La Universidad Católica de Chile y la Universidad de la República de Uruguay (Udelar) impulsan una colaboración técnica en materia de inteligencia artificial (IA) entre ambas instituciones para el estudio de archivos de la dictadura, dijeron a la diaria las académicas Jocelyn Dunstan y Lorena Etcheverry.
“En el estudio de archivos de la dictadura hay mucho espacio de colaboración pues, lamentablemente, muchos países latinoamericanos tuvieron dictaduras en el pasado reciente. Junto a los colegas Lorena Etcheverry y Gregory Randall de la Udelar estamos tratando de buscar una forma de mantener más fluida la colaboración entre Chile y Uruguay”, afirmó Dunstan, quien tiene un doctorado en matemáticas aplicadas, un máster en física y participa en la iniciativa chilena NuestraMemorIA.
Dicho proyecto analiza los archivos del período de la dictadura chilena (1973-1990) mediante IA. “En el grupo NuestraMemorIA hacemos un trabajo transdisciplinario en el estudio de archivos de la dictadura chilena. En particular, estamos interesados en desarrollar modelos de aprendizaje multimodal, es decir, que se pueda analizar textos, imágenes, audios y videos”, explicó Dunstan, que participó en el primer Congreso Regional de Ciencia de Datos, Aprendizaje Automático e Inteligencia Artificial, que se realizó en la Facultad de Ingeniería (Udelar) entre el miércoles y viernes pasado.
Dunstan dijo que las dictaduras latinoamericanas tuvieron diferencias en los distintos países donde se instauraron pero también “muchas semejanzas”.
“Por ejemplo, detectar qué dicen los documentos de los 70, que tienen problemas de legibilidad, es un problema que tenemos tanto en Chile como en Uruguay. Lo que hacemos es compartir metodologías, experiencias de nuestros estudiantes y armar reuniones online para compartir avances, congresos presenciales [...] Muchas de las acciones que NuestraMemorIA está desarrollando sirven para documentos uruguayos y viceversa. Por eso es tan crucial la colaboración que estamos levantando”, indicó.
Por su parte, Etcheverry, que es docente de la Facultad de Ingeniería de la Udelar e integrante del Grupo Coordinador del Centro Interdisciplinario en Ciencia de Datos y Aprendizaje Automático (Cicada), explicó que existe una “relación de confianza y de amistad” con los investigadores chilenos. “Organizamos algunas reuniones por Zoom, estamos al tanto de lo que hacen unos y otros, y en la medida de lo posible intercambiamos conocimiento”.
La experta uruguaya remarcó que no se comparten datos de las investigaciones debido a que existen acuerdos de confidencialidad. Asimismo, dijo que han intentado postularse a fondos internacionales para obtener financiación y lograr un “marco de colaboración más formal”, pero indicó que hasta ahora no han tenido éxito.
“No podemos compartir datos con nadie. Lo que estamos haciendo es colaborar en las técnicas y en los métodos. Los datos que tienen los chilenos no son provistos por el Estado, sino que se los proveyó la sociedad civil. Ellos también tienen problemas de confidencialidad, no se puede compartir información”, afirmó.
Si bien es una meta a largo plazo construir sistemas que permitan encontrar correspondencia entre personas o eventos, por ahora no hay ningún mecanismo debido a que existen “restricciones importantes”, remarcó.
El proyecto chileno
NuestraMemorIA busca digitalizar, transcribir y analizar grandes conjuntos de datos de la dictadura utilizando técnicas avanzadas de IA, como el procesamiento del lenguaje natural, el aprendizaje de máquina y la visión por computador. El objetivo de la iniciativa es revelar nuevos conocimientos sobre la dinámica sociopolítica de la dictadura chilena.
Utiliza técnicas como el Reconocimiento Óptico de Caracteres, que convierte textos de documentos históricos en formato digital, el Reconocimiento Automático de Voz aplicado a audios históricos para convertirlos en palabras habladas en texto y procesa y analiza imágenes automáticamente para poder identificar elementos, patrones e información. Además, utiliza un grafo de conocimiento que estructura datos e información interconectada para identificar relaciones y patrones entre eventos, personas y lugares. Por último, usa reconocimiento facial para identificar y catalogar rostros tanto en fotografías como en videos.
Dunstan sostuvo que los archivos de la dictadura tienen “varios desafíos”, ya que suelen ser textos fotografiados de baja calidad, así como los audios están “degradados”.
“El principal obstáculo es el acceso a los datos. En el caso de Chile, hacemos convenios con organizaciones de la sociedad civil. Al ser archivos de los 70, los modelos de extracción de información no funcionan tan bien como con documentos modernos”, concluyó.
La iniciativa en Uruguay
En Uruguay, investigadores, docentes y estudiantes de varias facultades de la Udelar, a través del proyecto Cruzar, utilizan técnicas de IA para procesar y analizar este tipo de archivos.
El proyecto, que es impulsado por la Facultad de Ingeniería, la Facultad de Información y Comunicación, la Facultad de Ciencias Sociales, Cicada y miembros de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, trabajó con los archivos Berrutti, el de la ex Dirección Nacional de Información e Inteligencia y el del Cuerpo de Fusileros Navales.
Etcheverry explicó que algunas de las personas que cooperan con investigadores chilenos forman parte del proyecto macro Cruzar que impulsa la Udelar; sin embargo, indicó que la colaboración con la Universidad Católica de Chile se da en el marco de la Facultad de Ingeniería.
“Dentro de Cruzar hay gente de otros servicios, de la sociedad civil. Por tanto, el vínculo con los investigadores chilenos se basa en colaboraciones de investigación, donde compartimos problemas, discutimos soluciones posibles comunes y buscamos obtener financiación internacional que nos ayude a consolidar esta iniciativa”, finalizó.