas y extremas de Lynch. El desconcierto de algunas audiencias con parte de su obra posterior (Muhholland Drive, de 2001, es una cinta de Moebius narrativa) tiene su antídoto en The Straight Story (1999), que es exactamente lo que indica su título: el relato lineal de cómo un veterano hace un largo viaje en tractor para despedirse de su hermano agonizante.

Evangelista de la meditación trascendental y formado en artes visuales –nunca dejó de pintar–, Lynch fue también un gran músico que tuvo un socio notable en el compositor Angelo Badalamenti, fallecido en diciembre de 2022. Juntos no sólo compusieron varias bandas de sonido y editaron unos cuantos discos, sino que también protagonizaron una de las escenas más impactantes de Fire Walk With Me: las muchachas entran a un baile perdido en medio de un bosque y se encuentran con un panorama hipnótico dominado por los sonidos de una banda que en penumbras ígneas toca un denso blues cubista. En el escenario, mezclados entre los músicos, están Badalamenti y Lynch ejecutando el tema “The Pink Room”. En ese ambiente, en loop, seguirán ahora.

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